Henrique Cymerman, querido amigo y apreciadísimo colega, es un muy reconocido periodista nacido en Portugal y radicado en Israel desde los 16 años. Su destacada labor periodística lo ha llevado al Golfo Pérsico en distintas oportunidades, desarrollando allí intensos vínculos con figuras protagónicas en la región, convirtiéndose así él mismo en protagonista y facilitador del acercamiento entre Israel y diversos países de la zona.
En febrero de este año, sin saber en aquel momento que en agosto se anunciaría la normalización de relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, se creó la Cámara de Comercio e Industria Israel-Países del Golfo, y se le ofreció a Henrique presidirla. Aceptó el cargo con entusiasmo y convicción.
En esta entrevista, nos explica por qué.
P: ¿Qué significa ser el Presidente de la recién constituida Cámara de Comercio Israel-Golfo Pérsico? Y recordemos el trasfondo de tus relaciones con esa región, que te sirven por cierto ahora para ese cargo.
R: Ser presidente fundador de la Cámara de Comercio e Industria Israel-Países del Golfo Pérsico, los seis países incluyendo los Emiratos Árabes Unidos, es un reto, en primer lugar, y es parte de mi forma de ver el futuro de esta región y de Israel. Yo llevo 10 años, desde 2010, visitando distintos países de la región, de todo Medio Oriente pero también, y sobre todo, del Golfo Pérsico, y hablando con líderes, príncipes y Generales de países como Arabia Saudita, los Emiratos, Omán, Bahréin. He estado visitando estos países y hablando con sus líderes en foros internacionales en los que participo de forma regular desde el año 2012, tres veces al año, dos en Europa y una en Medio Oriente. Así llegué a la conclusión que hay una revolución en marcha en la región, una revolución que no nos la cuentan en los medios de comunicación, por lo menos no nos lo contaban hace unos años. Y a partir de ahí empecé a estudiar el tema muy profundamente y llegué a la conclusión que el futuro de Israel y de… no lo quiero llamar de un nuevo Medio Oriente sino de un Medio Oriente distinto y mejor para las próximas generaciones, pasa por relaciones de todo tipo, más allá de la defensa, la seguridad y la inteligencia. Pasa por los temas económicos, comerciales, industriales, los temas académicos, las relaciones culturales, entre nosotros y un mundo árabe que, a raíz de los cambios geopolíticos, entiende hoy que tiene mucho más en común con nosotros que lo que se imaginaba.
P: Se trata de intereses en común y de una visión hoy mucho más pragmática.
R: Así es. Intereses en común, estamos hablando ante todo de intereses de real politik. Por lo tanto, una cámara de comercio como esta, que fundamos en febrero de 2020 en vísperas del coronavirus, tiene como objetivo hacer todo lo que no se hace de forma sistemática, o sea, todo lo que no está relacionado con temas defensivos. Creo que ese es mi gran reto, crear esta plataforma común entre Israel y los Emiratos, por ahora, pero mucho más allá con otros países.
De cooperación a la sombra, a una relación pública
P: El tema de intercambio comercial y tecnológico es uno de los grandes puntos de interés en estas relaciones, de ambas partes. ¿Qué es lo que ya se ha hecho en este campo en los últimos años?
R: Lo que hay en los últimos años es empresas israelíes muy poderosas del campo de la seguridad, como las industrias aeronáuticas israelíes Raphael, Elbit y otras, que se han instalado en algunos países, de forma más o menos conocida, llegando a todo tipo de operaciones comerciales con los gobiernos locales. Hay también algunos hombres de negocios israelíes que con pasaportes extranjeros sobre todo, entraron en el área cibernética, de la medicina, la tecnología médica, la agricultura, etcétera. Han intentado su suerte y han dado primeros pasos, creo que han sentado las bases con los distintos países, pero el potencial se multiplica por muchos ceros. Creo que estamos hablando de un potencial brutal, no solamente con los 400 millones de árabes, sino con los 1.600 millones de musulmanes, o al menos con una parte importante de ellos.
P: Como bien has dicho, hay muchos vínculos con los Emiratos desde hace años. ¿En qué cambiará la situación con la formalización de las relaciones diplomáticas y la firma del acuerdo de paz?
R: Creo que lo que va a ocurrir y ya está ocurriendo de cara a la firma del acuerdo, es una carrera hacia “El Dorado”. De alguna manera, los israelíes-que en este momento vivimos una crisis económica importante provocada por el Coronavirus y por la ola de desempleo-vemos con gran esperanza las posibilidades que se abren, sobre todo en el Golfo Pérsico, pero no sólo allí. Veo países como Indonesia, Malasia, Marruecos, Túnez. Egipto, como posibles clientes de forma más notable, abierta y significativa, después que los Emiratos establezcan relaciones diplomáticas con Israel. Creo que nos esperan semanas muy emotivas de firmas del acuerdo y otros actos que van a ocurrir, y visitas al máximo nivel, que van a ser muy celebradas en Israel y creo que en el mundo judío también. Y me parece que a partir de allí, el genio que hay en Israel va de alguna manera a llevar a abrir puertas que hasta ahora estaban cerradas no solamente en los Emiratos sino en todo el mundo árabe.
Un gran potencial
P: ¿Cuáles son las áreas principales en las que se halla el gran potencial del intercambio? Sería bueno tener ejemplos concretos.
R: Lo primero, quizás provocado por el covid-19, es el tema médico. Nosotros hicimos ya en la cámara de comercio un acto histórico vía zoom, de 36 médicos de toda la región, de todos los países, que se reunieron hace un par de meses para hablar de la pandemia, de las estrategias de lucha contra el virus y también de la problemática de la diabetes, que afecta particularmente a un porcentaje muy alto de los hombres en el Golfo Pérsico. En Israel hay expertos de nivel mundial como el profesor Itamar Raz o el profesor árabe israelí Naim Shjade. Entonces de alguna manera se presentó el lado israelí, pero también el árabe. Creo que el tema médico es primordial, incluyendo también la investigación de un tema sobre el que se acaba de firmar un acuerdo entre Emiratos e Israel, que es la investigación en torno a la placenta inclusive para tratamientos oncológicos y de todos los tipos, que es algo que interesa profundamente en el Golfo Pérsico. Luego creo que están la agricultura, el agua, el aprovechamiento de agua, cómo sacar agua del aire. Ya lo está haciendo hace tiempo una empresa israelí que se llama Watergen que está desarrollando todo tipo de sistemas para ello y así logra llevar agua a poblaciones que no la tienen. . Todo eso ya se está haciendo. Y luego más allá de eso obviamente hay temas como lo cibernético y temas de carácter más de seguridad que nos atañen menos.
Desde los Emiratos a Arabia Saudí
P: Los Emiratos Arabes Unidos son un país distinto del resto del Golfo , por su constitución política, por el gran avance tecnológico y científico. ¿Dirías que realmente se comienza haciendo la paz con el país más desarrollado de la zona?
R: Los Emiratos son lo que a mí me gusta llamar el adulto responsable del Golfo Pérsico. De alguna forma es un país con enormes aspiraciones a nivel regional y geopolítico. Tienen soldados en Libia luchando contra los turcos y sus milicias, tienen Ejército en Yemen, tienen todo tipo de aspiraciones y colaboran con Israel en el campo militar profundamente.
P: Creo que esta afirmación requiere aclaración.
R: Según fuentes extranjeras, hay visitas regulares del jefe del Mossad, encuentros entre altos oficiales de los distintos ejércitos, ventas de tecnologías defensivas israelíes al Golfo e intercambio de información sobre Irán y grupos jihadistas.Y claro que también visitas de representantes de ejércitos del Golfo y de sus servicios de Inteligencia, a Israel.
P: Quién lo hubiera dicho años atrás….Sigamos con la descripción de cómo ves a los Emiratos, qué tipo de país es.
R: Pues se trata de siete emiratos reunidos encabezados por la capital, que es Abu Dhabi, y seguidos por DubAi, que es un poco el Singapur de Medio Oriente. En cualquier caso creo que ellos son estrategas. En sus líderes, que yo conozco muy bien, hay gente que estudió en las mejores universidades de mundo, en Estados Unidos, en Canadá, en Gran Bretaña y en Francia. Hay un ministro para temas del futuro que es un doctor, hay otro para temas de robóticas y cibernéticos, que es PhD. de otra, de Stanford me parece. O sea, hay un nivel muy alto. A mí me parece que al abrir ellos las puertas de alguna manera despiertan el apetito a todos los demás países. Pero ellos no son “la joya de la corona”. La la joya de la corona es Arabia Saudita, y cuando eso ocurra, con sus 33 millones de personas, ese será el momento de la gran victoria geopolítica de Israel. Estamos empezando el proceso para llegar allá, porque todo lo que está pasando está siendo hecho con el acuerdo de Riad y de su príncipe, que pronto se convertirá en rey, Mohammad bin Salmán.
Poderío económico e intereses estratégicos
P: ¿El secreto está en que estos son países con gran capacidad económica, lo cual determina un gran potencial de intercambio o hay algo más allá de ello?
R: El secreto está obviamente en el poderío económico. Un país como los Emiratos tiene el 6% del petróleo del planeta—y tiene el tamaño de Israel… En general el mundo árabe controla la mitad del gas y el petróleo del planeta. Obviamente esto les da oportunidades para intentar apostar por el futuro con ese dinero y diversificar su economía. De alguna manera ellos se preparan para el día en el que el petróleo sea menos relevante para tener otros ramos que permitan mantener el nivel alto de estos países. El tema económico es muy importante, pero no basta con ello, hay cuestiones militares, hay enemigos comunes.
P: Irán por cierto.
R: Por supuesto. Estos países son sunitas. Los sunitas son el 84%- 85% del mundo musulmán, pero se consideran amenazados po los chiitas encabezados por Irán que quieren la hegemonía de todo el mundo musulmán. Y también la yihad mundial, grupos como Al Qaeda e Isis que siguen siendo relevantes y que siguen amenazando a los gobiernos de países como Emiratos y Arabia Saudita, y por lo tanto son también una amenaza para Israel. En ellos tenemos enemigos comunes. Pero hay otro factor muy importante aquí, y es que hay todo un convencimiento en estos países de que hoy en día la opción militar contra Israel no existe. Como me dijo una vez un príncipe: Israel es el país más fuerte entre Indonesia y Gibraltar, y la opción militar contra Israel no existe.
P: ¿Cuánto te parece que Irán puede alterar los planes en la práctica?
R: Hay que entender que toda conversación con los líderes de los Emiratos y con saudíes empieza por el tema iraní. Recuerdan también a los palestinos, algunos lo harán sinceramente, otros como un impuesto que tienen que pagar, pero de alguna manera el tema iraní está siempre a la cabeza. Irán es un auténtico dolos de cabeza, una migraña para los países árabes sunitas de carácter más pro occidental o pro norteamericano. De alguna manera esta amenaza común es, yo creo, la principal gasolina de mucho de lo que ocurre hoy por hoy en Medio Oriente. No nos engañemos, Irán en eso es el pegamento que nos une a parte de estos países, más allá de todos los elementos de los que hemos hablado, como el tema de la tecnología, el hecho de que llegaran a la conclusión de que no pueden vencer a Israel en el campo de batalla. Y un elemento último: la demografía, en los países árabes un 70% de la población tiene menos de 30 años, y para ellos las guerras contra Israel son algo así como historia muy lejana, por lo cual miran adelante en la era de la primera generación digital, en la que todos somos ciudadanos digitales.
Paz con prosperidad pero sin democracia
P: ¿En qué medida puede molestar el hecho que no son países democráticos?
R: Obviamente a mí me gustaría que Israel estuviese situada entre Suiza y Holanda, en un mundo democrático que respeta los derechos humanos, en el que hay una democracia a nivel de posibilidad de cambiar gobierno, en el que de alguna manera hay una libertad general. Eso no ocurre en esta región, en ningún país. Los palestinos empezaron bien después de los Acuerdos de Oslo pero hace ya 14 años que no hay elecciones en los territorios palestinos. O sea que en ese campo Israel es realmente un régimen en peligro de extensión en esta región; e incluso en Israel aquí y allí hay ciertas amenazas a la democracia, pero en general seguimos siendo los únicos realmente democráticos. Hay que entender eso, que cuando se llega a acuerdos con estos países así es. Mira Egipto, por ejemplo, donde hay una oposición importante en la opinión pública pro palestina respecto a las relaciones con Israel, pero por suerte hemos visto que el acuerdo se mantiene. Recordemos incluso cuando vino Anwar el-Sadat aquí, en 1977 y habló en la Knesset y conmovió a toda la opinión pública israelí, piensa cuántas guerras y cuántas intifadas esa paz superó, sobrevivió. Incluso a un régimen de un año y medio de los Hermanos Musulmanes, un grupo islamista. Quiere decir que los acuerdos van mucho más allá de lo que es un régimen u otro, son parte del interés estratégico de los países, por eso yo creo que será algo duradero.
Un cambio de fondo, sin esperar a los palestinos
P: Y de fondo hay un verdadero cambio dramático en la región en cuanto al encare de temas fundamentales.
R: Lo que está pasando es que hubo un cambio de paradigma aquí y que los Emiratos prueban que no hay que esperar un acuerdo entre Israel y los palestinos, ni la creación de un Estado palestino, para establecer relaciones con Israel. Los Emiratos dicen a todo el mundo que ellos no son como Egipto, que hizo una paz separada con Israel, sino que ellos pactaron esta paz con otros países. Yo sé que el príncipe heredero de los Emiratos estuvo con el rey Abdallah de Jordania en Ammán y le presentó de antemano lo que iba a hacer, habló con el presidente egipcio Sisi, lo coordinó con el príncipe heredero Mohammad bin Salmán y habló también con todos los demás países del Golfo Pérsico preparándoles el terreno. En este momento hay cuatro países de los que algunos flirtean con Israel, otros ya tienen acuerdos o borradores de acuerdos escritos y esperan el momento de sacarlos a la luz. Hablamos de Sudán y Marruecos en África y de Bahréin y Omán. Bahréin tiene una comunidad judía también, igual que Dubái, pero también el sultanato de Omán está esperando en la cola, y queda ahí por detrás Kuwait y, sobre todo como decíamos, también Arabia Saudita, que por más que niegue y lo desmiente, tiene profundas relaciones en distintos campos con Israel, aunque siguen siendo relaciones de amantes que algún día puede que se conviertan en relaciones legítimas después de un matrimonio como el que se espera con los Emiratos.
P: De todos modos, estoy segura que tú no crees que hay que dejar de lado el tema palestino.
R: Claro que no. Yo sí aplaudo la decisión de intercambiar el orden y empezar relaciones con el mundo árabe. Antes de llegar a un acuerdo con los palestinos el mundo árabe dice a los palestinos: no sirvió de nada el boicot a Israel durante décadas, no adelantó ni mejoró vuestra situación en un solo milímetro, quizás de la forma positiva, creando intereses comunes, creando una plataforma militar, quién sabe, algún día una especie de NATO de la región entre Israel y algunos de estos países frente a los enemigos comunes. Quizás así se pueda contribuir a solucionar la cuestión palestina. Y a mí me parece importante no olvidar a los palestinos. Hoy me reuní con un grupo de Generales , héroes de Israel que juntos combatieron siglos en todas las guerras encabezados por el General Matan Vilnai, y ellos todos me dijeron una frase que me quedó muy marcada. Dijeron: es muy importante este cambio geopolítico, gracias por ayudar a hacerlo, pero no olvidemos que Israel es el único país del mundo que no tiene fronteras determinadas, no podemos permitir que Israel se convierta en un Estado binacional, porque un Estado binacional es un estado árabe a la larga. Por lo tanto, no hay que dejarse de alguna manera cegar por los avances con el mundo árabe, hay que pensar en cómo encontrar maneras, caminos constructivos y creativos para dar pasos también en el tema palestino y en sentar una frontera entre nosotros y ellos.
Entusiasmo y realismo
P: Antes hablaste de un Medio Oriente distinto de antes, no de “nuevo” Medio Oriente.¿Por qué?
R: A mí no me gusta aún hablar de nuevo Medio Oriente porque no me gusta lanzar las campanas al viento antes de tiempo. Creo que Israel está ganando terreno frente al mundo árabe como nunca. Creo que países que de alguna manera no aceptaron la creación de Israel y lucharon en su contra durante todo el siglo XX, de forma directa o indirecta, hoy en día aceptan a Israel y quieren acercarse para llegar a crear coaliciones. Esto es un cambio brutal, pero al mismo tiempo quedan los grandes enemigos: Irán, la yihad mundial -Al Qaeda e Isis-. Tenemos en el sur a Hamas y en el norte a Hezbolá, los dos alimentados -como la yihad islámica-, apoyados, financiados y empujados por Irán. Todo esto es un factor de inestabilidad muy grande. Es difícil hablar de nuevo Medio Oriente Medio cuando vemos los globos explotando en los poblados israelíes del sur. Por eso yo digo que por ahora seamos modestos y veamos las cosas como son, con los pies en la tierra, de forma pragmática. Veamos que todo está basado en intereses y que realmente sigue habiendo quienes quieren arruinarlo todo, grandes enemigos y amenazas a Israel, pero es verdad que estamos progresando como yo llevo soñando una década que hagamos.
P: Muchas gracias por todo esto Henrique. Maravilloso siempre escucharte y aún sin olvidar a los enemigos, maravilloso estar viviendo este cambio para bien.
R: Muchas gracias a ti.
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.