Carne cultivada de Aleph Farms basada en una técnica de ingeniería de tejidos desarrollada en el Instituto Tecnológico Technion-Israel. Foto cortesía
El coronavirus ha generado una crisis en el mercado de la carne que hoy transita días complicados con una pronunciada escasez y aumentos de precios.
Este escenario aceleró la carrera hacia la producción en masa de “carne cultivada” (también llamada carne basada en células animales cosechadas en condiciones estériles controladas).
Producir carne real sin dañar a los animales o al medio ambiente ya no es una fantasía. En los últimos siete años han surgido 30 nuevas empresas de carne cultivada y cinco de ellas son Israelíes.
El único ingrediente que faltaba para motorizar aún más a esta industria era, justamente, una sensación de urgencia que la pandemia proporcionó con amplitud.
«La crisis enfatizó en la idea de que la industria de la carne es horrible», afirmó Anya Eldan, gerente general de la División de Startups de la Autoridad de Innovación de Israel (IIA).
Para Eldan, cultivar carne a partir de células responde bien al problema de muchas maneras. “Se puede cultivar de forma local, con una transparencia total y sin las condiciones peligrosas que llevaron a muchos trabajadores de empacadoras de carne a enfermarse por el coronavirus”, describió.
En 2014, la IIA y el grupo israelí de alimentos Strauss abrieron el primer centro de tecnología alimentaria de Israel The Kitchen en Ashdod. Tiempo atrás, la IIA se asoció con otras compañías para lanzar la incubadora Fresh Start en Kiryat Shmona y el laboratorio de innovación FoodNxt en Migdal Haemek.
Cada uno de estos organismos cuenta con diferentes programas en el área de alternativas de proteínas.
Incitada por la crisis del COVID-19, la Unión Europea prometió destinar 10.000 millones de euros para investigación y desarrollo de proteínas alternativas. En ese sentido, Eldan aseguró que la IIA ayudará a las compañías israelíes a presentar propuestas.
Un precedente
“La seguridad alimentaria, la salud pública y las preocupaciones económicas son varias cuestiones relacionadas con el coronavirus que aceleran el desarrollo de alimentos con proteínas alternativas”, manifestó Nir Goldstein, director gerente de la rama israelí del Instituto Good Food (GFI).
El directivo afirmó que nadie está seguro de cómo se transfirió el coronavirus de los animales a los seres humanos pero crisis como esta también tuvieron lugar antes con las gripes aviar y porcina y el ébola debido a la estrecha interacción entre las personas y los animales en la agricultura animal.
“Además de los virus, la resistencia a los antibióticos es una amenaza creciente para la salud pública. Entre el 70 y el 80 por ciento de todos los antibióticos se administran a animales criados para la alimentación humana», dijo Goldstein.
Estos inconvenientes llevaron a un fuerte aumento de la inversión y la demanda de alternativas a la carne tradicional. En el primer trimestre de 2020, la inversión en proteínas alternativas alcanzó unos 900 millones de dólares, el mismo monto que el sector recaudó en todo 2018.
Y eso que el primer trimestre fue antes del impacto global del coronavirus.
Inaugurada hace menos de un año en Tel Aviv, la sucursal del GFI en Israel, invirtió cerca de un millón de dólares en empresas locales de producción de proteínas alternativas.
Hoy, las nuevas empresas israelíes cocinan «carnes» a base de levadura fermentada o de origen vegetal con aspecto, sabor, aroma y textura muy realistas. Algunas son SavorEat, Redefine Meat, Rilbite, Yeap, Nutrilis y More Foods.
Sin embargo, para los carnívoros clásicos, nada puede sustituir a la carne de vaca, pollo, pavo cerdo y cordero reales. Así, la carne cultivada podría quedarse con una importante parte de un mercado plagado de problemas de suministro, éticos y ambientales.
La consultora de gestión multinacional Kearney estimó que en 2040 la carne cultivada representará el 35 por ciento de todo el mercado.
Estas son las cinco nuevas empresas israelíes que esperan comercializar carne a base de células.
Aleph Farms
Con base en Rejovot, Aleph Farms nació en 2016 en The Kitchen y ya recaudó 14 millones de dólares de inversores como Cargill y el minorista suizo Migros.
Con tecnología de ingeniería de tejidos del laboratorio Technion de Shulamit Levenberg, Aleph Farms tiene como meta finalizar el desarrollo de su filete de carne de corte fino para fines de este año. «Comenzaremos a construir nuestra primera bio-granja piloto en 2021», le dijo Didier Toubia, director general de la empresa a ISRAEL21c. Y añadió: «No buscamos matar a la industria cárnica sino que buscamos satisfacer una necesidad agudizada por la pandemia”.
Los sitios de producción de Aleph Farms pueden levantarse en cualquier sitio -incluidas las grandes ciudades- para mantener estable la cadena de suministro durante cualquier crisis.
Future Meat Technologies
Future Meat Technologies diseña pollo, carne de res y cordero utilizando un enfoque diferente al de Aleph Farms. «Ambas tecnologías pueden convivir muy bien”, le explicó Yaakov Nahmias, fundador de Future Meat y profesor de CSO, a ISRAEL21c.
Es más, las compañías son ahora vecina luego de que Future Meat se mudara del campus de la Universidad Hebrea de Jerusalén a una nueva instalación en Rejovot que albergará una unidad de producción.
Fundada en 2017 a través de la compañía de transferencia de tecnología Yissum de la universidad, la compañía desarrolló un sistema de producción de biorreactores que permitiría a los productores de alimentos, procesadores de carne, agricultores, servicios de alimentos y minoristas fabricar carne molida y procesarla de forma local o en una instalación centralizada en cerca de 14 días.
«El coronavirus se originó por prácticas alimentarias particulares como las de los mercados húmedos en Wuhan y la crisis se debe en parte a la excesiva dependencia de los animales de granja», definió Nahmias.
De acuerdo con el ejecutivo, hay un gran interés en las carnes de origen vegetal y celular para limitar y asegurar el suministro de alimentos durante la próxima epidemia.
BioFood Systems
Arturo Geifman y Yohai Ben Zikri son emprendedores experimentados en la industria de la carne y científicos de alimentos. En 2018 fundaron BioFood Systems en Hod Hasharon.
«Estamos en la industria de la carne desde hace más de 30 años y nos dimos cuenta del daño que la agricultura animal le causa al medio ambiente. Pero también vemos que hoy la calidad de la carne de vaca no es lo suficientemente buena», le dijo Geifman a ISRAEL21c.
Su empresa emergente adapta una tecnología del sector farmacéutico para cultivar carne bovina de forma rentable a partir de células madre embrionarias. “Nuestro objetivo es causar un impacto en nuestro ecosistema y un cambio en el mundo. Eso solo sucederá si los carnívoros como nosotros comen nuestro producto”, afirmó Geifman, que estimó que el proceso no será rápido sino que tardará al menos una década en la que la compañía también producirá un sustituto vegano de carne con proteínas vegetales que buscará financiar el proyecto de carne cultivada.
En el próximo trimestre, BioFood Systems planea terminar su fase de investigación y desarrollo para productos como hamburguesas, albóndigas y salchichas en lo que Geifman llama «una tecnología completamente nueva» con ingredientes con proteínas de guisantes. Pronto buscarán un socio de fabricación en Israel o en Europa.
Supermeat
SuperMeat tiene su sede en Tel Aviv y trabaja desde hace cinco años. Su objetivo es producir pollo cultivado para abastecer al mercado.
«Somos una de las primeras compañías en la industria de la carne cultivada y como tal nos enorgullecemos de haber creado una plataforma que nos permite producir materia prima avícola cultivada en un proceso escalable y comercialmente viable», comentó Shir Friedman, cofundadora de la empresa.
SuperMeat optimiza su proceso de producción mientras trabaja con agencias reguladoras. «Queremos garantizar que nuestros procesos sigan los más altos estándares de productos alimenticios para llegar al mercado», afirmó Friedman.
La compañía cuenta con el respaldo de un grupo de inversores estratégicos a largo plazo, incluido el productor avícola alemán PHW-Gruppe. «El coronavirus atrajo la atención e interés de muchas empresas acerca de las posibles tecnologías para reducir nuestra dependencia de la ganadería y mitigar el riesgo. La carne cultivada es definitivamente uno de los aspectos más destacados de todo este proceso”, le comentó Shir a ISRAEL21c.
MeaTech
La nueva empresa emergente de carne cultivada de Israel se llama MeaTech y sus instalaciones están en Ness Ziona, muy cerca de Rejovot.
Esta compañía presenta la impresión 3D de carne bovina a partir de células del cordón umbilical cultivadas en un biorreactor. Sharon Fima es la fundadora y directora ejecutiva pero antes se desempeñó como directora de la compañía de fabricación aditiva Nano Dimension.
Fima estima que esta tecnología tomará entre seis y ocho años desarrollarse por completo.
Hoy, MeaTech cuenta con algunas personalidades involucradas, entre ellos el ex embajador israelí en EEUU Danny Ayalon y el químico y empresario serial de la Universidad Hebrea, el profesor Shlomo Magdassi.
Creada en enero de 2019, MeaTech se agrupó con Ophectra Real Estate and Investments en octubre y ya cotiza en la Bolsa de Valores de Tel Aviv.
Entre sus inversores están el magnate de supermercados israelí Rami Levy y el importador de carne israelí Adom.
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