El nuevo gobierno conservador en el Reino Unido impedirá que las autoridades locales apoyen el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel , dijo el jueves el Primer Ministro británico, Boris Johnson , al presentar sus planes para los próximos años.
«Evitaremos que los organismos públicos se encarguen de boicotear productos de otros países, para desarrollar su propia pseudo política exterior contra los países, que con frecuencia nauseabunda resulta ser Israel», dijo Johnson en la Cámara de los Comunes.
Los comentarios de Johnson se produjeron después del tradicional «discurso de la reina» preparado para ella por el primer ministro y su gabinete, que describe la agenda del gobierno para el próximo año en la apertura del nuevo parlamento. La reina Isabel no mencionó específicamente una ley contra el boicot, en contra de los informes anteriores que lo haría.
La plataforma del Partido Conservador en las elecciones generales del Reino Unido la semana pasada incluyó el compromiso de «prohibir a los organismos públicos que impongan sus propios boicots, desinversiones o campañas de sanciones directas o indirectas contra países extranjeros. Estos socavan la cohesión de la comunidad.
La medida tiene como objetivo impedir que los consejos locales controlados por el Partido Laborista utilicen los fondos de los contribuyentes para boicotear a países extranjeros, incluido Israel.
Además, los sindicatos adoptaron boicots, que los grupos judíos han impugnado en los tribunales.
La presidenta de la Junta de Diputados de Judíos británicos, Marie van Der Zyl, dijo que el grupo «llamó desde hace mucho tiempo a la acción sobre [BDS] en los organismos públicos.
“Esta actividad divisiva intimida a las comunidades judías en la diáspora y no hace nada para construir la paz en el Medio Oriente. Agradecemos la promesa del gobierno de tomar medidas hoy ”, afirmó.
A principios de esta semana, el Enviado Especial del Reino Unido para asuntos posteriores al Holocausto Eric Pickles dijo «BDS es antisemita y debe ser tratado como tal», explicando que la nueva ley no permitirá que los organismos públicos trabajen con aquellos que boicotean, desinvierten o sancionan a Israel en de todas formas.
Pickles, quien también es presidente de los Amigos conservadores de Israel, dijo que la histórica derrota de Labour en las elecciones de la semana pasada mostró que el pueblo británico rechaza el antisemitismo.
«El antisemitismo es un ataque contra el estilo de vida británico y la identidad británica», dijo. «Sin nuestros ciudadanos judíos, seríamos una nación menor».
Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
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