Estoy sumida en la incertidumbre. Los primeros días las empresas que publicitan en Instagram decían que cerraban. Ahora muchas piensan y ven como reconvertirse. No sabemos hasta cuándo vamos a seguir en casa. Unos te llevan tragos a tu casa, como si la gracia de tomar un trago no fuera ir a un bar.
Muchos tuitean que cocinan, limpian, teletrabajan, y dan consejos. Si no sentís angustia, sos como un robotito que está a enchufado a 220. Mejor para vos. Tomate tiempo para encontrarte contigo mismo, te dicen algunos psicólogos. Yo tengo monólogos con mi cabeza, ella habla sola y yo no digo ni mu. Hasta mi clase de gimnasia me saca de quicio. Mi profesora se convirtió en un gurú de la buena onda. Ya no me dice,” Janet, te equivocaste, es con la otra mano”. “Dale, aguanta, faltan quince minutos, no seas vaga. Ahora habla con una voz amorosa y dice “qué bueno que hagas gimnasia en tu casa”, “te felicito”. Los mensajes de inspiración y condescendencia me revuelven las tripas. Sigo la clase en facebook e Instagram a la vez. Me tiro al piso con el celular al lado, el milagro es seguir la clase sin que el wifi se corte.
Los escritores escriben. Estoy recibiendo una maravillosa newsletter de Pedro Mairal y Tamara Tenembaum . Pedro cuenta que la escribe a las cuatro de la mañana, en la hora que no hay zoom. ¿Es que nadie está harto de los zoom? Nunca tuve tantas invitaciones a conferencias en toda mi vida y no nací ayer. Tengo más de 50 y nunca viví un confinamiento como este. No viví una guerra. Ayer pedí una pizza, me pusé guantes de latex y tapaboca para bajar a la puerta de mi edificio. Siento que soy un extra en una película de ciencia ficción. El que se está robando la película es el Canciller Talvi, es el Superman de este momento. Delgado, es el otro superhéroe, cada vez que dice @QuedateEnCasa, no sé si es el secretario de Presidencia o es George Clooney en un comercial de Nescafe. Me lo dice con tanta dulzura que ya compré. “De esta salimos entre todos”. Sería una buena idea salir de una vez por todas.
Empiezo a mirar capítulos de series nuevas en Netflix y hay algunas que solo me las fumo con el celular en la mano. Por ej, la Casa de Papel, el profesor es más patético en la temporada 3.
Este tipo de crisis nos obliga a agradecer lo que tenemos: la velocidad del wifi, el smart tv, el sillón, netflix y twitter. Los personajes siniestros de twitter diseminan odio y desconfianza. Hay uno que es médico.
El periodista Tomás Mendez tira teorías conspirativas contra los judíos encuentra eco en la ignorancia de algunos televidentes. Alejandro de Barbieri, con una óptica positiva utiliza en sus vivos de IG experiencias judías como el libro de Ana Frank y “El hombre en busca de sentido “ de Victor Frankl.
La escritura no me va a salvar porque escribir este par de boludeces me llevó una hora. Apuesto a la lectura, yo leí “Salvatierra” de Pedro Mairal y un montón de cuentos que recomienda en su twitter. Los invito a leer esa lista de libros que tenían postergada. Si prefieren audio libros o podcast, hay de todo tipo y colores. Mi favorito es “No me olividé de vos” de Julieta Habif.
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