El próximo 27 de enero de 2020 no sólo se conmemorará el Día Internacional de Recordación del Holocausto, sino que la fecha coincidirá con los 75 años de lo que equivocadamente muchos analistas e incluso historiadores han llamado “la liberación” de Auschwitz.
El 27 de enero de 1945 se abrieron las puertas de Auschwitz. El mundo en general y las tropas que allí entraron empezaron a conocer el horror que no tiene hasta hoy palabras suficientes para ser definitivamente explicado.
Pero nadie liberó nada. Auschwitz pudo ser bombardeado por las Fuerzas Aliadas dos años antes en 1943, y ya sabemos que eso no se hizo. Así que 75 años después, lo que la memoria registra, recuerda, conmemora, es que se abrieron las puertas del infierno para que se comenzara a saber hasta dónde puede llegar la maldad del hombre contra el hombre.
El 27 de enero del año próximo llegarán a Israel líderes de distintas potencias mundiales. El Presidente de Israel anunció hace 48 horas que estarán en Jerusalem, en Iad Vashem,el Presidente de Rusia Vladimir Putin y el Presidente de Francia Emmanuel Macron, entre otros. Será en el marco del quinto Foro Mundial sobre el Holocausto, que espera reunir la mayor cantidad de asistentes que hayan participado hasta ahora, y que comenzará el 23 de enero y culminará precisamente en la simbólica fecha del 27. El Foro lleva como título “Recordando el Holocausto, Combatiendo el Antisemitismo”.
El Presidente de Israel también anunció la presencia del Presidente de Alemania, de Italia y de Austria, autoridades de gobierno de Inglaterra, España, Bélgica, y se esperan decenas de autoridades más.En la conferencia de prensa donde se anunció el evento de enero, el Presidente Rivlin dijo textualmente:
“Nos reuniremos para analizar cómo trasmitir la memoria del Holocausto a generaciones que vivirán en un mundo sin sobrevivientes, y qué pasos se deben dar para darle seguridad a los judíos en todo el mundo”.
En la misma conferencia de prensa, el Ministro de Relaciones Exteriores Israel Katz dijo que para él, el Foro tenía un significado histórico pero también muy personal ya que Katz es hijo de los sobrevivientes de la Shoá, Meir y Malka Katz, y su madre, Malka, estuvo en Auschwitz y padeció la Marcha de la Muerte.Asimismo, hubo dos declaraciones más en la conferencia de prensa muy significativas, mostrando hechos y omisiones también de hoy en día.
Moshé Kantor, Presidente del Foro dijo que la vida judía está en peligro en Europa otra vez. Todos los días hay agresiones en las calles, las escuelas, las universidades, en las redes sociales, y la mayoría de los judíos europeos se sienten inseguros.
El Presidente de Iad Vashem, Avner Shalev dijo que hoy, en la era post Holocausto, estamos viendo a nivel global formas de deshumanización de los judíos copiadas de las que usaban los nazis. Rivlin, Kantor, Shalev tienen razón en cuanto a lo que significa el antisemitismo en Europa hoy en día. Ya lo hemos mencionado muchas veces en esta columna. Pero no se puede pensar en un Foro sobre antisemitismo si no se utiliza la palabra que expresó el Presidente de Iad Vashem: global.
Hace pocos días se rememoró un año del atentado a la sinagoga de Pittsburgh,y las familias de los asesinados no
sienten distinto que las familias judías víctimas de antisemitismo en Europa. En 2018 hubo mil ochocientos actos de antisemitismo en Estados Unidos.
En Argentina, como lo saben quienes escuchan y leen esta columna, se registraron 834 denuncias por antisemitismo en 2018, un 107% más que en 2017, y la mayoría de estos ataques discriminatorios contra la comunidad judía se ejecutaron a través de páginas web y redes sociales.
¿Qué no es igual la violencia antisemita en todo el mundo? No es una comparación adecuada, aunque los números la ayuden.Las palabras incitan al odio, y la violencia llega, tarde o temprano. Ya sabemos que llegó la violencia física cuando asesinaron a David Fremd en Uruguay hace tres años y medio.
Y ahora, con campañas electorales de por medio, también ha llegado la palabra ofensiva y agresiva. En Uruguay, hace escasos días,un encontronazo profesional entre periodistas terminó con un despreciable hilo de cinco tweets donde se agrede a uno de los periodistas por ser judío. Y cuando en un programa televisivo otro periodista judío pidió a un legislador comunista que reconociera que el tweet era antisemita, no logró respuesta.
Quizás el Foro de enero ayude poco o mucho. Veremos. Probablemente la presencia de Macron no disminuya el ancestral antisemitismo que horada la sociedad democrática francesa desde Dreyfus a nuestros días. Pero si no se hace un análisis global, el antisemitismo creciente en América Latina se sentirá más fuerte. Algo es seguro: se terminó el perfil bajo o la duda. Los antisemitas podrán tener terreno en gobiernos fascistas, en redes sociales corroídas por el odio, en partidos que quieren crecer a impulsos de la incitación a la discriminación. Pero siempre nos tendrán enfrente. Y nunca más en silencio.
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.