Los palestinos se han quedado solos

Abbas y la palabra NO en arabe

Israel y los Emiratos Árabes Unidos están dando ahora otro paso importante hacia la paz.

El anuncio de este fin de semana  que los Emiratos Árabes Unidos cancelaban su boicot económico a Israel, el primer vuelo comercial que partió hacia los Emiratos Árabes Unidos desde el Aeropuerto Internacional Ben-Gurion y el inicio de las negociaciones prácticas para implementar la paz muestran que los líderes emiratíes están decididos a asegurarse el acuerdo de paz incluye contenido real, mantiene lazos cálidos con Israel y coopera con él en empresas económicas, en lugar de solo defensa.

Los palestinos podrían haber sido los primeros en disfrutar del fruto de dicha cooperación. Pero no están interesados ​​en la normalización o la paz cálida, incluso si esto pudiera traer prosperidad tanto a Israel como a los palestinos. No es de extrañar que los palestinos recibieran la noticia de la paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos con un grito de desesperación y se apresuraran a condenar la «traición» emiratí a la cuestión palestina.

Pero parece que lo que molesta a los palestinos no es la declaración de paz, o el hecho de que la mayoría de los países árabes la acojan y apoyen, una tarde señalando que pronto se unirán al viaje hacia la paz. Los palestinos se han quedado solos, y el mundo árabe, que se suponía iba a pelear sus batallas por ellos, ahora se está alineando para hacer la paz con Israel.

Básicamente, solo Irán y Turquía se opusieron al acuerdo de paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, e incluso ellos no lo hicieron por el bien de los palestinos, sino porque ven que el acuerdo perjudica su propio estatus en la región, y posiblemente incluso un desafío a sus intentos de ganar influencia y control en todo el mundo árabe.

El acuerdo entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos podría haber ayudado a los palestinos a promover sus propios intereses vitales. Le da a los Emiratos Árabes Unidos el poder de actuar para implementar la calma y la estabilidad regional, e incluso mediar entre las dos partes para ayudarlos a llegar a un entendimiento, lo que mejoraría la situación económica y el nivel de vida de los palestinos. Después de todo, una ayuda como esta es mejor que el dinero que los qataríes están echando al conflicto como gasolina al fuego, que simplemente alimenta el radicalismo y el terrorismo.

Pero los palestinos, al ser palestinos, prefieren aferrarse a sueños que nunca se harán realidad y a la ira, la decepción y la frustración que no los llevarán a ninguna parte. Para hacer la paz, se necesita coraje. Es mucho más fácil quedarse en un callejón sin salida.

Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron

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