El legislador del Partido Laborista, Keir Starmer, habla a los medios luego del lanzamiento de su campaña para suceder a Jeremy Corbyn como líder del partido, en Stevenage, Inglaterra, el domingo 5 de enero de 2020 (Aaron Chown / PA vía AP)
El principal partido laborista opositor de Gran Bretaña dijo el sábado que Keir Starmer había sido elegido como su nuevo líder, reemplazando a Jeremy Corbyn, quien renunció después de su aplastante derrota electoral en diciembre.
El ex fiscal jefe del estado de 57 años ganó el 56.2 % de los votos de más de 500,000 miembros laboristas, derrotando a la leal a Corbyn Rebecca Long-Bailey (27.6%) y la backbencher Lisa Nandy (16.2%) por el primer puesto. Angela Rayner se convierte en la nueva subdirectora.
«¡Felicitaciones a @Keir_Starmer, el nuevo líder del Partido Laborista!» El partido anunció en Twitter después de una campaña de liderazgo de tres meses.
Starmer toma el timón de un partido derrotado y dividido en medio de la crisis del coronavirus.
En su discurso de victoria, Starmer reconoció que el partido tenía «una montaña que escalar» después de cuatro derrotas consecutivas en las elecciones generales. Pero él prometió: «Lo escalaremos».
Lo llamó «el honor y el privilegio» de su vida ser elegido y prometió «comprometerse constructivamente» con el gobierno del primer ministro Boris Johnson, particularmente en la lucha contra el coronavirus.
Rebecca Long-Bailey, secretaria británica de Shadow Business, habla en el escenario durante la Conferencia del Partido Laborista en el Brighton Center en Brighton, Inglaterra, el martes 24 de septiembre de 2019. (Foto AP / Kirsty Wigglesworth)
Judios y antisemitismo en la agenda
Starmer, de 57 años, se disculpó con la comunidad judía por el antisemitismo en las filas del trabajo, calificándolo de «mancha» y prometió eliminarlo.
«Tenemos que enfrentar el futuro con honestidad», dijo. “En nombre del Partido Laborista, lo siento … he visto el dolor que [el antisemitismo] trajo a tantas comunidades judías.
«Desgarraré este veneno por sus raíces y juzgaré el éxito por el regreso de los miembros judíos y aquellos que sintieron que ya no podían apoyarnos».
Starmer dijo anteriormente que tomaría medidas para eliminar los prejuicios contra los judíos en su partido «el primer día» con el fin de demostrar «la diferencia que marcará el nuevo liderazgo en el tema».
También dijo que buscaría cooperar plenamente con el informe de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos sobre el antisemitismo en el partido, que actualmente está en proceso, pero que no tenía intención de esperar sus resultados para tomar medidas.
Keir Starmer✔@Keir_Starmer
It’s the honour and privilege of my life to be elected as Leader of the Labour Party.
I will lead this great party into a new era, with confidence and hope, so that when the time comes, we can serve our country again – in government.
Starmer es ex director de enjuiciamientos estatales y portavoz de Brexit del Laborismo.
Su esposa, Victoria Alexander, es de origen judío y, a través de ella, ha vivido en familia en Tel Aviv.
“La familia de mi esposa es judía. Su padre es judío, su familia vino de Polonia. La familia extendida vive en Israel ”, dijo a British News de Gran Bretaña en febrero.
Nunca ha estado en Israel, pero «estamos en contacto regular con ellos y tenemos varias visitas planificadas, básicamente para llevar a nuestros hijos por primera vez».
Dijo que asistió a cenas de Shabat con los familiares de su esposa en numerosas ocasiones y visitó las sinagogas de Londres para asistir a bodas y bar mitzvas familiares.
Durante un evento de campaña organizado por el Movimiento Laboral Judío, otros candidatos al liderazgo del partido dijeron que eran «sionistas» mientras Starmer dudaba.
«Sí apoyo el sionismo», dijo más tarde a Jewish News. “Apoyo absolutamente el derecho de Israel a existir como patria. Mi única preocupación es que el sionismo puede significar cosas ligeramente diferentes para diferentes personas, y … hasta cierto punto ha sido armado. No leería demasiado sobre eso. Lo dije en voz alta y clara, y lo dije en serio, que apoyo el sionismo sin calificación «.
También le dijo a Jewish Chronicle: «Si la definición de ‘sionista’ es alguien que cree en el estado de Israel, en ese sentido soy un sionista».
Starmer es miembro de Labor Friends of Palestine & the Middle East, un grupo parlamentario que promueve el apoyo a los palestinos y hace campañas por «la paz y la justicia en el Medio Oriente a través de la implementación del derecho internacional y el respeto de los derechos humanos».
Aún así, fueron particularmente sus lazos personales con el judaísmo los que llevaron a Starmer a ser criticado por algunos por no hacer lo suficiente contra el antisemitismo mientras servía en el Gabinete de la Sombra de Corbyn. Algunos incluso lo acusaron de tratar de ocultar su conexión con el judaísmo mientras el tema era polémico dentro del laborismo
Starmer recibió críticas en 2017 cuando invitó a una controvertida organización benéfica antiisraelí a hablar ante la Cámara de los Comunes. La Asociación de Amistad Camden Abu Dis ha alabado a los terroristas suicidas palestinos que atacaron a civiles israelíes durante la Segunda Intifada.
El Daily Mail del sábado publicó comentarios, según los informes, hechos por el fallecido rabino de Londres, el Dr. David Goldberg, quien murió el año pasado de cáncer. Un amigo de Goldberg dijo que el rabino le había dicho que estaba «muy decepcionado con Keir Starmer».
“Particularmente porque su esposa e hijos son miembros de mi sinagoga. Es su comunidad la que está amenazada y, sin embargo, ha hecho muy poco. Es patético ”, lo citó el amigo de Goldberg.
Sanando a un partido dividido
El anuncio de la elección de Starmer fue un asunto discreto, con una conferencia especial planeada y cancelada debido a restricciones impuestas a las reuniones sociales impuestas para detener la propagación de COVID-19.
En cambio, el resultado se publicó en un comunicado de prensa a media mañana, y se pidió a los candidatos que pregraben sus discursos de victoria.
Inteligente y estudioso, pero acusado de carecer de carisma, Starmer ha prometido volver a poner en forma al partido después de las elecciones generales de diciembre, cuando sufrió su peor resultado desde la década de 1930.
El primer ministro conservador Johnson triunfó al ganar escaños parlamentarios en el antiguo corazón industrial del Laborismo.
Fue la segunda derrota electoral de Corbyn, la cuarta para los laboristas desde que dejó el cargo en 2010, y se vio obligado a renunciar.
Starmer ahora ha prometido unir al partido después de años de amargas discusiones sobre la agenda socialista de Corbyn, Brexit y el manejo de las acusaciones de antisemitismo por parte de los líderes.
«Tenemos la oportunidad de reconstruir nuestro partido y nuestro movimiento y, lo que es más importante, la oportunidad de poner a los laboristas donde necesita estar de vuelta, que está de vuelta en el poder», dijo Starmer a sus seguidores en una videoconferencia el jueves.
Starmer dice que es un socialista impulsado por el deseo de reducir la desigualdad, pero su enfoque pragmático ha atraído el apoyo de los centristas en el partido, y las sospechas de la izquierda.
Antisemitismo bajo Corbyn
Las acusaciones de antisemitismo dentro de las filas del partido plagaron a los laboristas bajo el liderazgo de Corbyn, y se consideran un factor significativo en su aplastante derrota en las elecciones de diciembre.
Los judíos británicos abandonaron el partido en masa porque creían que los laboristas se habían vuelto institucionalmente antisemitas bajo Corbyn, un político pro-palestino que fue elegido para liderar el partido en 2015, con acusaciones generalizadas que Corbyn era un antisemita, algo que él ha negado
Corbyn fue acusado de no hacer frente a cientos de incidentes de antisemitismo dentro de su partido. Varios ex funcionarios del partido lo acusaron a él y a sus aliados de interferir en los esfuerzos para abordar el problema, en un programa de la BBC transmitido este verano.
Corbyn ha sufrido un ataque prolongado, incluso desde dentro del partido, por presuntamente permitir que el antisemitismo se propague en el partido y por negarse inicialmente a adoptar completamente la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA) en el nuevo código de conducta de Laborismo .
Gran parte del miedo a Corbyn fue estimulado por revelaciones sobre su historial pasado que surgió después de convertirse en líder laborista. Estos lo incluyeron describiendo a Hamas y Hezbolá como «amigos»; defender un mural antisemita en el este de Londres; y una aparente disposición a asociarse con presuntos antisemitas, terroristas y negadores del Holocausto.
‘Mala sangre y desconfianza’
El trabajo surgió del movimiento sindical, pero se mudó al centro político bajo el ex primer ministro Tony Blair, quien estuvo en el cargo entre 1997 y 2007.
Corbyn había pasado toda una vida al margen debido a sus opiniones de izquierda, y su elección como líder, a raíz de un gran aumento en la membresía del partido, fue un shock.
Los parlamentarios y los miembros del partido han estado encerrados en una batalla ideológica desde entonces.
«Realmente hay mucha mala sangre y desconfianza», dijo Steven Fielding, un experto político en la Universidad de Nottingham. «El primer desafío [del nuevo líder] será formar un equipo que al menos parezca que tiene la capacidad de unificar la fiesta».
Recuperar a los votantes que desertaron a los conservadores también es el primero de la lista si los laboristas tienen alguna esperanza de victoria en las próximas elecciones, actualmente programadas para 2024.
El brexit fue un tema tóxico para el partido, dividido entre los partidarios euroescépticos en muchas ciudades del norte de Inglaterra y los votantes pro-UE en las grandes ciudades como Londres.
Starmer se opuso al Brexit y jugó un papel clave en el movimiento laborista para apoyar un segundo referéndum sobre la salida de la Unión Europea.
Sin embargo, los votantes no estaban convencidos y Johnson sacó a Gran Bretaña del bloque el 31 de enero.
Desafío Coronavirus
El brote de coronavirus ha traído un desafío más inmediato.
El gobierno de Johnson impuso restricciones draconianas al movimiento público para tratar de detener la propagación, medidas respaldadas por los laboristas, aunque presionó con éxito para un mayor escrutinio parlamentario de los nuevos poderes policiales.
Los conservadores también han prometido sumas increíbles para mantener a flote a las empresas y a las personas, que se adentran en el territorio laboral tradicional.
Un hombre con una máscara facial espera a que llegue un tren de tubo TfL, en la plataforma de la estación de metro de Finsbury Park en el norte de Londres el 31 de marzo de 2020, mientras la vida en Gran Bretaña continúa durante el cierre nacional para combatir la nueva pandemia de coronavirus. (Foto de Isabel INFANTES / AFP)
En respuesta, las calificaciones de popularidad de Johnson se han disparado.
Una encuesta de YouGov la semana pasada encontró que el 55 por ciento del público tenía una opinión favorable sobre él, frente al 43% de la semana anterior.
Alrededor del 72% pensó que el gobierno estaba bien, incluida la mayoría de los votantes laboristas.
Sin embargo, los ministros han retrocedido en los últimos días por la falta de pruebas para el coronavirus y el equipo de protección inadecuado para el personal de atención médica.
Los laboristas han estado presionando los problemas, y Starmer dijo que esto continuaría.
«Mi instinto será ser constructivo pero hacer las preguntas difíciles», dijo al podcast de The Guardian esta semana.
Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
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