Más allá de un cese del fuego entre los terroristas de Hamas e Israel que podrá teóricamente durar algunos años mientras Hamas seguirá lanzando cohetes a civiles israelíes como lo hizo alternadamente los siete años previos a esta guerra y con otro presunto cese del fuego en vigor, es oportuno marcar de qué forma se siente blindado Hamas, en particular en las Naciones Unidas y muy concretamente en el Consejo de Seguridad, y como, obviamente, eso redunda en la impunidad que se le otorga para practicar su terrorismo contumaz y ser un brazo fuerte de la expansión del antisemitismo en el mundo.
Ha sido publicado ampliamente que hace 48 horas, en un estilo del cual los nazis estarían orgullosos, Zheng Junfeng, presentador de la televisión china, comenzó un programa y tituló al mismo “¿Por qué EEUU actúa como escudo diplomático de Israel?”. Primero, descargó vitriolo contra Estados Unidos por imponer su veto en el Consejo de Seguridad y no permitir que este organismo de la ONU condenara a Israel. Lo que no dijo fue que la declaración si hubiera existido en ningún momento menciona a Hamas y los casi 3.500 cohetes lanzados contra la población de Israel, ni sus muertos y heridos.
A continuación, leyó de su libreto goebbeliano lo siguiente: ”Mucha gente cree que el apoyo de Estados Unidos a Israel es debido a los judíos norteamericanos ricos y al lobby político judío”. Y siguió: ”De la lista de Forbes de las 40 personas con más dinero, 18 son judíos”. En realidad, son 8, pero la verdad no es el tema del programa en cuestión. Hay más de Zheng: ”Los judíos dominan las finanzas, los medios de difusión, y todo el mundo de internet”. Agregó sobre la Guerra de los 6 Días:” El auto proclamado Estado judío derrotó al nacionalismo árabe. Ese nacionalismo árabe es el que debe existir en Medio Oriente, y no en su lugar, colonos judíos y compañías petroleras americanas”. El programa fue visto por millones y se emitió en un canal con 14 millones de seguidores en twitter. Por supuesto, el canal es propiedad del Estado y trabaja bajo la supervisión y órdenes del Partido Comunista Chino.
La Embajada de China en Israel mintió sin perder la calma, pensando quizás que alguien podría creer que el programa antisemita en una de sus emisoras estatales se les escapó de control. La Embajada rechazó la diatriba antisemita, que además niega a Israel su derecho a existir ni más ni menos, y dijo que China sólo está bregando por un cese del fuego en el actual conflicto. Lo que no dijo la Embajada china en Israel es cuál es la actitud de China en el Consejo de Seguridad, en cuanto a no mencionar a Hamas como terrorista ni que inició el actual conflicto y lo que significa en la ley internacional lanzar armas letales contra población civil. Tampoco dice la Embajada de China que en las reuniones presuntamente cerradas del Consejo (porque la verdad se filtra bastante información) con su forma de actuar y votar, avala a Hamas y su carta de constitución que es tajante en cuanto a no reconocer a Israel y luchar por terminar con su existencia.
En Jerusalem Post, Carice Witte, Directora Ejecutiva de SIGNAL, organización de investigación sobre relaciones chino-israelíes, sostiene que el vergonzante programa televisivo “ es una forma de tratar de justificar la idea política china que el conflicto entre israelíes y palestinos es el centro de todos los problemas del Medio Oriente y así ganar adeptos africanos, árabes y algunos latinoamericanos que piensan igual y ayudan a China a que sus horrores internos contra los iugures y otras persecuciones políticas queden escondidas y sin votos suficientes para una condena”. China no está solo en el Consejo de Seguridad. Rusia, cuando se trata de atacar y demonizar a Israel no titubea en apoyarla, mientras Francia es normalmente ambigua. Y la reciente firma de un acuerdo multimillonario entre China e Irán (ya mencionado por nosotros en esta columna) no deja de influir en la postura del gobierno chino cuando está en la mesa de debate el Medio Oriente.
Pero con la demostración de antisemitismo por televisión de esta semana, cruzó líneas rojas. Para atacar la política de Estados Unidos (su objetivo real y permanente) decidió usar a Israel, y sin escrúpulos se sumergió en la retórica de Los Protocolos de los Sabios de Sión. Por más desmentidos o atenuaciones que quieran hacer han unido el antisemitismo y el apoyo a un movimiento terrorista.
Hamas no recibe apoyo político sólo de potencias nucleares y apoyo logístico de Irán. También desde el corazón del Congreso de EEUU, y creando grietas en el Partido Demócrata ,Congresistas como Rashida Tlaib, Ilhan Omar y Ocasio Cortez mantienen un relato fervorosamente incitador de antisemitismo, que crece allí y en Europa( basta ver las manifestaciones, las amenazas y los ataques en ciudades americanas, en Londres, París). Las congresistas mencionadas han aprovechado el actual ataque de Hamas a Israel para aumentar su habitual apuesta y comparar la situación de los palestinos con lo que ellas denominan “brutalidad policial americana contra los afro descendientes”. Primero, apoyan a Hamas. Nunca han dicho ni una palabra que es un grupo terrorista. Ni lo mencionan. Globalizan diciendo pueblo palestino, cuando esta agresión de Hamas no enfrenta a Israel con el pueblo palestino sino con dos grupos terroristas: Hamas y Yihad Islámica. Segundo, insultan a la comunidad negra americana que ha luchado y lucha por sus derechos civiles, pero que no tienen un conflicto con sus gobiernos, uno de los cuales fue presidido por un afrodescendiente como Barack Obama. La comparación es incitación al odio. Y ese mérito lo tienen las congresistas ya que su oratoria antijudía permanente ha logrado un antisemitismo creciente y exponencial en Estados Unidos.
El cese del fuego será aceptado y firmado. Hamas, al igual que lo hizo desde 2014, seguirá violando lo acordado, sobre la base de que su objetivo es exterminar a Israel y con apoyos como los ya mencionados y varios más, no se detendrá por una firma sin valor real. Israel debe rehacer su vida diaria de desarrollo y una situación civil que debe revertir, sabiendo que tiene de un lado a Hezbollah, del otro a Hamas, y más allá a una Autoridad Palestina debilitada como nunca, pero con el odio antijudío intacto.
El terremoto pandémico universal ha acentuado comportamientos que ya eran destructivos y ahora más. Erdogan fue increpado ayer miércoles por Estados Unidos por sus discursos antisemitas. No son los primeros ni los últimos. Se asocian a su historia de ejecutar primero y negar después el genocidio armenio y hoy, disputar con Irán, quien tiene el podio del odio a Israel. Israel envió a sus médicos a varios continentes a ayudar con la pandemia. Varios de esos gobiernos sin embargo, están listos para condenar a Israel en el Consejo de DDHH y en el Consejo de Seguridad. Esa es una vergonzante ecuación política no quedó más en evidencia ahora sino que está latente y es constante. Lo que sí ha sucedido ahora es la ratificación de la hipocresía y algún antisemitismo, que alguno, quizás, no lo tenía presente.
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