Marcelo Birmajer, destacado escritor y guionista argentino, judío, lleva desde aquel 18 de julio de 1994 el dolor de la explosión de AMIA. Desde el 23 de diciembre del 2015, el terrorismo tiene para él un nombre y apellido personal, al ser asesinado a cuchilladas su hermano Eduardo, rabino, padre de 7 hijos, en un atentado terrorista en Jerusalem. Para él, los criminales responsables de ambos ataques, y de tantos más, están guiados por la misma ideología letal y llena de odio. Por eso traza la línea que los une a todos.
Y no olvida condenar los mensajes desde la Presidencia argentina.
Pero tampoco olvida que en su momento, tras la hecatombe de la Shoá, criminales nazis pagaron por sus crímenes, y asegura que también en esto se terminará haciendo justicia.
P: Marcelo ¿Cómo vivís, 26 años después, un nuevo aniversario del atentado terrorista contra la AMIA?
R: Me preocupa mucho que la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, sea quien firmó un pacto de impunidad con los sospechosos iraníes de cometer el atentado. Su hija, Florencia Kirchner, subió en las redes sociales una reivindicación de la terrorista palestina nazi Leila Khaled. La confluencia ideológica de la vicepresidenta, con una hija que reivindica el terrorismo anti judío, es muy peligrosa para la seguridad de la democracia argentina, especialmente porque es el país que ha sufrido el peor ataque anti judío posterior a la Segunda Guerra Mundial: el atentado contra la Amia.
P: ¿Cómo recordás aquel día? Seguramente todo judío argentino tiene claro dónde estaba y qué estaba haciendo cuando estalló la bomba aquel 18 de julio.
R: Yo estaba escribiendo un cuento en mi casa de Parque Patricios. Tenía un viaje programado para unos pocos días después, y el agente de viajes me llamó para preguntarme si confirmaba el viaje. Me sorprendió su llamado. Evidentemente él ya había visto la noticia, y yo aún no. Pero no me aclaró por qué me llamaba. Pocos minutos después me enteré. Ese llamado lo recuerdo como especialmente despreciable. A los pocos días del atentado, se me paralizó una mitad de la cara. Luego me curé. Pero el dolor de Amia no se me va a pasar nunca.
P: Impresionante tu descripción Marcelo….y cómo una simple llamada puede simbolizar tanto. Tan solo dos años después de la Embajada de Israel, nuevamente un ataque terrorista en Buenos Aires. ¿Te sorprendió en su momento?
R: Los dos atentados me sorprendieron brutalmente. Todavía no me repongo. Me cuesta creerlo. Pero sucedió. Debemos seguir buscando justicia, que los sospechosos iraníes sean entregados a la justicia argentina: y romper relaciones con Irán hasta que no lo hagan. Irán nos sigue declarando una guerra terrorista cada día que no entrega a los acusados. Invadieron y bombardearon la Argentina. Es increíble, pero sucedió.
P: Está clarísimo que se buscó al más simbólico blanco judío de Buenos Aires. Pero no me parece que sea una mera frase que el atentado debe verse como un ataque contra Argentina toda. ¿Estás de acuerdo con este concepto?
R: Nos atacaron por ser la cabeza de playa de la democracia en la región; atacaron un blanco judío porque son antijudíos. Todo régimen antijudío es por definición antidemocrático. Y Argentina es mucho más el país de la democracia de Alfonsín, que el del Memorándum traidor y el autoritarismo criminal de Cristina Fernández de Kirchner. Argentina es también el país del fiscal Nisman, que dio su vida por la verdad, la justicia y la libertad, contra el islamofascismo iraní.
P: ¿Cómo viste a lo largo de los años y cómo ves hoy la actitud de la sociedad argentina, fuera de la comunidad judía, respecto al atentado?
R: Ambivalente: por momentos buscamos justicia, por momentos nos olvidamos. El voto al actual gobierno, en mi opinión, es un voto de olvido. Pero no es definitivo ni definitorio. Vamos y venimos, como muchas otras sociedades.
P: ¿Y cómo ves la actitud del actual gobierno argentino respecto a la comunidad judía y al tema AMIA? Todos sabemos quién acompaña al Presidente Alberto Fernández como número 2 y qué rol jugó la ex Presidenta Cristina Fernández en el tema. Pero él mismo ha tenido pronunciamientos importantes contra el terrorismo, y su Cancillería adoptó recientemente la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional Recordatoria del Holocausto, considerada amplia y abarcativa. ¿Cómo ves la situación?
R: Los pronunciamientos son anulados por la garantía de impunidad para con la vicepresidenta, que a su vez le garantizó impunidad a los sospechosos iraníes. Adherir a un comunicado es fácil; seguir la causa del fiscal Nisman contra la traición de la actual vicepresidenta, no parece que vaya a suceder. Si quisiera hacer justicia, el presidente no se hubiera dejado elegir por la vicepresidenta para ser el compañero de fórmula. No hay que olvidar que fue el propio actual presidente quien en una nota en La Nación, titulada “Hasta que el silencio aturda”, acusó a la vicepresidenta, de garantizarle impunidad a los iraníes con el Memorándum. Alberto Fernández la acusó, y luego la celebró y defendió. No tiene palabra: puede decir cualquier cosa.
P: Y en el ínterin, el presidente Fernández también justificó el memorando con Irán en una conexión por zoom con el Comité Judío Americano…increíble. A esta altura ¿Te parece que se hará justicia en algún momento o está todo perdido?
R Estoy seguro de que se va a hacer justicia. Es cierto que necesita de todo nuestro esfuerzo; pero del mismo modo que vencimos a los nazis en la Segunda Guerra, y a los antijudíos en la guerra de Independencia de Israel, y que liderados por Alfonsín juzgamos a los militares que desaparecieron, torturaron y asesinaron a miles de argentinos; también creo que la República Islámica de Irán terminará rindiendo cuentas por el crimen de lesa humanidad que cometió en Argentina, asesinando 85 personas, invadiendo y bombardeando nuestro suelo.
P: Vos viviste el terrorismo en carne propia, cuando fue asesinado tu hermano a cuchilladas en Jerusalem. ¿Uno se plantea una línea que lo une todo?
R: Sí. Por supuesto: son los mismos fundamentalistas islámicos que odian a los diez mandamientos, a los judíos y a la democracia argentina; odian la libertad de expresión, la igualdad de derechos entre la mujer y el hombre; la diversidad en todas sus formas. Son la misma ideología que derrotamos en la Segunda Guerra Mundial. Los vamos a volver a derrotar.
P: ¿Hay diferencias entre el significado de un atentado cometido en la capital de Israel y uno dirigido contra judíos en el exterior?
R: Para mí no hay ninguna diferencia: atacar a Israel es atacar la libertad y la diversidad. Atacar a los judíos en el resto del mundo, tiene el mismo sentido. Debemos defendernos juntos: espalda contra espalda.
P: ¿Cuáles son los mensajes que emanan del atentado, las cosas que debemos aprender, que el mundo debe conocer?
R: El fundamentalismo islamofascista es el peor enemigo de la libertad y la diversidad en el mundo contemporáneo. Debemos derrotarlo para poder vivir en paz. Nuestra meta es vivir en paz y libertad: son simbióticas.
P: ¿Qué dirías a las familias de las víctimas? Vos sabés bien lo que viven desde 1994…
R: No tengo palabras para decirles. Tampoco nadie me pudo decir una palabra que me consolara cuando asesinaron a mi hermano. El dolor del pariente de una persona asesinada no tiene puentes: no sé qué decir, ni sé escuchar al respecto. El resto, lo dije todo en esta misma nota.
P: ¿Algo más que quieras agregar, que yo no te haya sabido preguntar?
R: Sí, volviendo a mi primera respuesta, quiero recalcar que la terrorista palestina nazi Leila Khaled es tan terrorista como el terrorista suicida que asesinó a 85 personas en la Amia. No debemos olvidarlo ni por un segundo.
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