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| jueves noviembre 21, 2024

Turquía se mete en el acuerdo de Israel, Grecia y Chipre sobre el gasoducto EastMed


Esta foto del 24 de junio de 2019, en el Mar Mediterráneo frente a Chipre, muestra el buque de perforación Fatih, que fue desplegado por Turquía para buscar gas y petróleo en aguas consideradas parte de la zona económica exclusiva del estado de la UE. (AFP)

Israel, Grecia y Chipre han firmado un acuerdo para un proyecto de gasoducto para enviar gas natural desde la región oriental del Mediterráneo a Europa. El acuerdo se produce en medio de las crecientes tensiones con Turquía ya que Ankara trata de reclamar más de las áreas ricas en gas del mar Mediterráneo.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, su homólogo Kyriakos Mitsotakis y el presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, junto a sus ministros de Energía, firmaron el llamado acuerdo del gasoducto EastMed en Atenas el 2 de enero.

El proyecto, valorado en 6.000 millones de euros, prevé la construcción de un gasoducto submarino de 1.900 kilómetros que transportaría hasta 20.000 millones de metros cúbicos al año desde las aguas israelíes y chipriotas hasta Creta y después a la Grecia continental. Desde allí, el gas se transportaría a Italia y otros países del sureste de Europa.

Israel, Grecia y Chipre esperan alcanzar una decisión final sobre la inversión en 2022, y haber terminado el gasoducto en 2025. El proyecto EastMed, que pasaría por alto a Turquía, podría suministrar hasta el 10% de las necesidades de gas natural de Europa.

La firma del proyecto del gasoducto EastMed se produjo un mes después de que Turquía y Libia alcanzaran un acuerdo bilateral sobre las fronteras marítimas en el sureste del Mediterráneo. El acuerdo, firmado el 27 de noviembre por el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, y el dirigente de Libia, Fayez al Sarray, con el respaldo de la ONU, intenta redibujar las fronteras marinas existentes para que, ostensiblemente, Libia pueda reclamar unos derechos exclusivos sobre 39.000 kilómetros cuadrados de aguas marítimas que pertenecen a Grecia.

El acuerdo bilateral —que establece una nueva zona económica entre Turquía y Libia que el gasoducto EastMed permitiría ahora cruzar— parece tener el objetivo de darle a Turquía más capacidad de influencia sobre el proyecto. Erdoğan, refiriéndose al acuerdo entre Turquía y Libia, dijo:

Otros actores internacionales no pueden realizar actividades de exploración en las áreas marcadas en el memorando turco-libio. Los chipriotas griegos, Egipto, Grecia e Israel no pueden establecer una transmisión de gas natural sin el consentimiento de Turquía.

A mediados de diciembre, el Ministerio de Exteriores turco, convocó al jefe de la diplomacia israelí en Ankara para informarle del plan de Israel de construir un gasoducto de gas natural a Europa que requeriría la aprobación de Turquía.

El portavoz del Ministerio de Exteriores turco, Hami Aksoy, dijo que no había necesidad de construir el gasoducto EastMed porque existe el Gasoducto Transanatoliano. «La ruta más económica y segura para utilizar los recursos naturales del Mediterráneo oriental y destinarlos a los mercados de consumo de Europa, incluido nuestro país, es Turquía», declaró en un comunicado.

La Unión Europea desestimó el acuerdo turco-libio al considerarlo incompatible con el derecho internacional. En un comunicado hecho público el 8 de enero, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo:

«El reciente memorando de entendimiento de Turquía y Libia sobre la delimitación de las jurisdicciones marítimas del mar Mediterráneo infringe los derechos soberanos de terceros Estados, no cumple la Ley del Mar y no puede repercutir consecuencias jurídicas para terceros Estados.»

Egipto condenó el acuerdo de Turquía y Libia por considerarlo «ilegal y no vinculante y que afecta a los intereses y derechos de terceros».

El ministro de Exteriores griego, Nikos Dendias, señaló:

Cualquier acuerdo marítimo entre Libia y Turquía ignora algo que es claramente obvio, que es que entre esos dos países existe la gran masa geográfica de tierra que es Creta. En consecuencia, ese intento raya en lo absurdo.

El 11 de diciembre, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Çavuşoğlu, insinuó que Ankara podría utilizar su ejército para impedir la perforación de gas en las aguas de Chipre, que reclama como propias. «Nadie puede hacer este tipo de trabajos sin nuestro permiso», declaró en una entrevista con periódico +++Habertürk+++. «Por supuesto, impediremos cualquier trabajo no autorizado».

Chipre está dividido desde 1974, cuando Turquía invadió y ocupó el tercio norte de la isla. Turquía, que no tiene relaciones diplomáticas con el sur de la República de Chipre, miembro de la UE, afirma que más del 40% de la zona marítima de Chipre, conocida como la Zona Económica Exclusiva (ZEE) está en la plataforma continental de Turquía y por lo tanto pertenece a Ankara o a los chipriotas turcos.

Chipre se alza en el borde marítimo de varias y grandes reservas de gas en la cuenca del Levante, incluido Leviatán, frente a Israel, y Zohr, frente a Egipto. Turquía utilizó en el pasado a sus fuerzas militares para obstaculizar el progreso de las actividades de perforación de las aguas que afirma que son suyas.

Por ejemplo, en diciembre de 2019, la marina turca interceptó un barco israelí en aguas chipriotas y lo obligó a salir de la zona. El barco, Bat Galim, del Instituto de Investigación Limnológica y Oceanográfica de Israel, estaba realizando una investigación en las aguas territoriales chipriotas, según el ministro de Infraestructura Nacional, Energía y Agua de Israel.

En febrero de 2018, dos semanas antes de que el gigante energético italiano Eni anunciara un «prometedor descubrimiento de gas» en la ZEE de Chipre, barcos del ejército turco detuvieron a un barco contratado por Eni para perforar en busca de gas en la costa de Chipre.

En octubre de 2018, la marina turca vetó a una fragata griega que estaba vigilando el buque sísmico turco Barbaros Hayreddin Pasa, que según las autoridades griegas, estaba operando en aguas reclamadas por Chipre. Unos días después, el ministro de Energía turco, Faith Dönmez, anunció que el buque de perforación Faith empezaría a perforar en busca de petróleo y gas en la costa de Chipre.

En mayo de 2019, Turquía anunció que empezaría a perforar en busca de gas en aguas reclamadas por Chipre. «Los derechos legítimos de Turquía y los turcos chipriotas del norte sobre los recursos energéticos en el Mediterráneo oriental no están sujetos a discusión», dijo Erdoğan. «Nuestro país está determinado a defender sus derechos y los de los turcos chipriotas», añadió.

Posteriormente, Estados Unidos advirtió a Turquía contra las operaciones de perforado en aguas reclamadas por la República de Chipre. «Este paso es muy provocador y corre el riesgo de elevar las tensiones en la región», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus. «Instamos a las autoridades turcas a detener estas operaciones e instamos a todos los partidos a actuar con moderación».

En julio de 2019, los ministros de Exteriores de la UE vincularon oficialmente el el proceso de adhesión a la UE de Turquía a la negociación con Chipre. Una medida adoptada por el Consejo Europeo el 15 de julio declaraba:

El Consejo lamenta que, a pesar de las repetidas llamadas de la Unión Europea a cesar sus actividades ilegales en el Mediterráneo oriental, Turquía ha continuado con sus operaciones de perforado en el oeste de Chipre y ha puesto en marcha una segunda operación de perforado en el noreste de Chipre, dentro de aguas territoriales chipriotas. El Consejo reitera el grave e inmediato impacto negativo que esos actos ilegales tienen en todo el abanico de relaciones de la UE y Turquía. El Consejo pide nuevamente a Turquía que se abstenga de dichos actos, que obre con un espíritu de buena vecindad y respete la soberanía y los derechos soberanos de Chipre, de acuerdo con el derecho internacional (…).

En vista de que Turquía ha continuado con nuevas e ilegales actividades de perforación, el Consejo decide suspender por el momento (…) cualquier futura reunión sobre los diálogos de alto nivel entre la UE y Turquía. El Consejo respalda la propuesta de la Comisión de reducir las ayudas preadhesión a Turquía para 2020.

En octubre de 2019, Turquía desafió a la Unión Europea enviando a otro buque de perforación, el Yavuz, a operar a las aguas interiores reclamadas por Chipre. Chipre acusó a Turquía de «una grave escalada» en las vulneraciones de sus derechos soberanos. El consejero delegado de Eni, Claudio Descalzi, dijo después que su empresa no perforará pozos junto a la costa de Chipre si Turquía manda buques de guerra a la zona: «Si se presenta alguien con buques de guerra, no vamos a perforar pozos. Ciertamente no quiero provocar una guerra por perforar pozos».

El 11 de noviembre, los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordaron un paquete de sanciones económicas por la perforación de Turquía en la costa de Chipre. En un comunicado, el Consejo de la UE dijo:

El marco permitirá sancionar a individuos o entidades responsables de o involucradas en actividades de perforación de hidrocarburos no autorizadas en el Mediterráneo oriental.

Las sanciones consistirán en una prohibición para viajar a la UE y el congelamiento de activos de personas y entidades. Además, las personas y entidades de la UE tendrán prohibido poner a disposición fondos a los incluidos en la lista.

El 15 de noviembre, las autoridades turcas volvieron a desafiar a la UE al anunciar que el buque de perforación de petróleo y gas turco Faith había empezado a operar en la costa del noreste de Chipre.

A pesar de las tensiones con Turquía, los defensores del proyecto del gasoducto EastMed siguen siendo optimistas. En la ceremonia de la firma del proyecto en Atenas, el primer ministro Netanyahu dijo:

Este es un día histórico para Israel, porque Israel se está convirtiendo rápidamente en una superpotencia energética, en un país que exporta energía.

Esto supone un cambio enorme. Israel siempre fue un país «en los márgenes», un país que no tenía ninguna conexión, en sentido literal y figurado. Ahora, además de nuestras relaciones exteriores, que están prosperando más allá de lo imaginable, y todo lo que sabemos, tenemos una alianza específica hacia estos importantes objetivos en el Mediterráneo oriental.

Esta es una auténtica alianza en el Mediterráneo oriental, económica y política, y contribuye a la seguridad y la estabilidad de la región. De nuevo, no va contra nadie, sino a favor de los valores y para el beneficio de nuestros ciudadanos.

Mitsotakis, el primer ministro griego, dijo que el gasoducto tenía una «importancia geoestratégica» que contribuiría a la paz regional. Kostis Hatzidakis, el ministro de Energía griego, dijo que era «un proyecto de paz y cooperación» a pesar de «las amenazas turcas». Anastasiadis, el presidente chipriota, dijo que su objetivo era «la cooperación y no la rivalidad en Oriente Medio».

Mientras, el campo en alta mar Leviatán, de Israel, valorado en 3.600 millones de dólares —el campo de gas natural más grande del Mediterráneo oriental—, inició su producción el 31 de diciembre de 2019, allanando el camino a los acuerdos de exportación de gas multimillonarios con Egipto y Jordania.

El gas natural del campo de Leviatán empezó a fluir hacia Jordania el 2 de enero, según lo establecido por un acuerdo de 10.000 millones de dólares firmado en 2016. Egipto empezará a importar gas israelí a mediados de enero.

Se espera que la cantidad de gas extraída de Leviatán, ubicado a 130 kilómetros al oeste de la ciudad portuaria de Haifa, llegue a los 105.000 millones de metros cúbicos en un plazo de 15 años, mientras que el campo cercano de Tamar exportará cerca de 30.000 millones de metros cúbicos en el mismo periodo. Se calcula que el valor de las exportaciones es de 19.500 millones de dólares: 14.000 millones de Leviatán y 5.500 de Tamar.

«Por primera vez desde su nacimiento, Israel es ahora una potencia energética, capaz de satisfacer todas sus necesidades de energía y adquirir independencia energética», dijo Yosi Abu, consejero delegado de Delek Drilling, de Israel, uno de los socios del proyecto Leviatán. «Al mismo tiempo, estaremos exportando gas natural a los vecinos de Israel, fortaleciendo así la posición de Israel en la región».

Brent Smolik, presidente de Noble Energy, empresa con sede en Texas, lo resumió de este modo: «Pensamos que es un gran día para Israel y para la región».

Soeren Kern es miembro principal del Gatestone Institute, con sede en Nueva York.

 

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Anastasiades, Mitsotakis y Netanyahu. i24 news

 

Traducción del texto original: Turkey Muscles-In on the Israel-Greece-Cyprus EastMed Gas Pipeline Deal
Traducido por El Medio

 
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