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| viernes noviembre 22, 2024

Aquí tienes los argumentos contra las fake news sobre las vacunas de Pfizer y Moderna

En base a entrevista con experto israelí en seguridad de vacunas y medicamentos


Profesor Daniel Shepshelovich del Hospital Ijilov

Mientras el mundo intenta combatir el Coronavirus tanto en los hospitales como con las diversas vacunas desarrolladas para impedir el contagio, circulan por doquier textos y análisis de quienes advierten sobre efectos a largo plazo y problemas causados por la vacuna. En parte recurren a argumentos supuestamente científicos y presentan la postura de un modo que también gente que no suele dejarse llevar fácilmente por rumores , puede caer y convencerse que lo mejor es no vacunarse.

Evidentemente, Israel no ha estado al margen de este fenómeno peligroso, que en el país se concentra en el tema de la vacuna Pfizer ya que por ahora es la única que se está suministrando a la población.

Foto: Wikimedia Commons

 

Recordemos que la vacuna está protegiendo muy efectivamente de la enfermedad, y que el Covid-19 es una dolencia sumamente compleja que puede provocar la muerte también en gente joven que no tenía ninguna enfermedad previa. Además, inclusive en quienes la pasaron levemente-la mayoría de los contagiados- puede provocar luego de la recuperación serios efectos que nadie sabe cuánto pueden durar. Eso incluye también en niños y jóvenes el así llamado síndrome post-Covid, que en muchos casos se manifiesta en una seria inflamación del corazón. Eso ya está ocurriendo, está confirmado.

Pero más allá de la comparación entre riesgos desconocidos de la vacuna a largo plazo, que son mera especulación sin base científica, y lo seguro de lo dañino y hasta mortal del Coronavirus, hay elementos concretos para responder al primer punto.

Y evidentemente,  lo hacemos a través de quien sabe.

El  Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, más conocido como hospital Ijilov, publicó una disertación del Profesor Daniel Shepshelovich, experto en seguridad de vacunas y medicamentos así como en su proceso de aprobación, que ha escrito investigaciones sobre la materia, refutando argumentos de los opositores a la vacunación contra el Covid-19. Hoy en día es  el Vice Director de uno de los departamentos de Medicina Interna, marco en el cual evidentemente ha atendido a numerosos pacientes con Coronavirus.

“Estoy aquí para desmentir parte de las fake news que circulan por las redes”, declaró al comienzo de su conferencia, agregando que “el Coronavirus es una enfermedad peligrosa y hago este video para convencer a la gente a vacunarse, ya que a todo aquel que convenzamos, lo estaremos ayudando a salvarse él, a salvar a su familia y a quien los rodea”. A fin de completar con algunos puntos que no aparecían en su conferencia y sí están en esas desinformaciones sobre la vacuna, nos comunicamos con él directamente y él aceptó gustoso compartir con nosotros todas las aclaraciones que solicitamos.

 

Ordenamos el material en puntos concretos: el argumento en contra y la respuesta.

Todo esto se refiere únicamente a las vacunas que utilizan la tecnología de ARN, o sea la de Pfizer y Moderna.

Aclaramos que analizamos este tema ya que recurrimos a un experto israelí que consideramos sería lo más apropiado hable sobre aquello en lo que se adentró más a fondo, dado que esta es la vacuna que se usa en Israel.

 

1)”La vacuna no es segura”

En realidad, esta vacuna es más segura que otras que hubo antes ya que vacunas anteriores usaban el virus debilitado o muerto contra el que el cuerpo creaba numerosos anticuerpos mientras que aquí el cuerpo produce menos anticuerpos porque lo que se le introduce es un segmento específico del virus, sólo la parte más efectiva para echar a andar el proceso,una sola proteína puntual.

La vacuna es tan segura como cualquier otra vacuna que usamos desde hace ya  decenas de años.Y no hay razones teoréticas para pensar que esa no seguirá siendo la situación.

2)“La vacuna se convierte en parte del ADN de la persona y cambia tu composición genética”

Tenemos en las células un mecanismo por el cual el ARN se convierte en ADN, lo cual es aprovechado por cualquier virus que entra al cuerpo. Siempre que entra un virus, su ARN se introduce en la máquina del cuerpo que produce ADN, el cuerpo mismo produce entonces el virus, hasta que lo elimina. La vacuna imita con exactitud lo que hace un virus común. Pero eso nunca entra al ADN permanente de la persona, que está en el núcleo mismo de la célula, donde se halla la “programación” de lo que somos. Allí no entra ni un virus ni la vacuna.

Pfizer y Moderna no inventaron un mecanismo nuevo sino que imitaron de modo mejor y más efectivo lo que hacían ya las vacunas más antiguas. Antes se ponía en la vacuna el virus mismo, pero debilitado o atenuado,o muerto, y se hacía que el cuerpo se “entrene” con ello. Pero aquí, con la vacuna contra el Coronavirus, se dio un impulso muy grande a la tecnología de modo que pudieron imitar  en forma más exacta el mecanismo preciso que se da en el cuerpo cuando uno se contagia con un virus.

 

3) “La tecnología de ARN es nueva y no hubo suficiente tiempo de probarla.Se hizo todo demasiado rápido”.

Se empezó ya en enero a trabajar en esto, apenas China publicó la secuencia genética del virus. Y la tecnología no es tan nueva en absoluto. El tema es que ahora se le ha dado un nuevo uso. Hace ya aproximadamente diez años que la tecnología está siendo utilizada en experimentos por ejemplo para lograr una vacuna contra células cancerígenas, lo cual- como sabemos- aún no ha resultado exitoso. Además, dado que esta tecnología replica exactamente lo que le pasa al cuerpo  cuando se contagia de un virus, no se trata de un procedimiento que nunca se usó en el cuerpo humano. Al contrario, es algo que ocurre en el cuerpo humano ya millones de años cuando uno tiene mucosidad, le duele un poco la garganta o cosas similares, al contraer cualquier virus. Lo singular es que se haya logrado en corto tiempo identificar cuál es exactamente la secuencia genética del virus y poder aplicar esa tecnología de modo que que permita introducir ese proceso al cuerpo para que el cuerpo “se entrene” y pueda combatir el virus.

Hasta ahora no se había usado esta tecnología en vacunas porque es muy cara. En Estados Unidos las compañías farmacológicas dejaron en determinado momento de desarrollar vacunas porque perdían dinero. Pero precisamente el tema de los gigantescos presupuestos dedicados a estas vacunas, explican el logro en corto tiempo.

El gobierno de Estados Unidos dio a las empresas abocadas al tema miles de millones de dólares para todo lo que solicitaron. Dijeron que debían reclutar a miles y miles de personas para la investigación en todo el mundo y recibieron mil millones de dólares en el momento.  Pidieron equipos especiales para producir la vacuna a gran escala, y les dieron el dinero necesario. Se ha dedicado muchos miles de millones de dólares al tema. El Congreso norteamericano aprobó un programa especial llamado “Operation Warp Speed” para que no haya ningún problema logístico o presupuestario que obstaculice el desarrollo de la vacuna.

Otro elemento interesante es que en esta ocasión, no es que las compañías trabajaron en el desarrollo de las vacunas y luego  lo presentaron a la FDA para su aprobación sino que gente de la FDA trabajó desde un primer momento con esas compañías tanto en la planificación de la investigación como en la recolección y análisis de los datos. Eso hizo posible acortar los tiempos ya que al lograrse resultados, la FDA ya los conocía y no tenía que revisar todo desde el principio , y no hubo una situación en la que cuando estaba todo terminado la FDA podía preguntar por qué se hizo tal cosa y no otra. Fueron parte integral del proceso desde  el comienzo y eso ayudó mucho a acelerar todo. O sea que tanto desde un punto de vista logístico como regulador y presupuestario, se hizo un esfuerzo enorme para acelerar el desarrollo de la vacuna, por motivos evidentes.

Foto: Captura de pantalla de KAN, televisión pública israelí

 

4)“La vacuna recibió aprobación de emergencia y eso significa que no es confiable, porque no se pasaron todos los procesos necesarios”

La FDA anunció de antemano que la aprobación de la vacuna sería en el marco conocido como EUA o sea Emergency Use Authorization, una vía regulatoria especial, dado que la autorización formal lleva tiempo. Dicho sea de paso, parece que la autorización formal definitiva se emitirá en abril. Pero aclaró de antemano que eso no significa que reducirá las exigencias para los experimentos de la vacuna. Y el hecho es que en las investigaciones de Pfizer participaron aproximadamente 40.000 personas, mientras que en todas las vacunas aprobadas en los últimos 20 años, el promedio de participantes en los experimentos era de entre 4.000 y 5.000 personas. O sea que evidentemente, en las investigaciones que condujeron a la vacuna contra el Coronavirus, participaron 10 veces más personas que en otras vacunas.

El método de recolección de información fue mucho más meticuloso de lo común porque todos tenían claro que el mundo todo estaría mirando. La FDA sabía y sabe bien qué podría ocurrir si aprueba una vacuna con la que luego hay problemas, qué riesgo corría si eso pasaba. Así que el cuidado con el que se hizo todo el proceso fue mucho mayor que en el pasado.

Lo único en lo que se manifestó el elemento de la emergencia, no fue en el desarrollo de la vacuna sino en el tiempo de seguimiento de la gente en los grupos de experimentos, que fue de 2 meses, mientras que en general el tiempo promedio es de 6 meses.  Pero también a eso la FDA tuvo una respuesta clara y muy cierta, cuando se alegó que eso es poco tiempo: la enorme mayoría de los efectos secundarios de las vacunas que conocemos, ocurren muy rápido porque si hay una reacción inmunológica, no se demora sino que se manifiesta a más tardar una o dos semanas  después de darse la vacuna. O sea, que 2 meses estaba bien.

A quien no concuerde con ello, cabe recorar que ya estamos a 3 meses después de aquel permiso de emergencia  y aún no vemos efectos secundarios o problemas graves, ni en los grupos de control de Pfizer (de los que la mitad recibió la vacuna y la otra mitad recibió placebo) ni tampoco en el mundo real en el que ya han sido vacunadas millones de personas.

Y parte de los participantes en la investigación ya la recibieron hace 8 meses. O sea que inclusive al darse la autorización de emergencia, ya había un grupo de algunos miles de personas que habían recibido la vacuna hacía medio año.Eran aproximadamente 4.000, justamente la cantidad de gente con la que se hizo los experimentos de las vacunas anteriores al Coronavirus.

5) “No hubo suficiente tiempo para probar la vacuna debidamente”

Las vacunas fueron probadas en decenas de miles de personas, aproximadamente 10 veces más gente de lo que se hizo hasta ahora antes de aprobar una vacuna nueva o un remedio. Las vacunas fueron probadas en gente de todas las edades, con todas las enfermedades, ya hay seguimiento de decenas de miles de personas, y en parte de ellas-las primeras que participaron en los experimentos- ya desde hace  8 meses.

 

6) “La vacuna provoca efectos secundarios a largo plazo”

Ya hay un seguimiento de no pocos meses, en parte de la gente ya de 8 meses, y nadie los ha sufrido. Los que sí sufren efectos a largo plazo y muy serios, son los que tuvieron Coronavirus y luego continúan sufriendo de un cansancio interminable, dificultades para dormir, depresión, ansiedad, problemas de memoria y problemas de salud , inclusive una seria inflamación del corazón.

Nos asustan con efectos secundarios a largo plazo de la vacuna, que cada día que pasa sin que aparezcan confirma que no existen, pero no nos asustamos lo suficiente de los efectos secundarios que sabemos sin duda alguna que existen, que están demostrados, los efectos del propio Coronavirus.

No es lógico tratar de convencer a la gente a no vacunarse contra una enfermedad ya confirmada como muy peligrosa y mortal, dando a entender que quizás dentro de varios meses te pasa algo terrible, especulación para la que no hay ninguna base científica.

Cada día que pasa, una gran cantidad de gente recibe la vacuna  y no se sabe en absoluto de ningún efecto secundario problemático serio.

Hay que recordar que de todos modos es difícil demostrar causalidad. O sea, si a alguien le ocurre algo, sea después de la vacuna contra el sarampión u otra, siempre habrá quien diga que es por la vacuna, pero en realidad es muy difícil afirmarlo a ciencia cierta. Y de todos modos, está claro que uno no se vacuna porque sí sino porque hay una enfermedad a la que se debe combatir, que ya se sabe que es peligrosa.

Si alguien alega que no se puede saber si en 10 años la persona vacunada contra el Coronavirus sufrirá efectos por la vacuna, la respuesta es que no hay ninguna base teorética que lo fundamente, no es lógico pensar en esa opción y  no hay ejemplos de vacunas anteriores que hayan causado algo así. Pero además no es lógico no protegerse de una enfermedad que con absoluta certeza pone en peligro la vida ahora, de inmediato, por pensar en la eventualidad que ocurra algo dentro de 10 años.

 

7)”La vacuna echa a andar el peligroso fenómeno ADE”

ADE es la sigla en inglés del aumento dependiente de anticuerpos (antibodies dependent enhancement), y es  presentado por algunos como argumento contra la vacuna. El ADE es un fenómeno por el cual alguien infectado con un virus desarrolla anticuerpos que no son suficientemente efectivos, provocan fiebre, inflamación y otras reacciones serias en el cuerpo y si la persona se vuelve a enfermar del mismo virus, la segunda vez es mucho más grave que la primera, debido a ese problema de los anticuerpos inefectivos. Es bastante común en Dengue.

Pero el problema no se debe a la vacuna sino a una reacción anormal del cuerpo al virus mismo, a la infección. Y precisamente por eso, entre otras cosas, hay que vacunarse, para minimizar el riesgo de contagio de Coronavirus. Si uno no contrae la enfermedad, tampoco corre el riesgo de esa sensibilidad extrema por el problema de los malos anticuerpos que conduzcan a resultados peligrosos en un segundo contagio.

No hay ADE en Coronavirus, eso se sabe a ciencia cierta tras el seguimiento ya de varios meses de decenas de miles de personas en las que se probó la vacuna. Aquellos que se contagiaron por segunda vez, algo que lamentablemente ocurre, se enfermaron todos en forma más liviana que la primera. Y de todos modos, si alguien sufre de ADE en la segunda vez, eso no se debe a la vacuna-si es que se vacunó- sino al virus mismo y a la forma en que el cuerpo reaccionó ante la infección.

 

8) “Quien se vacuna se torna adicto y tiene que vacunarse cada medio año”

No esta claro aún si tendremos que vacunarnos en algún momento por una nueva mutación que sea resistente a la vacuna, pero si ello pasa no será por un problema de la vacuna sino para protegernos, así como nos vacunamos todos los años contra la gripe. Si finalmente tenemos que vacunarnos una vez por año contra el Coronavirus, no es porque estemos adictos a la vacuna.

9)“La vacuna puede provocar problemas de fertilidad o abortos”

Al comienzo del proceso surgió este tema de la fertilidad, como consideración teorética planteándose la posibilidad que los anticuerpos contra la proteína que produce la vacuna, ataquen la placenta y al feto. Pero la proteína que produce el cuerpo al recibir la vacuna, es la misma proteína del Coronavirus mismo. O sea que si la vacuna provoca aborto o problemas de fertilidad eso significa que también el Coronavirus puede causarlos ya que todos los anticuerpos que se crean actúan contra esa proteína que está en el virus. Pero no hay base teorética que lo fundamente. Lo dijo entre otros también  la Asociación de Ginecólogos de Estados Unidos. Y tampoco hemos visto hasta ahora un efecto así.  Ninguna otra vacuna anterior causó un problema de este tipo y no hay motivos para creer que esta la cree.

 

10)“La vacuna puede ser peligrosa para mujeres embarazadas”

Mujeres embarazadas no participaron en la investigación-así como tampoco participaron en investigaciones para el desarrollo de otras vacunas- y esa es la razón por la que al principio se dijo no vacunarlas. El problema es que se ven cada vez más casos de mujeres embarazadas, jóvenes y generalmente sanas, que se contagian de Coronavirus y algunas se hallan en grave estado. Ya ha habido casos de mujeres encinta que fallecieron por la enfermedad , junto con el bebé que llevaban en su vientre. Y por otro lado, en el mundo real hay cada vez más mujeres embarazadas vacunadas, a las que no les pasó nada.

Se decidió que mujeres embarazadas pueden recibir una vacuna con virus muerto o debilitado pero en estas vacunas lo que hay es menos aún que un virus muerto ya que incluye solamente un segmento del virus, una sola proteína.

O sea que aunque no hay una investigación específica con mujeres embarazadas, todo indica que pueden vacunarse sin problemas.

Si bien en la investigación no se probó la vacuna en especial en mujeres embarazadas, dado que no hay razones científicas lógicas para estimar que la vacuna puede ser peligrosa, mientras que ya se sabe que la enfermedad lo es, la recomendación clara es que mujeres embarazadas se vacunen.

Dado que el primer trimestre del embarazo suele ser el más problemático, durante el que hay abortos espontáneos y otros inconvenientes,el Ministerio de Salud Pública de Israel decidió recomendar vacunarse después de terminada esa etapa.

 

11) “Hay consenso científico contra la vacuna”.

Absolutamente falso. El consenso científico está claramente a favor de la vacuna, la FDA de Estados Unidos llama a vacunarse, también la EMA de Europa y todas las grandes organizaciones de médicos. Que se pueda hallar algunos pocos científicos en el mundo que piensan diferente, no echa por la borda en absoluto lo que considera la enorme mayoría.

 

 

A modo de conclusión

El Profesor Daniel Shepshelovich agrega un comentario personal:

“No estoy exhortando a nadie a hacer nada que no haya hecho yo mismo. Me vacuné apenas pude, convencí a mi madre a vacunarse y si mi padre estuviera con vida, lo habría exhortado también a él a hacerlo. He tratado pacientes con Coronavirus durante más de 4 meses, he visto gente de todas las edades, adultos, jóvenes, a algunos de los cuales me alegra haber podido ayudar y verlos liberarse en buen estado, mientras otros quedaron con limitaciones diversas, algunos se curaron de Coronavirus pero sus pulmones no se recuperaron y precisan respirador y otros lamentablemente fallecieron. Vi que eso les ocurre a adultos, a gente de poco más de 50 años y a gente de 40 sin ninguna enfermedad anterior. Antes de la vacunación, miembros de mi equipo en mi departamento se contagiaron y algunos aún no se recuperaron totalmente, aunque es gente joven y sana y ya pasaron meses desde que se enfermaron. Hemos visto gente que contagió a sus padres o a sus abuelos, algunos de los cuales fallecieron. No puedo ni imaginarme cómo se siente alguien que sabe que contagió a sus familiares más cercanos.

Yo tengo sumamente claro cuál es la decisión correcta, tanto como médico como en mi calidad de científico y de quien ha estado tratando a los enfermos, además de simplemente como ciudadano que quiere estar sano y no contagiar a su familia. Y no es lógico que especulaciones sobre lo que puede pasar en 10 años a raíz de la vacuna-especulaciones carentes de fundamento científico-sean la razón para que uno no se vacune ahora contra una enfermedad que sabemos claramente que mata y deja serios daños quizás para siempre”.

 

 

 

 
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