B’H
Moshe instruye al Pueblo de Israel: Cuando entres a la tierra que Di-s te está entregando como herencia eterna, y te establezcas y la cultives, trae las primeras frutas (bicurím) de tu huerta al Sagrado Templo, y declara tu gratitud por todo lo que Di-s ha hecho por ti.
Esta sección también incluye las leyes de los diezmos dados a los Leviím y a los pobres, las instrucciones detalladas de cómo proclamar las bendiciones y las maldiciones en los montes Grizím y Eival, como fue discutido al comienzo de la sección Ree.
Moshe recuerda a la gente que son el pueblo elegido por Di-s y que ellos, a su vez, han elegido a Di-s.
La última parte de Ki Tavó consiste en la Tojajá (reprimenda). Luego de listar las bendiciones con las cuales Di-s premiará a la gente cuando ellos sigan las leyes de la Torá, Moshe da una larga y dura lista de cosas malas, como enfermedad, hambruna, pobreza y exilio, que ocurrirán si ellos abandonan los preceptos de Di-s.
Moshe concluye diciendo al pueblo que sólo hoy, cuarenta años después de su nacimiento como pueblo, alcanzaron «un corazón para saber, ojos para ver y oídos para escuchar»
ELEGIDOS, NO SUPERIORES
“Dios, de modo similar, ha declarado hoy lealtad hacia ti, haciéndote Su nación especial, tal como te prometió” (Deuteronomio 26:18)\
¿Qué significa ser el pueblo elegido de Di-s?
Contra lo que muchos creen, de ninguna manera significa ser superiores a los otros pueblos, sino cargar con una gran respon\sabilidad, la de ayudar a los otros pueblos. ¿Cómo? A un mundo de oscuridad debemos traer la luz, a un mundo de odio, debemos traer el amor, a un mundo violento debemos enseñarle el significado de paz, a un mundo egoísta debemos enseñarle el significado de solidaridad, a los altivos debemos enseñarles el valor de la humildad y a aquellos que no creen o no saben en quien creer, enseñarles que hay un Di-s que es, en realidad, un Padre siempre dispuesto a cuidarnos y a suplir todas nuestras necesidades.
No es una tarea fácil, como expresa el viejo dicho: “No es fácil ser judío”
Hombre vivo
Por Yanki Tauber
El jasid Rabi Nejemia de Dubrovna (1788-1852) recordó una vez haber visto a un soldado ruso siendo reprendido por su comandante. ¿Cuál había sido el crimen del soldado? Mientras estaba parado en una noche de invierno, sus pies se congelaron en sus botas. ”Recuerdas el juramento que hiciste de servir a nuestro Zar”, su comandante le recriminó, “el recuerdo te habría mantenido con calor”.
“Desde hace 25 años”, dijo Reb Nejemia, “este incidente inspiró mi Servicio al Todopoderoso.”\
“La vida” puede ser extremadamente difícil de definir, pero es reconocible al instante. Algo que está vivo es cálido, vibrante y entusiasta. Frialdad, apatía y letargo son los síntomas de la falta de vida, incluso si la persona o comunidad afectada esta técnicamente vivo. La vida sólo puede venir desde adentro: cuando sabemos por qué estamos haciendo algo y estamos entusiasmados con lo que se logrará, pero cuando no hay conocimiento y emoción, nuestras acciones estarán muertas y lentas.
Hace tres siglos, la vida judía se encontraba en una depresión letárgica. Las masacres y persecuciones habían devastado la comunidad judía en el cuerpo y espíritu. Las duras condiciones, que dictaban que todos, excepto unos pocos privilegiados, se vieran obligados a abandonar sus estudios a temprana edad para ayudar a soportar la carga de ganarse la vida, había cortado las masas de la Torá, el alma de la conciencia judía y autoconocimiento. La élite académica se mantuvo al margen de sus hermanos analfabetos y los miraban con desprecio.
Técnicamente, el judaísmo estaba vivo, pero la chispa de la vida se estaba enfriando.
Luego, el día 18 del mes hebreo de Elul del año 5458 desde la creación (1698), un niño llamado Yisrael (Israel) nació. Rabí Israel Baal Shem Tov no agregó nada nuevo al judaísmo, al igual que un alma no aporta nada “nuevo” al cuerpo. Pero sopló vida en él, conciencia, calor y alegría. El 18 de Elul de 1734, su cumpleaños número 36, el Baal Shem Tov comenzó a difundir públicamente su mensaje. Habló del inmenso amor que Di-s tiene por cada Judío, del significado de cada mitzvá que realiza el Judío, de lo Divino que hay en cada caso, y en cada pensamiento en el universo. Se dirigió a las masas oprimidas y a los estudiosos distantes. Él daba sentido a la existencia, y por lo tanto alegría y vida.
El 18 de Elul es también el cumpleaños de Rabí Shneur Zalman, fundador de “Jabad”. Rabí Shneur Zalman fue el discípulo del discípulo del Baal Shem Tov, Rabí DovBer de Mezritch, y era considerado como nieto espiritual del Baal Shem Tov. Nació exactamente 47 años después que su “abuelo”, el 18 de Elul, 5505 (1745), y sus enseñanzas y obras realizadas llevaban la vitalización del Baal Shem Tov del judaísmo a mayores alturas místicas.
Jai Elul, “el día 18 de Elul” en hebreo, también significa “la vida de Elul”. Y así los Rebes de Jabad enseñan: “Jai Elul infunde vida en el mes de Elul, y a través de Elul, el mes de la compasión Divina y nuestro propio mes de introspección y balance, hacia todo el año y toda la vida del Judío. (www.es.chabad.org)
FACEBOOK: bit.ly/2NPF3YF
YOUTUBE: bit.ly/2OV485i
El afan materialista y consumista, unido a un proceso de secularizacion y degradacion moral, constituyen los mayores peligros para la eclosion y desarrollo de una vida espiritual despierta, consciente , activa y por ende provechosa y fecunda ante D- …