Una pequeña molécula llamada PJ34 puede hacer que las células cancerosas se autodestruyan. Así lo afirma un estudio realizado en Israel por científicos de la Universidad de Tel Aviv y publicado recientemente en la revista biomédica Oncotarget.
La profesora Malka Cohen-Armon y su equipo de la Facultad de Medicina Sackler experimentaron con el uso de xenoinjertos: trasplantaron cáncer de páncreas humano en ratones. El sistema inmunitario de los ratones estaba comprometido para que sus cuerpos no rechazaran las células trasplantadas.
Durante dos semanas, y junto al equipo de la doctora Talia Golan del Centro de Investigación del Cáncer del Centro Médico Sheba, los científicos inyectaron la molécula PJ34 en los roedores.
Originalmente, la PJ34 fue desarrollada para tratar accidentes cerebrovasculares pero luego pronto se descubrió que teñía un poderoso efecto sobre las células cancerígenas humanas. Es que la molécula genera errores durante la duplicación celular, lo que lleva a la muerte rápida de las células malignas.
«En una investigación publicada en 2017, descubrimos un mecanismo que causa la autodestrucción de las células cancerosas humanas durante su duplicación (lo que se conoce como mitosis), sin afectar a las normales», explicó Cohen-Armon. Y añadió: «Ahora aprovechamos esta información para erradicar con eficiencia las células de cáncer de páncreas humano en xenoinjertos».
Un mes después de que la molécula fue inyectada a los ratones, los científicos hallaron que la cantidad de células cancerígenas en los tumores de los roedores se había reducido entre un 80 y un 90 por ciento. Incluso hubo casos en que el tumor desapareció por completo.
Cohen-Armon señaló que los ratones tratados no sufrieron efectos adversos tras recibir la molécula PJ34 ni experimentaron cambios en su peso o comportamiento. También fue significativo que la molécula interrumpiese exclusivamente la duplicación de células cancerosas humanas dejando vivas solo a las sanas.
Aunque PJ34 podría funcionar contra otros tipos de células cancerosas, el cáncer de páncreas es algo apremiante. Es el duodécimo cáncer más común del mundo y el cuarto entre los más mortales. Es que este tipo de la enfermedad es, a menudo, resistente a los tratamientos existentes.
Diagnosticar de forma temprana el cáncer de páncreas es algo difícil porque no suele haber síntomas. De esta forma, cerca del 80 por ciento de los pacientes son diagnosticados en la etapa metastásica. Lo más grave es que menos del tres por ciento de los pacientes en esa fase sobreviven más de cinco años después de ser diagnosticados.
La investigación tiene potencial para desarrollar un nuevo tratamiento contra este cáncer tan agresivo en los humanos. Y también podría resultar eficaz contra cánceres de mama, pulmón, cerebro y ovarios.
Por estos días, la molécula PJ34 ahora se está probando en ensayos preclínicos de acuerdo con las regulaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). Pronto llegarán las pruebas en animales más grandes y luego se podrá comenzar los exámenes clínicos en humanos.
En junio pasado, un estudio de investigación internacional dirigido por Golan demostró la efectividad del nuevo régimen de medicamentos para el cáncer de páncreas en personas con Mutaciones BRCA.
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