Los ataques terroristas islámicos que tienen en la mira a los cristianos en Turquía se han incrementado de una manera notable. Durante la Navidad del 2011, por ejemplo, un complot a gran escala que iba a ser perpetrado por Al-Qaeda con el propósito de atentar contra “todas las iglesias en Ankara” fue expuesto. Antes de la Navidad del 2015, ISIS amenazó al menos 20 iglesias protestantes y advirtió que “los mandamientos coránicos… nos instan a asesinar a los apóstatas como ustedes”.
Imagen: El 8 de mayo del 2020, un individuo intentó incendiar la Iglesia Armenia Surp Asdvadzadzin ubicada en Estambul, la cual fue profanada repetidamente con grafitis hostiles y de odio, entre otros sacrilegios.
En el año 2017, tal como se informó ampliamente, un individuo armado vestido de San Nicolás ingresó a un club nocturno en Estambul durante las celebraciones de Año Nuevo y asesinó a 39 personas. Un “heroico soldado del califato”, afirmó después el Estado Islámico (“ISIS”), “este individuo atacó el club nocturno más famoso donde los cristianos celebraban su fiesta pagana”. La declaración además caracterizó al gobierno de Turquía como el “servidor de la cruz”.
En la Turquía que fue una vez laica, el odio hacia los cristianos ha llegado a impregnar cada uno de los segmentos de la sociedad.
En Turquía, una vez laica, el odio a los cristianos ha llegado a impregnar todos los segmentos de la sociedad – desde el ciudadano musulmán promedio hasta los niveles más altos del gobierno. Los ejemplos son muchos; dos de los más obvios – el asesinato de cristianos y los ataques contra sus iglesias.
En el año 2009, un grupo de jóvenes turcos, incluyendo el hijo de un alcalde – irrumpió en una editorial bíblica en Malatya. El grupo ató a sus tres empleados cristianos, los torturaron durante horas y luego los asesinaron. “No hicimos esto para nosotros, sino por nuestra religión”, dijo uno de los turcos acusados. “Que esto sea una lección a los enemigos de nuestra religión”. Luego, todos fueron liberados de prisión mediante el uso de un tecnicismo.
En el año 2012, una mujer armenia de 85 años de edad fue asesinada a puñaladas en su departamento de Estambul. Para que nadie confunda el motivo de su asesinato, su asesino talló un crucifijo en su cadáver desnudo. Según el informe, dicho “ataque marca el quinto sucedido en los últimos dos meses contra mujeres armenias de edad ya avanzada (una de ellas perdió un ojo)”.
En el 2019, un “hombre griego de 86 años de edad fue hallado asesinado en su casa con las manos y pies atados”; esta persona se informó también que había sido torturado.
A finales del año 2019, un chico musulmán de 16 años apuñaló varias veces en el corazón a un evangelista cristiano coreano; el esposo y padre de 41 años murió poco después.
Más comunes que los asesinatos selectivos a cristianos son los ataques relacionados a las iglesias.
En el año 2014, en Estambul, una pandilla de musulmanes no-específica interrumpió el servicio religioso de una iglesia bautismal en Estambul. Estos se abrieron paso hacia la iglesia, gritando obscenidades; uno agitaba amenazadoramente un cuchillo frente a los asistentes. “No es el primero ni tampoco será el último”, dijo un cristiano oriundo del lugar.
En el 2015, un individuo musulmán, gritando “Allahu Akbar” (“Alá es el más grande”) y “Vengaremos la Mezquita Al-Aqsa”, arrojó un artefacto explosivo tipo molotov a la Iglesia Ortodoxa Aya Triada en Estambul e incendió partes de este. En otro incidente, cuatro turcos gritando “Allahu Akbar” atacaron y patearon la puerta de la iglesia de Agape en la región del Mar Negro. Según relata el pastor asediado, estos querían “entrar y golpear a alguien o atacar de alguna otra manera”.
En el 2015, 15 iglesias fueron amenazadas de muerte por “negar a Alá”. “Infieles pervertidos”, leía una de las amenazas, “muy pronto llegará el momento en que iremos tras sus cuellos. Pueda Alá recibir la gloria y alabanzas”. “Las amenazas no son nada nuevo para la comunidad protestante que vive en este país y desea criar a sus hijos en este lugar”, comentaron los líderes de la iglesia.
Cuando un individuo abrió fuego contra la Iglesia Católica de Santa María en Trabzon en el año 2018, fue solo el último en varios ataques contra dicha iglesia. Semanas antes, una bomba improvisada fue arrojada a su jardín; en el 2016, musulmanes gritando a toda voz “Allahu Akbar” destrozaron la iglesia utilizando martillos; en el 2011 la iglesia fue atacada y amenazada por su visible cruz; y en el 2006 su sacerdote Andrea Santoro, fue asesinado a tiros en pleno servicio religioso.
Amenazar y vandalizar iglesias es algo especialmente común. A comienzos del año 2019, grafitis hostiles y repletos de odio, incluyendo la frase “¡Están acabados!” – fueron hallados en la Iglesia Armenia de la Santa Madre de Dios en Estambul. Al comentarlo, un activista armenio tuiteó: “Cada año, se suceden decenas de ataques de odio contra iglesias y sinagogas”.
A finales del 2019, mientras profería abusos y amenazas físicas contra cristianos reunidos en la Iglesia de San Pablo en Antalya, un hombre dijo que “disfrutaría enormemente destruir a los cristianos, ya que los veía como una forma de parasitismo en Turquía”.
Recientemente, el 8 de mayo, 2020 en Estambul, un individuo intentó incendiar una iglesia que había sido atacada repetidamente con grafitis hostiles, entre otras profanaciones.
Las autoridades turcas tienen el poder de confiscar o simplemente cerrar iglesias.
En lugar de amenazar o atacar a las iglesias, las autoridades turcas tienen el poder de confiscarlas o cerrarlas (por ejemplo, aquí, allí y aquí). En un incidente, la policía, similar a los merodeadores mencionados anteriormente, interrumpió una ceremonia de bautizo mientras atacaba y posteriormente cerraba una iglesia no-autorizada. “Turquía no posee una vía para la legalización de las iglesias”, señaló el informe.
Cuando no se pueden hallar pretextos, los asaltantes a veces recurren a otras tácticas. En un aparente intento por ocultar la presencia en la red de al menos una iglesia, por ejemplo, las autoridades etiquetaron su portal de “pornográfico” y este fue bloqueado. La prohibición fue “horrible”, respondió un representante de la iglesia. “Es una pena. Realmente nos duele haber sido acusados de esta manera cuando en realidad poseemos altísimos estándares éticos y de moral”.
Además, las antiguas iglesias anteriores al Islam por siglos, incluyendo el monasterio de Stoudios, el lugar de culto cristiano más antiguo en Asia Menor y fundado mil años antes de la conquista islámica en el siglo 14 – están siendo transformadas en mezquitas. Luego de explicar la manera en que el gobierno turco construyó casi 9.000 mezquitas en una sola década, mientras prohibía la liturgia en el Monasterio de Sumela, otro lugar histórico inaugurado en al año 386, unos 1.000 años antes de que Asia Menor se convirtiera en “Turquía” – un informe agrega: “Esta arbitraria prohibición parece ser otra demostración más del estatus “no oficial” de ciudadanos de segunda clase otorgada a los cristianos en Turquía”.
Los ataques a los cementerios cristianos van en aumento en Turquía.
El odio hacia los cristianos en Turquía ha llegado al punto donde a los “infieles” incluso se les persigue más allá de la tumba. Los ataques a los cementerios cristianos van en aumento, lo que lleva a un cristiano a preguntar: “¿Le tocará ahora a nuestros difuntos?”
Según un informe publicado en marzo del 2020, fueron halladas destruidas de 20 a 72 lápidas en un solo cementerio cristiano en Ankara. En otro incidente reciente, aquellos que profanaron el cementerio destruyeron una cruz de la tumba de una mujer fallecida. Unos días antes, su entierro en la iglesia fue interrumpido por los gritos de “¡Allahu Akbar!”
¿Qué hay detrás de todos estos ataques contra cualquier cosa que sea y se vea cristiana y contra toda persona, edificaciones e incluso tumbas cristianas? La reciente respuesta de un periodista en Turquía fue una “atmosfera de odio”:
- Pero este ambiente odioso no surgió de la nada. Las semillas de este odio son propagadas, comenzando en las escuelas primarias, a través de los libros impresos por el Ministerio de Educación Nacional en los que se representa a los cristianos como enemigos y traidores. El adoctrinamiento continúa a través de los diarios y canales de televisión en la red con las políticas de estado. Y, por supuesto, los sermones en las mezquitas y las charlas y pláticas en los cafés agitan aún más dicho odio.
En otras palabras, los turcos, habiendo sido una vez “laicos”, son educados ahora a odiar a los cristianos.
Notablemente, incluso eso no es suficiente para evitar que ISIS acuse a Turquía de “servirle a la cruz”.
Entonces, ¿qué es lo que consideran los llamados musulmanes “radicales” – (entre 63 y 287 millones de musulmanes que apoyan a ISIS en solo once naciones) – el trato “adecuado” hacia los cristianos?
Raymond Ibrahim es miembro del Judith Friedman Rosen en el Foro del Medio Oriente.
Traducido por Hatzad Hasheni
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