El domingo 10 de mayo de 2020, Abdulhamed al-Ghobain, periodista y escritor saudita, decía que “el apoyo de base saudita a la causa palestina está disminuyendo”
Abdulhamed al-Ghobain citó que Arabia Saudita podría beneficiarse enormemente de trabajar para mejorar los lazos con Israel.
“El público saudita es en gran medida indiferente a la causa palestina”, añadió Al-Ghobain a la BBC árabe, y que “la opinión pública saudita se estaba volviendo cada vez más en contra de los palestinos, y no solo por una razón más pragmática de tratar de construir mejores lazos con Israel”
Al-Ghobain dijo que “los palestinos han perdido, son personas emocionales cuyo comportamiento se rige por sus sentimientos y esos sentimientos no son compartidos por los ciudadanos sauditas ni por los líderes de Riad” y agregó que “Arabia Saudita podría ganar económicamente y estratégicamente al mantener un diálogo con Israel y continuar trabajando hacia la normalización. … Israel es un país avanzado y podemos beneficiarnos de él. Cuando Turquía estableció relaciones con Israel, disfrutó de un gran progreso”. [1]
En los últimos años Israel y Arabia Saudita están trabajando hacia una mejor relación, unida por la amenaza de un enemigo común en el régimen de los ayatolás de la República Islámica de Irán.
Tras la frontera sureña de Arabia Saudita, en Yemen, los iraníes están pertrechando con armamento y dinero a la insurgencia chiíta de los hutíes en la guerra interreligiosa entre sunnitas y chiítas, que comenzó en junio de 2004 cuando el clérigo opositor Hussein Badreddin al-Houthi, líder de los hutíes, movimiento chiíta de los zaydíes, inició una rebelión contra el Gobierno yemení. La mayor parte de la lucha se ha centrado en la gobernación de Sadah, pero se ha expandido a otras áreas vecinas e incluso a zonas fronterizas con Arabia Saudí y algunos de los combates se extendieron a la provincia saudita de Yizan.
El Gobierno yemení sunnita afirma que los hutíes estaban tratando de derrocarlo y poner en práctica la ley religiosa chiíta.
Justo un mes después de las declaraciones en la BBC árabe, el miércoles 10 de junio de 2020, Abdulhameed Al-Ghobain afirmaba: “Apoyamos la anexión israelí porque los palestinos han perdido muchas oportunidades y no tienen más cartas para jugar”. [2]
El movimiento huthí, que representa a la minoría musulmana zaidí chiíta de Yemen, había combatido una serie de rebeliones contra el gobierno de Saleh durante los 2000.
Pero gran parte de estos enfrentamientos quedaron confinados a la empobrecida provincia de Saada en el norte del país.
Los hutíes lograron tomar el control de la capital, Saná, en septiembre de 2014, y desde allí continuaron avanzando hacia la segunda ciudad más grande del país, Adén.
En 2015 Arabia Saudita, alarmada por el avance de los hutíes, grupo apoyado militarmente por Irán, la potencia regional chiíta y su feroz enemigo, lanzó una campaña militar aérea para restaurar al gobierno de Hadi.
La República Islámica de Irán está tratando de expandir su influencia en los países árabes, incluido Yemen, que comparte una larga frontera con Arabia Saudita a través de la alianza con los hutíes.
Irán ha sido acusada, por Arabia Saudita y los EEUU, responsable del bombardeo contra las instalaciones petroleras saudíes que se produjo el sábado 14 de septiembre de 2019 que causó importantes subidas de precio. [3]
A la vez que Riad también busca la destreza de High Tech, alta tecnología, de Israel mientras trabaja para diversificar su economía basada en el petróleo en un curso de reforma establecido por sus gobernantes.
Los dirigentes de Teherán no esconden sus intenciones de convertir al mundo árabe sunnita en chiíta, en destruir Israel y conquistar el mundo para Alá, en su versión chiíta.
Recientemente Sabaheddin Torkilmaz, director del chiíta Centro Islámico Imam Rezachiíta en Berlín, fue entrevistado por el canal de televisión iraní Ofogh, el 3 de junio de 2020, en la que expresó contundentemente que “el Imam Jomeini y la Revolución Islámica han inspirado a Irak, Siria, Palestina, Yemen, el Líbano y otros países en África y Latinoamérica y que la Revolución Islámica no tiene fronteras” y que “el Mandato del Jurisprudente se opone a la democracia liberal.” [4]
La Unión Europa con su sordera selectiva, quiere ignorar y hacer oídos sordos a lo que el régimen de los ayatolás de Irán expresa muy claro y muy alto. Nunca quisieron defender a Israel cuando ya en 1979 el Gran Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Ruhollah Musavi Jomeini amenazaba con destruir a Israel, al que calificaba de tumor maligno, cáncer a extirpar, mantra que se repite constantemente en el mundo chiíta. Los árabes han empezado a entender el peligro del régimen de los ayatolás, pero Europa duerme la siesta narcotizada en el hedonismo y envuelta en los harapos de su secular antisemitismo.
Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Común y Vicepresidente de la Comisión Europea, en el ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen, sólo tiene los dedos para señalar y amenazar a Israel y no es consciente que su estulticia, ceguera y sordera selectiva no frenará al totalitarismo y terrorismo islámico. Los Joseps Borrells europeos son incapaces de amenazar a los gobiernos islámicos que alimentan y pertrechan a los criminales y totalitarios yihadistas, sean sunnitas o chiítas.
Josep Borrell y similares no quieren recordar que el odio que comienza con los judíos nunca termina con los judíos. No fueron solo los judíos los que sufrieron bajo Hitler. No fueron los judíos solamente los que sufrieron bajo Stalin. No son los judíos únicamente los que sufren bajo la República Islámica de Irán, el Estado Islámico, Hamás, Hizbulá, al Qaeda, o la Yihad Islámica. Se lo pueden preguntar a los cristianos del mundo árabe, que fueron cristianos mucho antes que los europeos tuvieran conocimiento del cristianismo.
Pero esto les es completamente indiferente a los necios y antisemitas como Josep Borrell y similares.
NOTAS
[2] https://worldisraelnews.com/watch-we-support-israeli-annexation-says-saudi-journalist/
[3] https://www.elmundo.es/internacional/2019/09/14/5d7c8b0221efa0ca778b4626.html
Me preocupa pensar, que dicho «apoyo» se deba unicamente a un cálculo estratégico, en este caso por parte de Arabia Saudi, enemigo jurado de Iran, y competidor con él por extender su zona de influencia en el ámbito de los paises islámicos … se trataria pues de intereses geopoliticos y de paso tambien comerciales, y no de un cambio de postura «real» en relacion al derecho que asiste a Israel en recuperar espácios que historicamente formaron parte de su territorio … bueno es ciertamente que Israel pueda sacar «provecho» de esa enemistad enconada, pero conviene a mi juicio no engañarse, respecto a las intenciones últimas que animan a los dirigentes saudies …