Tal como cuenta un chiste de una señora judía que está leyendo un periódico cuya línea editorial es totalmente antisemita, su hijo le pregunta por qué lee ese periódico y ella le responde que para sentirse mejor, pues a los judíos le adjudican un enorme poder mundial. Eso ocurre al leer a Hugo Moyer Agostini; sorprende que una persona con estudios superiores, de cierto nivel, crea en “cuentos de camino”, claro que puede estar motivado por otras razones que lo impulsan a escribir constantemente acusaciones propias de Los Protocolos de los Sabios de Sión, panfleto plagiado de otro texto que nada tenía que ver con el judaísmo, pero fue adaptado para atizar el antisemitismo; tales calumnias también fueron promovidas por el nazismo y no importa que Moyer sea de ultraizquierda, total el nacional socialismo tiene mucho de socialismo y la figura es la de una serpiente mordiéndose la cola: ambos extremismos van en contra de la naturaleza humana y lo que les interesa es el poder por el poder mismo, a cualquier precio; sus métodos están basados en el odio y la destrucción.
El desprecio de Moyer por EEUU es tan amplio que ni siquiera le permite ver que tan grandiosa nación, sus extraordinarios logros en tantos campos del conocimiento y que como ingeniero químico debería conocer, no pueden ser tan sencillamente manipulados. Y no es cierto que la mayoría de los consejeros de Trump sean judíos; realmente desconoce o prefiere eludir realidades para demostrar sus absurdas creencias. En general, la gente no es tonta ni manejable; con sus afirmaciones vuelvo a llegar a la conclusión acerca del interés de Moyer en señalar al mundo judío como centro de los males, tal vez para disfrazar la responsabilidad de los extremistas quienes desde tiempos casi inmemoriales han utilizado al pueblo judío inventando leyendas, creando prejuicios, como chivos expiatorios.
De nada vale que Moyer recomiende el libro de Noam Chomsky, un judío que se rige por el auto odio, quien es un genio en filología, pero aborrece su herencia ancestral, ¿podemos confiar en sus estereotipos? Cuando el izquierdismo es más fuerte en él que la justicia y nunca ha vivido bajo ninguna bota militar que es lo que siempre sostiene a las tiranías extremistas. En realidad, a Chomsky no le interesa saber sobre el judaísmo, su problema es la política norteamericana y su total rechazo al partido Republicano.
Ya que habla que el sionismo mata a palestinos, ¿podría hablar de cifras reales tomadas de fuentes serias? ¿y en qué circunstancias? Obviamente no, porque no hay tal situación. Como tampoco pueden probar esa ridiculez acerca de alguna intervención israelí en los sucesos del 11 de abril de 2002, más allá de las “leyendas urbanas”. El hecho que acuse al rabino Pynchas Brener de una situación que no existió, al estilo Goebbels y lo repitan, no hay forma que se convierta en verdad. El rabino Brener estuvo en una tarima en Chuao rezando en un servicio ecuménico por el bienestar del pueblo venezolano… ¿Eso es malo? ¿Pecaminoso? La mentira se cae por sí misma: el rabino Brener no pudo estar en la juramentación de Pedro Carmona Estanga porque ello ocurrió un viernes por la tarde. Por otro lado, si conociera al judaísmo sabría que el rabino Brener se representa a sí mismo, no a la comunidad judía y mucho menos al Estado de Israel. Por supuesto que más allá de las calumnias de un musulmán desde un centro palestino, no pueden mostrar realidades, solo acusar para intentar probar “la maldad judía”, igual a los nazis. Retomando el tema palestino-israelí, es tanto su desconocimiento o manipulación que le comento que, dentro de la propuesta de Trump para la paz en la región, está la posibilidad de entregar en un intercambio territorial, el llamado triángulo norte, un área de varios poblados y ciudades árabes israelíes, a un futuro estado palestino y los árabes israelíes reaccionaron con manifestaciones rechazando contundentemente esa perspectiva, es decir, quieren seguir siendo israelíes y de ninguna manera ser palestinos, ¿Por qué será?
Demás está hablar de las principales fuentes de energía de Venezuela, cuando EEUU ya no necesita del petróleo venezolano, eso lo vemos en el presente. Quienes usufructúan las riquezas venezolanas son Rusia y China, las muestras están a la vista. Por cierto, en estos días, en un programa de televisión, Piedad Córdoba se atrevió a declarar sobre política y economía venezolanas como si ella fuera una de las que toman decisiones al respecto… ¡Qué vergüenza! Hablando de quienes son los títeres…
En cuanto a la profanación de la sinagoga, está más que demostrada la responsabilidad del chavismo, todos los participantes en ese crimen fueron miembros de distintas policías bajo el ejecutivo de Chávez. Basem Tajeldine puede decir lo que quiera, es parte más que interesada en acusar sin límites tal como los nazis, sin evidencias reales. El “gobierno revolucionario” no se redimió; las investigaciones mostraron todo lo contrario, pese a las coberturas gubernamentales. A ese gobierno le debió dar vergüenza meterse con un sector minoritario de la ciudadanía venezolana: la comunidad judía de Venezuela. Mientras tanto, Basem Tajeldine puede seguir trabajando para la teocracia iraní, recibir sueldo de Hispan TV. Por cierto, cuando habla “del rabino”, se refiere al rabino Isaac Cohen, no colocar su nombre podría ser otro desconocimiento más del mundo judío, pero tiendo a pensar en su mala intención.
Por supuesto que el difunto Chávez estaba motivado por sus sentimientos antisemitas insuflados por el “hermano” Ahmadinejad y así opinó desde un solo punto de vista y con información incierta y manipulada. ¿Qué pasa con la violencia y el terrorismo palestinos? Además, si no conoce Pallywood, sería bueno que se informe mejor para poder opinar con bases reales. Tampoco podemos olvidar la cercanía del nazi Norberto Ceresole durante toda la primera campaña electoral de Chávez; hay estudios que exponen la influencia ideológica.
Traer a colación el informe sobre antisemitismo en Venezuela del 2012 o de cualquier año, muestra esa realidad irrebatible: el gobierno chavista explotó como herramienta política el antisemitismo y es una verdadera vergüenza, es el abuso de quien detenta el poder, ello también los acerca al nazismo. Lo que definitivamente no se puede entender es su acusación: “no hay duda es la injerencia de la Comunidad Israelita en Venezuela, por diversas vías (mediáticas, económicas, religiosas e incluso políticas) en el proceso político que actualmente vivimos en Venezuela. Cuesta pensar que no estén involucrados en los intentos golpistas no sólo desde Venezuela y Colombia, sino incluso desde EEUU y del propio Israel”. ¿Por qué usted les quita derechos a los judíos venezolanos? ¿Por qué no pueden opinar sobre las circunstancias políticas de su país, Venezuela? No me quiero imaginar a que ello se debe al nombre de “Comunidad Israelita ‘en’ Venezuela”, en realidad no es “en” sino “de”; además, usted que nos imputa los males de la humanidad, no sabe que el término israelita no se refiere a Israel, sino que significa judío; hay una gran diferencia, le sirve para confundir más y seguir inculpándonos. Los judíos venezolanos tenemos todos los derechos, se nos reconozcan o no, de opinar de la misma manera que lo hace usted y los que profesan cualquier religión; más aún, denunciando cuando se nos agrede como lo ha hecho y sigue haciéndolo el chavismo. Pregunto acerca de otra de sus imputaciones: ¿cuál es el poder de fuego alto que tenemos los judíos venezolanos y sobre todo fáctico? Más allá de la crítica con bases y claras pruebas que planteó la comunidad judía, jamás se hizo justicia, cosa que en una democracia auténtica sí la hubiéramos conseguido.
Seguir ahondando en el conflicto palestino-israelí y la parcialidad de Chávez no es materia eficaz, él fue uno más de los instrumentos de la propaganda antisemita de la teocracia iraní que sigue dirigiendo y financiando las campañas antisemitas a nivel internacional, pese a que el pueblo iraní no los quiere y tampoco les llega ningún beneficio del dinero público, usado en mantener a los terroristas de las fuerzas Al Quds de la Guardia Revolucionaria, de Hezbollah y otros grupos violentos. En esas alianzas contra natura metió Chávez a nuestra querida patria.
Por otra parte, indicar que los motivos de la muerte de Chávez podrían deberse a sus molestias sobre el accionar israelí, no le queda nada bien; numerosos médicos han confirmado su opinión profesional de que hubo mala praxis, pero ello fue en Cuba y no sabemos si fue accidental o con alevosía; lo cierto es que los culpables están en su terreno.
En su ignorancia, intencional o no, le aclaro que no existe comunidad israelí en Venezuela… esa manipulación del lenguaje es absolutamente un ejercicio de antisemitismo. En fin, aunque diga que no es antisemita, sus posturas basadas en calumnias interesadas, manipuladas y acomodaticias lo definen sin ninguna duda. Y al manejar fuentes claramente judeofobas el sentimiento antisemita se convierte en obsesivo, diga lo que diga. En nada lo diferencia de Los Protocolos de los Sabios de Sión, pasquín que le sirvió a Hitler.
Por cierto, en Aporrea hemos encontrado una cantidad de artículos que lo acusan a usted de corrupción. Realmente no podemos afirmar que ello sea cierto, pero cuando río suena…
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