Un paramedico judio y uno arabe dedicados a sus oraciones. Ambos compañeros de trabajo
Cuando se terminen los ataques a mansalva de misiles de Hamás contra la población de Israel, que comenzaron el 10/5/2021 cabe preguntarse cuál será el efecto posterior sobre la población de Israel, cuales serán las consecuencias de estos ataques respecto de la convivencia de los árabes israelíes y los judíos israelíes. ¿Habrá reconciliación después de los pogroms que fueron realizados por los árabes israelíes sobre ciudades israelíes como Lod, Acco y Haifa? ¿Es posible que se pase a la etapa previa de convivencia entre los ciudadanos árabes y los judíos después del ataque de Hamás sobre Israel? ¿Cuáles serán las esquirlas de esta guerra entre los habitantes de Israel?
Muchas palabras pueden ser escritas, como reconciliación, olvido, superar el pasado, rescatar la convivencia, reconstruír el tejido social, etc. Pero cabe preguntarnos, ¿Cuándo termina la guerra realmente? ¿Cuándo no se disparan mas misiles? ¿Cuándo se callan las armas?¿Cuando se supera el dolor? ¿Cuándo el olvido permita pasar a otra página de la vida?
La Paz,es el reto de “construir un futuro compartido de un pasado dividido”. Palabras claves son “futuro compartido” y ” pasado dividido”.
Lo cierto es que la convivencia entre los ciudadanos israelíes, ya sean judíos o islámicos era una convivencia que se había logrado después de mucho tiempo y respetarse mutuamente , o por lo menos aceptarse mutuamente. Pero cabe preguntarse ¿cuán real era esta convivencia? ¿era forzada por las circunstancias? Lo cierto es que para algunos árabes israelíes ( no todos afortunadamente) el disparo de los misiles de Hamás desde la Franja de Gaza, despertó sus más oscuros sentimientos ancestrales que estaban motivados solamente por el odio inculcado en sus casas, en sus mezquitas y por algunos dirigentes políticos o religiosos. Lo cierto es que tanto los que participaron activamente del Pogrom contra los judíos israelíes en Lod, Aco, Haifa,etc., como los que los apoyaron ideológicamente con una complicidad pasiva pero entusiasta , se constituyeron ambos en los socios de la muerte y no en socios de la paz y la convivencia.
El desafío está planteado y las heridas en el tejido social de Israel no van a ser fáciles de curar y no será tampoco un proceso rápido.
Ya no estoy escribiendo acerca de los palestinos que viven en Judea y Samaria o en otros lugares, con quienes existen problemas, sino de los ciudadanos Israelíes islámicos a los que les llegó la hora de pensar y decidir definitivamente de qué lado se encuentran. ¿Decidirán ser actores activos de reparar el tejido social? ¿Se apartarán de los predicadores del odio? ¿aborrecerán el uso inmoral y espantosos de niños y mujeres como escudos humanos mientras los líderes están escondidos? ¿aceptarán que Israel es una realidad que no puede ser destruída? ¿Se darán cuenta que Israel existió desde tiempos inmemoriales y lo seguirá haciendo? ¿Entenderán que el futuro y la vida de la que gozan como ciudadanos israelíes en igualdad de derechos con los judíos israelíes solo pudo ser lograda por el establecimiento del Estado de Israel? ¿Tendrán la habilidad de ver como viven los árabes en la Franja de Gaza? ¿Entenderán que los miles de millones de dólares de ayuda que les entregaron diferentes países en las últimas décadas aterrizaron en Israel en forma de misiles , armas, corrupción y no en hospitales, carreteras, empresas, etc. para hacer mejor la vida de los habitantes de Gaza? ¿Se darán cuenta que los habitantes de Gaza son utilizados solamente como material descartable por los líderes de Hamás para obtener objetivos de muerte y destrucción que serán imposibles de conseguir? ¿Tendrán conciencia de que los líderes de Hamás son peores que bestias que nunca van a lograr lo que se proponen? La historia es abundante en el fracaso de este tipo de terroristas. Pero la lógica no es la característica de los asesinios terroristas de Hamás-. También pienso si la Autoridad Palestina con sus diferentes líderes sacará alguna enseñanza de estos enfrentamientos y se decidirá a ser un socio de la paz y abandonará su política zigzagueante de declamar la paz, pero ser al mismo tiempo sembradores de discordias y odios que afectan la convivencia entre los palestinos y los ciudadanos israelíes.
La verdad es que por mas que exista en algún momento el alto el fuego entre el movimiento terrorista Hamás y el Estado de Israel, ese movimiento terrorista lleva en sí la semilla de la muerte contra todo lo que no sea islámico y cuyos objetivos están declarados en su Carta Fundacional del año 1988 y es por eso mismo que la solución política con ellos no existe. No al menos en esos términos ni en estos tiempos.
Va a ser muy arduo el proceso de transición de la guerra a la paz en la sociedad israelí por las heridas causadas, pero esta tarea de sanación y reparación del tejido social no solo es importante sino absolutamente imprescindible.
No se puede cambiar el pasado, pero el mismo no nos esclaviza. Existe un futuro compartido que seguirá existiendo y se debe luchar para que el mismo no sea solo una ilusión sino siga siendo una realidad a pesar de los predicadores del odio.
Dr. Alberto Ruskolekier
Periodista-Escritor-Analista Internacional.
Porisrael.org/ Hatzad Hasheni
18 de Mayo de 2021
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.