Israel comienza producción masiva de respiradores artificiales en fábricas locales
“El Estado de Israel debe desarrollar capacidades independientes en todo lo relacionado con el manejo de la pandemia del virus COVID-19. No podemos seguir dependiendo de las adquisiciones de otros países. Debemos desarrollar capacidades independientes y avanzadas.” Estas eran palabras del MInistro de Defensa Bennett
Ahora es el Estado, en colaboración con una compañía médica, que han completado el establecimiento de la primera línea de producción de su clase de respiradores artificiales. Como resultado, los primeros 30 ventiladores ya han sido entregados al Ministerio de Salud.
Debido a la falta de ventiladores en Israel (y en todo el mundo), se estableció una línea de producción para respiradores artificiales de acuerdo con los requisitos del Ministerio de Defensa y el Ministerio de Salud.
En esta operación especial se estableció una línea de producción para los sistemas de respiradores artificiales en cuestión de días. Esta mañana, la línea de producción se inauguró, después de lo cual se probaron y ensamblaron docenas de ventiladores.
Se trata de respiradores artificiales de vanguardia, super livianos, de turbina, fáciles de usar que permiten una ventilación mecánica invasiva y no invasiva efectiva tanto para adultos como para niños.
Se ha probado que el respirador cumple con los estándares médicos más estrictos y actualmente se usa en hospitales y centros médicos de emergencia en Israel y en todo el mundo. Proporciona atención respiratoria y soporte vital a pacientes con diversas afecciones, incluidos pacientes diagnosticados con el virus COVID-19.
La línea de producción ha sido construida para expandir la producción de las máquinas en un corto período de tiempo. Ingenieros de misiles y aeroespaciales se han comprometido con la misión y están involucrados en las evaluaciones requeridas para la producción en serie del respirador.
Todas las partes involucradas enfrentan desafíos en la cadena de suministro internacional y se enfrentan a una demanda récord y dificultades en la compra de componentes. Como resultado, todos los organismos relevantes en el Estado de Israel han unido fuerzas para lograr lo que se necesita para la producción de estos respiradores cruciales.
Convertir una línea de producción de misiles en una planta de ensamblaje de respiradores artificiales es una tarea muy compleja, y solo posible gracias a la colaboración entre el Ministerio de Defensa y la industria de defensa. “Continuamos en la carrera de para traducir las extraordinarias capacidades tecnológicas del establecimiento de defensa, a la lucha contra el coronavirus”.
http://www.semanariohebreojai.com/articulo/2512
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