El Centro Simon Wiesenthal tiene una misión: investigar sobre el Holocausto, enfrentar el antisemitismo, el odio, el terrorismo, promover los derechos humanos y defender la seguridad de los judíos en todo el mundo. Esta ONG acreditada por las Naciones Unidas, la Unesco y la Organización de Estados Americanos (entre otros) el pasado marte incluyó al alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, en la lista de los 10 mayores antisemitas de 2020. De acuerdo con el informe presentado por este centro, en los últimos años el liderazgo del político comunista se ha radicalizado y alineado con la ideología de Hamas.
El texto hace hincapié en que el edil de Recoleta es una personalidad nacional con pretensiones presidenciales. “Jadue, miembro del Partido Comunista, es una personalidad a nivel nacional y es mencionado como un futuro potencial Presidente. Utilizando fondos municipales para financiar actividades pro-BDS (Boycott, Desinversión y Sanciones) y anti- Israel, el Alcalde Jadue apunta hacia la comunidad judía con perniciosas difamaciones que rememoran las de Los Protocolos de los Sabios de Sión”, dice el escrito.
En conversación con El Líbero, el director del Centro Simon Wiesenthal para América Latina, Ariel Gelblung, analiza el fenómeno del antisemitismo a nivel mundial este 2020. Gelblung manifiesta que como consecuencia de la pandemia causada por el Covid-19 surgieron nuevamente todo tipo de teorías conspirativas contra los judíos. En relación a la situación de Chile, el Director del Centro en América Latina subraya que el país “siempre fue una preocupación como todo el resto de los países de la región, pero desde 2014 en adelante la radicalización que ha sufrido el liderazgo de la federación palestina, ha complicado mucho una situación que ya de por sí ya era complicada porque en Chile conviven también todos los viejos prejuicios antisemitas de derecha”.
-¿Cómo analizan el fenómeno del antisemitismo este año a nivel mundial? ¿Se ha incrementado?
-Hay buenas y malas noticias. El informe indica que para nosotros hay cuestiones muy preocupantes, por ejemplo, el tema del Covid-19 hizo renacer las peores teorías conspirativas y los peores prejuicios que existen desde la antigüedad: desde la peste negra o la peste española, vuelven a aparecer mensajes donde algunos señalan que la culpa del virus es de los judíos, o que lo inventamos lo judíos. Otros sostienen que los judíos somos el virus y al virus hay que destruirlo, y unos terceros que dicen que aprovechemos la existencia del virus para poder destruir a los judíos. O sea, ‘si usted tiene el virus, tose en la cara o abraza a un judío y mátalo’. Eso se ha visto en todo el mundo durante todo esta época de pandemia. Gente que habla inclusive de conspiraciones con las vacunas, de los dueños de los laboratorios, esta idea de que nosotros tenemos una parte de los laboratorios, así como suelen decir que tenemos los medios de comunicación, etc. Ha sido un año donde se ha acrecentado todo tipo de teorías conspirativas.
-¿Y en Europa y Estados Unidos específicamente?
-También están viviendo situaciones muy complejas que, por supuesto, el informe trata de relejar. En algunos lugares de Europa están viviendo situaciones muy parecidas a las de la pre-guerra, de la Segunda Guerra Mundial, situaciones discriminatorias en distintos países. Estados Unidos por primera vez empieza a tener atentados físicos, hubo varias situaciones de atentados a personas o a lugares, profanaciones a lugares de culto, ataques a ortodoxos, como no se había visto jamás. Sumado a todo esto el apoyo a aquellos que relacionan al judío con Israel de forma directa y que cualquier cosa que suceda allá es culpa de cualquiera de los que estamos acá. Entonces todo ese tipo de situaciones son malas noticias para todo lo que tenga que ver con el crecimiento del antisemitismo.
Alguien que considera que los ciudadanos judíos de Chile tienen una doble lealtad y son más leales a otro país que a su propio país, es casi lo mismo que solía pensar Hitler que lo llevó a la solución final. Para nosotros esto es muy grave”.
-¿Y cuáles serían las buenas noticias?
-Dentro de todo ese panorama espantoso yo veo dos buenas noticias. La primera son Los Nuevos Acuerdos de Abraham: la idea de que muchos países de Medio Oriente han dicho en la práctica que el conflicto árabe-israelí terminó, es decir, el conflicto no es del pueblo árabe sino de la dirigencia de los palestinos. La aparición de los primeros Emiratos Árabes y los que van a venir, que han cambiado el paradigma, es una muy buena noticia. La segunda es la adopción por parte de países y organismos de la definición de antisemitismo. Hay un organismo internacional cuya siglas en inglés es IHRA, que en español es Alianza Internacional por el Recuerdo del Holocausto, que tiene 35 países miembros no judíos, que en general son todos los países de Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia, Israel y Argentina. Estos, que son los miembros plenos, en 2016 votaron unánimemente, cómo definir cuándo una situación es antisemita y cuándo no y elaboraron una definición.
-¿Quiénes han adoptado esta definición en América Latina?
–La han adoptado Uruguay y Argentina, y en 2020 la Organización de Estados Americanos (OEA). Argentina luego de su adopción en junio de este año nos permitió tener una participación fundamental en lograr que organismos no estatales adopten la definición, entre otros, universidades y la Asociación de Fútbol Argentino.
-¿Podría dar algún ejemplo concreto de cómo operan?
-En la Universidad de Buenos Aires, en la Facultad de Arquitectura en la carrera de diseño gráfico, una alumna tenía que rediseñar una aspiradora y el trabajo que subió parecía un cañón pintado de verde militar con una esvástica. Los propios alumnos no judíos hicieron la denuncia porque realmente este trabajo era indignante, y la universidad, que ya había adoptado la definición, solicitó a la alumna hacer un tiempo de voluntariado con nosotros, no para castigarla sino para que aprenda y entienda, y realmente el trabajo que estamos haciendo con esa alumna yo podría decir que si bien no terminó, es altamente productivo. Días después apareció un hecho bastante parecido en la Universidad de Chile, donde una alumna sostuvo en un trabajo de que Hitler era el ejemplo a inspirar en su vida en los asuntos públicos. Nosotros mandamos una carta contando lo que estábamos haciendo en la Universidad de Buenos Aires y diciendo que entendíamos que el camino era adoptar la definición y que estábamos dispuestos a poder trabajar con la alumna, pero no hemos recibido hasta el momento ninguna respuesta de esto.
“Uno no puede querer que el otro no exista o buscar su destrucción, el vecino está y hay que aprender a convivir con él”
-¿Es primera vez que Chile sale destacado en el ranking por la figura del edil de Recoleta?
-Yo en el centro estoy a cargo de la oficina latinoamericana desde hace más de cinco años, la ONG existe en América Latina desde el año 1992. Chile para nosotros siempre fue una preocupación como todo el resto de los países de la región, pero desde 2014 en adelante la radicalización que ha sufrido el liderazgo de la Federación Palestina ha complicado mucho una situación que ya de por sí era complicada. En Chile conviven también todos los viejos prejuicios antisemitas de derecha, sumados ahora a una dirigencia de la comunidad palestina que en lugar de pensar en cómo en la otra punta del planeta los que vinieron buscando un refugio pueden vivir en armonía, como sucede en general en el resto de los países, lo que hacen es hostilizar a la comunidad judía, haciéndolos responsables de lo que pasa en la otra parte del planeta. Parecería como que todos queremos la destrucción del vecino y no es así, yo creo que deberían existir dos estados, creo que uno respetar al otro y juntos siendo buenos vecinos va a ser lo mejor para ambos. Uno no puede querer que el otro no exista o buscar su destrucción, el vecino está y uno tiene que aprender a convivir con él.
Vuelven a aparecer mensajes donde algunos señalan que la culpa del virus es de los judíos, o que lo inventamos lo judíos. Otros sostienen que los judíos somos el virus y al virus hay que destruirlo, y unos terceros que dicen que aprovechemos la existencia del virus para poder destruir a los judíos”.
-¿Cuánto influyó este año la figura de Daniel Jadue con sus declaraciones?
-Muchísimo. El haberlo ubicado en el puesto décimo obedece a razones casi como las que nos llevaron el año pasado a pensar en Jeremy Corbyn como el más antisemita del mundo. Alguien con la posibilidad de ser Jefe de Estado, y poder llevar al Estado ese tipo de ideas discriminatorias y peligrosas, hacen que su figura cobre una peligrosidad mucho mayor. Alguien que considera que los ciudadanos judíos de Chile tienen una doble lealtad y son más leales a otro país que al suyo, es casi lo mismo que solía pensar Hitler que lo llevó a la solución final. Para nosotros esto es muy grave.
-¿Cómo hacen esa selección de quienes van y no en el informe?
-Es muy difícil reducir a diez, a veces uno dice “cómo pudo quedar afuera determinado otro tema”, pero es una forma de llamar la atención de algunos problemas. Esto no significa que no hayan otros problemas que no llamen la atención. Lo importante es poner el tema en la opinión pública.
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