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| domingo diciembre 22, 2024

Miembro destacado de la Unión Internacional de Académicos Musulmanes en artículo antisemita contra la normalización de relaciones con Israel: Mahoma expulsó por la fuerza a los judíos de su territorio


Abdul Hadi Awang (Fuente: Ikhwanonline.com)

 

Ante el contexto de los acuerdos de normalización de relaciones firmados recientemente por los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin con Israel, el político islamista malayo Abdul Hadi Awang, quien posee el cargo de vicepresidente de la Unión Internacional de Académicos Musulmanes (UIAM), publicó en el portal de la organización un artículo antisemita en contra de los acuerdos. El artículo cita versos del Corán y tradiciones islámicas que presentan a los judíos como conspiradores y traidores hostiles al Islam y no pueden ser confiables de que cumplan con los tratados.

En respuesta a los estudiosos musulmanes en el Golfo quienes expresaron su apoyo a los acuerdos de normalización de relaciones en referencia a que el Profeta Mahoma se reconcilió con los judíos, Awang afirma que el Profeta en realidad pidió expulsar por la fuerza a los judíos de la ciudad de Medina debido a su carácter traicionero y de conformidad con las directrices del Corán. Este añadió que, cuando los musulmanes conquistaron Palestina en el siglo 7, el Pacto ‘Umar le fue aplicado a los judíos en el lugar porque estos se encontraban «en un estado miserable, al igual que sus ​infieles antepasados».

Awang afirmó además que la normalización de relaciones con Israel es un acto de humillación y capitulación que legitima sus crímenes contra los palestinos y constituye el reconocimiento de su derecho a existir en Palestina. Dado que la creación de Israel es una de las señales del Día del Juicio Final y de la inminente desaparición de los judíos, dice Awang, «cualquier país que se refugie detrás de Israel será en última instancia, enterrado bajo sus ruinas».

 

Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[1]

«Estas son las palabras de Alá, el más confiable de los voceros: ‘Ustedes muy seguramente se enterarán que los más hostiles hacia los creyentes son los judíos y los politeístas’ [Corán 5:82]. En consecuencia, fueron los judíos y sus partidos sionistas que fundaron el estado de Israel, que ha violado todas las leyes internacionales… Este estado fue fundado para realizar la maldita Declaración Balfour, a raíz del maldito acuerdo Sykes-Picot, de una manera injusta y tirana, porque las tierras le fueron robadas a sus propietarios y entregadas a quienes no las poseían. Luego trataron de convertirlo en un estado normal, es decir, normalizar la nación judía que había incurrido en la ira de Alá al rechazar Sus versículos, asesinando ilegalmente a los profetas y asesinando a aquellos que imponían que fuese algo justo. Por esta razón, Alá les dijo que sufrirían tormentos en este mundo y en el mundo por venir…

«Lo más desconcertante de todo esto es que los países árabes, cuyos líderes hablan el idioma del Corán, han entrado en el círculo de la normalización de relaciones, basándose en pretextos que fueron inventados por los países que defienden a Israel con el propósito de hacer que los árabes se conviertan en aliados de Israel ante toda acción en su contra… Vimos a los países en proceso de normalización de relaciones celebrar una conferencia con Jared Kushner como participante central, Kushner, siendo este gran aliado de Israel y el enviado y yerno del presidente estadounidense, quien ahora busca su segundo mandato. Se dice que más países tienen intención de unirse a estos, a fin de fundar una nueva OTAN, aparentemente con el objetivo de combatir el terrorismo…

«Luego, estos países árabes nombraron a clérigos para que emitan fatuas respecto a la necesidad religiosa de normalizar relaciones con Israel. Estos instruyeron a los imames en las mezquitas a seguir las órdenes de los líderes, en lugar de los dictámenes ordenados por Alá y le ordenaron a aquellos predicadores parlo-repetidores a que le expliquen a la población que la normalización de relaciones sigue el camino pautado por el Profeta, quien se reconcilió con los judíos en Medina, como si esa fuera toda la historia. Estos instruyeron a los predicadores sin mencionar que los judíos fueron expulsados ​​por la fuerza de los territorios musulmanes gobernados por el Profeta, ni el período de los Califas Justos que le sucedieron, durante el cual los judíos tramaron sus peligrosos complots. El Corán hace pronunciamientos específicos sobre el carácter de los judíos sionistas, que nunca cambiarán: ‘Y los judíos dicen: «La mano de Alá está encadenada». Encadenadas se encuentran sus manos y malditos son ellos por lo que dicen. Más bien, Sus dos manos están extendidas; Él gasta lo que Este desea. Y lo que les ha sido revelado a ustedes de su Señor de seguro hará que muchos de ellos aumenten su transgresión e incredulidad. Y hemos arrojado de entre ellos la animosidad y el odio hasta el Día de la Resurrección. Cada vez que encienden el fuego de la guerra [contra ustedes], Alá lo extinguía. Y ellos se esmeran ir por toda la tierra causando corrupción y a Alá no se encuentra a gusto con aquellos que corrompen” [Corán 5:64].

«Los judíos fueron expulsados ​​de Medina y sus alrededores en la época del Profeta Mahoma, de acuerdo a lo que se dice [en el Corán] y de conformidad con las directrices de Alá, luego de violar los tratados y actuar en contra del Islam y su Profeta. Estos fueron esparcidos a través de los continentes del mundo. En nuestra era, ellos fueron colocados en Palestina para resolver el problema de todos los países en los que vivían y los cuales corrompían. A fin de solucionar su problema interno, cada uno de estos países votó a favor de enviarlos a cualquier otro país dispuesto a acogerlos. Estos expulsaron a los sionistas de sus países y los colocaron en nuestra tierra santa, basándose en la antigua historia de los judíos. Pero los judíos no se merecían esto, porque la Tierra de los Profetas es decir, Palestina solo puede ser heredada por aquellos que son honestos, mientras que los judíos desobedecieron a los Profetas, rechazaron el Corán y violaron el pacto de Alá y los Profetas.

«Estos vagaron por el desierto durante 40 años porque desobedecieron a Moisés y a Aarón y rechazaron el llamado a emprender el yihad por la causa de Alá para entrar en Palestina. Finalmente entraron luego de arrepentirse, pero fueron exiliados nuevamente después de no creer, desobedecieron a Alá y eran corruptos. Este fue un cumplimiento a la promesa de Alá… Luego que el Islam llegó a Palestina, se establecieron los términos del Pacto ‘Umar, debido a que los judíos de Palestina se encontraban en un estado miserable, al igual que sus ​infieles antepasados…[2] Los términos de este pacto se mantuvieron hasta que el Imperio Otomano fue derrocado por la traidora Gran Revuelta Árabe,[3] la implementación del plan de partición Sykes-Picot, la fundación de los países de la región bajo el patrocinio de los aliados colonialistas y la implementación de la traidora Declaración Balfour sobre la fundación del estado sionista de Israel como una peligrosa entidad similar a una plaga en la región. Normalizar relaciones con esta entidad es inaceptable, porque es una violación a los términos del Pacto ‘Umar y es otro acto de traición.

«Todos saben que la entidad sionista israelí ha cometido innumerables crímenes contra los palestinos, que alcanzan el nivel de crímenes de lesa humanidad. Por lo tanto, la normalización de relaciones equivale a aceptar estos crímenes de comportamiento normal que permite tratar a Israel de inocente. Normalizar relaciones con la entidad sionista equivale a establecer vínculos oficiales y no-oficiales con esta entidad, a nivel político, económico, cultural, científico y de servicios de inteligencia. Normalizar relaciones significa reconocer su derecho a existir en el suelo árabe de Palestina y a dejar que construyan asentamientos, expulsen a los palestinos y destruyan sus pueblos y ciudades. Por lo tanto, la normalización de relaciones significa capitular y aceptar humillación y desgracia de la peor manera posible junto a renunciar al honor y derechos… La normalización de relaciones no es más que una astuta política de conspirar contra el Islam y su despertar bendito. Es una realización de la política colonialista planificada que solo le sirve a las capacidades de seguridad de Israel…

«Dado que la institucionalidad del estado sionista de Israel es uno de los principales signos del Día del Juicio Final y de la inminente desaparición de los judíos, cualquier país que se refugie detrás de este estado será en última instancia, enterrado bajo sus ruinas…»


[1] Iumsonline.org, 29 de septiembre, 2020.

[2] Según la tradición musulmana, el Pacto ‘Umar es un acuerdo firmado por el Segundo Califa’ Umar bin Al-Khattab y el Patriarca Sofronio de Jerusalén luego de rendir Jerusalén a los musulmanes en el año 638 EC. El pacto establece la relación entre el régimen musulmán y sus súbditos no-musulmánes en Jerusalén, siendo estos considerados dhimmis, es decir, residentes bajo la protección del régimen gobernante de turno.

[3] Un alzamiento dirigido por Hussein bin ‘Ali, Sharif de Meca contra el Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial en un intento por ayudar a Gran Bretaña en la guerra. Luego de la guerra, los británicos nombraron a los hijos de Hussein como reyes en el Mandato de Siria, Jordania e Irak.

 
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