La cuarentena que deben cumplir quienes pueden haberse contagiado del Coronavirus-y ni que hablar de quienes ya lo contrajeron- no sabe de fronteras, credos ni diferencias religiosas. Entre los recluidos en sus hogares sin poder salir, hay por cierto también judíos observantes, que este año no pueden salir a la sinagoga a cumplir con la mitzvá, el precepto, de escuchar la lectura de Megilat Esther.
Pues para eso, entre otras cosas, está Jabad, dedicado a acercar el judaísmo a los judíos interesados en ello.
Jabad Lubavitch se organizó para solucionar el problema. No podrán matar al virus por ahora, pero al menos contrarrestarán parte de su efecto nocivo.
45 jóvenes estudiantes de la Yeshiva Mesivta Menachem se organizaron en equipos para leer la Meguila en voz alta tanto el lunes como este martes 9 de marzo, junto a las casas de unas 120 familias de la comunidad que están en aislamiento domiciliario.
Con ventanas y puertas abiertas de par en par, tomando distancia prudente de las casas-de acuerdo a las indicaciones recibidas previamente de médicos consultados- y con muchas ganas, leyeron la Meguila y salvaron Purim. No olvidaron dejar pequeños pataques de “mishloaj manot” en sitios donde no corrían peligro de contacto con nadie, permitiendo así cumplir también con la tradición de esos regalos con cosas ricas para saborear en la fiesta, como parte de la alegría de Purim.
Rachel Butman, directora de Jabad en Westchester (donde lo escriben Chabad, por la lectura de anglo-parlantes), destacó que “esto significa que no nos olvidamos de nadie, que no seguimos nuestra rutina sin pensar en ellos”.
En las redes sociales han circulado fotos también de miembros de Jabad en Jerusalem, leyendo la Meguila desde la calle, para que la oigan personas en cuarentena desde adentro de sus casas.
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.