El primer ministro británico, Boris Johnson, hace una declaración en Downing Street después de ganar las elecciones generales, en Londres, Gran Bretaña, el 13 de diciembre de 2019.(Crédito de la foto: TOBY MELVILLE / REUTERS)
«El BDS es antisemita y debe ser tratado como tal», dijo Pickles, explicando que la nueva ley no permitirá que los organismos públicos trabajen con aquellos que boicotean, despojan o sancionan a Israel de ninguna manera.
La plataforma del Partido Conservador en las elecciones generales del Reino Unido la semana pasada incluyó el compromiso de «prohibir que los organismos públicos impongan sus propios boicots, desinversiones o campañas de sanciones directas o indirectas contra países extranjeros. Esto socava la cohesión de la comunidad».
La medida está destinada a bloquear los consejos locales controlados por el Partido Laborista para que no utilicen fondos de los contribuyentes para boicotear países extranjeros, incluido Israel.
Pickles, quien también es presidente de los Amigos conservadores de Israel, dijo que la histórica derrota de Labour en las elecciones de la semana pasada mostró que el pueblo británico rechaza el antisemitismo.
«El antisemitismo es un ataque contra el estilo de vida británico y la identidad británica», dijo. «Sin nuestros ciudadanos judíos, seríamos una nación menor».
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