Donald Trump y el rey saudita Salman bin Abdulaziz Al Saud Foto: Shealah Craighead Casa Blanca Wikimedia Dominio Público
En medio de la escalada de la tensión y de las condenas chiíes por el ataque selectivo estadounidense que acabó con la vida del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), el general Qassem Soleimaní, los países suníes se han mantenido hoy callados o han pedido contención.
Egipto pidió en un breve comunicado que «se contenga la situación y se evite cualquier escalada».
Para ello es necesario «el cese inmediato de todo tipo de interferencia regional en los asuntos de los Estados y pueblos árabes», según un comunicado del Ministerio de Exteriores.
Mientras, desde el golfo Pérsico, donde una escalada de la violencia es más probable debido a la cercanía de Irán y la presencia de bases militares estadounidenses, sólo Arabia Saudita se ha pronunciado.
El Ministerio de Exteriores del Reino dijo que sigue los acontecimientos en el país «hermano», Irak, y denunció «las amenazas y operaciones de las milicias terroristas» en la región, en referencia a los grupos chiíes.
En un comunicado, Riad llamó a «la contención para evitar todo lo que pueda conducir a una exacerbación de la situación y sus consecuencias».
Además, recordó que «la comunidad internacional debe cumplir con sus responsabilidades y tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la estabilidad de esta región vital para el mundo entero».
Arabia Saudita es el principal socio de EE.UU. en el golfo y archienemigo de Irán, al que acusa de desestabilizar e interferir en los países árabes.
Precisamente, Soleimaní era el encargado de las operaciones militares fuera de Irán, donde supervisaba a las milicias aliadas, sobre todo en Siria e Irak.
Mientras, el ministro de Estado de Asuntos Exteriores emiratí, Anwar Gargash, apeló a «poner la sabiduría, el equilibrio y las soluciones políticas por encima de la confrontación y de la escalada».
En su cuenta oficial de Twitter, donde Gargash suele comentar los desarrollos políticos y militares de forma extraoficial, aseguró que «la región sufre de una pérdida de confianza entre las partes» por lo que «esta situación requiere de un planteamiento racional y libre de emociones».
Los rebeldes hutíes del Yemen, que según Riad reciben el apoyo de Teherán, amenazaron hoy con una «respuesta rápida y directa» contra EE.UU., que además de su presencia militar en el reino saudita, también cuenta con importantes bases en Qatar y Bahréin.
En ese último país, de mayoría chií pero gobernado con mano de hierro por una monarquía suní, se han registrado hoy protestas por la muerte de Soleimaní, del vicepresidente de la Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, y otras cinco personas, incluidos miembros de esta agrupación armada iraquí.
El ataque selectivo tuvo lugar después de la medianoche hora local cerca del aeropuerto internacional de Bagdad. EFE
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