Danny Gold, creador del Cúpula de Hierro
En 2011, el flamante sistema de defensa anti-misiles “Cúpula de Hierro” de Israel interceptó su primer cohete disparado desde Gaza hacia el sur del país.
El sonido chirriante demasiado familiar de la sirena de alerta se oyó en Ashkelon, Ashdod y Sderot.
Pero esta vez, en lugar de que la gente huyera a sus habitaciones protegidas en una ola de pánico, todos salieron emocionados a sus balcones para ver el espectáculo de luces que era la “Cúpula de Hierro” en acción.
La gente aplaudió al ver la primera intercepción exitosa del sistema. El orgullo infló el pecho de los israelíes que sabían que la realidad del país cambiaría para siempre.
A pesar de la euforia, muchos en Israel creían que este sistema multimillonario, cuyos misiles tienen un precio de decenas de miles de shekels cada uno, era nada menos que una respuesta exagerada a los cohetes destartalados e improvisados en los desvencijados depósitos de chatarra de Gaza.
Esa noción fue un error. La “Cúpula de Hierro” es una de las mejores cosas que les ha sucedido a las comunidades cercanas a la Franja de Gaza en particular y al sur en su conjunto. Los combatientes que operan el sistema son considerados como una familia en todos los hogares del sur de Israel.
El propio despliegue del sistema cambió la vida en el sur y demostró que los líderes de Israel finalmente entendieron que el frente interno del país tenía que ser protegido por cualquier medio.
Sirvió como un impulso para el despliegue de medios de protección adicionales en el sur, como una valla nueva y tecnológicamente avanzada a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza.
Aún así, en 2011, el uso del sistema fue objeto de críticas, y algunos afirmaron que interceptar cohetes disparados desde Gaza haría a Israel demasiado indulgente con la Franja y aboliría cualquier motivo para una respuesta rápida y poderosa contra los grupos terroristas de ese territorio palestino.
No hay duda de que Israel reacciona de manera diferente a un ataque en el que un cohete es interceptado en el aire respecto de otro en el que un cohete cae en medio de una ciudad y causa múltiples bajas.
Pero la conclusión es que Israel ha logrado desarrollar un sistema que hace nada menos que salvar vidas humanas. Cada vez que la gente del sur oye el sonido de la horrible sirena, al menos ahora saben que alguien los está cuidando.
Las baterías de la “Cúpula de Hierro” se han convertido en parte del paisaje del sur. Lejos de ser temidas por la población local, son vistas como ángeles guardianes que brindan una seguridad adecuada.
Aun así, la paz duradera real en el sur exige líderes que tomen decisiones respecto de la Franja de Gaza.
En comparación con la “Cúpula de Hierro”, que se destaca una y otra vez, nuestros líderes han fallado repetidamente.
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