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| lunes diciembre 30, 2024

Con Richard Kemp, experto en terrorismo, ex Comandante de las fuerzas de Gran Bretaña en Afganistán


El Coronel Richard Kemp, gran analista y consultor sobre temas estratégicos, conferenciasta y escritor, es ante todo experto en terrorismo que conoce el desafío de su propia experiencia en el terreno. En  el 2003 fue Comandante de las Fuerzas de su país, Gran Bretaña, en Afganistán. Luego  fue Jefe de la Inteligencia anti terrorista en el Ministerio del Gabinete británico.

Cuando tuvo a su cargo la comandancia de las tropas en Kabul, la situación era relativamente más tranquila que lo que se tornó después. Sus misiones principales eran operativos anti terroristas en la capital para desarmar milicias  y también entrenar a las fuerzas afganas.

Lo conocimos ya años atrás en uno de sus asiduos viajes a Israel, motivados tanto por su profunda cercanía y admiración por el Estado judío, como por su interés profesional. Se ha hecho presente prácticamente cada vez que Israel ha tenido que lanzar un operativo de envergadura contra la infraestructura terrorista de Hamas. Es un convencido del enorme esfuerzo que hace Israel por minimizar daños a la población civil palestina y por garantizar que únicamente los terroristas paguen por sus acciones.  Aunque ese no es el punto de esta entrevista, nos parece importante mencionarlo a fin de que se entienda a fondo quién es nuestro entrevistado de hoy.

El Coronel Kemp es miembro del grupo “Friends of Israel” promovido por el ex Presidente de Gobierno de España José María Aznar , en el que hay otras figuras internacionales como el ex Director de la CIA John Bolton y el ex Presidente de Uruguay Luis Alberto Lacalle Herrera y muchas más.

Kemp en Jerusalem (Foto: Ariel Jerozolimski)

 

P: Antes de entrar en detalles ¿cuál es su sentir general respecto a la nueva situación en Afganistán?

R: Esta situación era completamente inevitable desde el momento que se tomó la decisión de retirar las tropas occidentales. El gobierno afgano y sus fuerzas de seguridad eran totalmente incapaces de hacer frente a la situación por sus propios medios sin el apoyo  político de fondo de Estados Unidos, las tropas de la OTAN y especialmente el poderío aéreo norteamericano.

Los jihadistas por doquier celebran la victoria de los Talibanes. Esta situación los inspirará y alentará a reanudar sus propias acciones, incluyendo atentados, en diferentes partes del mundo.

 

Talibanes en el palacio presidencial en Kabul (Captura de pantalla de Al Jazeera)

 

¿Cómo pasó?

P: ¿Se puede hablar de “culpas”? ¿Es Biden el culpable o sería demasiado simplista presentarlo así?

R: Aunque él ha tratado de culpar a todos menos a sí mismo, la responsabilidad recae claramente sobre los hombros del Presidente Biden. Sus asesores le presentaron varias opciones, varios de ellos se resistían a este rumbo por el que él se decidió, y así estamos.

Considero que desde el momento que el Presidente Biden anunció una retirada incondicional, los eventos eran absolutamente previsibles. Sin tomar en cuenta la situación de seguridad en Afganistán, decidió retirarse de todas formas y eso significaba que las otras fuerzas occidentales, incluyendo de Gran Bretaña, también lo harían. No se hallaban realmente en posición de operar allí sin respaldo de Estados Unidos.

Creo que el Presidente Biden empeoró las cosas más aún de lo mal que de todos modos habrían estado, al decidir retirarse tan rápidamente sin dar realmente al gobierno afgano y a las fuerzas de seguridad afganas tiempo suficiente para prepararse y planificar cómo enfrentar la situación totalmente diferente que estaban por afrontar.No sólo eso sino que lo hizo en un momento especialmente álgido de los combates, cuando los Talibanes estaban muy activos y con mucha fuerza. Todo dificultó más las cosas al gobierno afgano. Y por eso vimos que en el minuto que se concretó la retirada, el país fue cayendo ciudad por ciudad, como piezas de dominó.

 

P: Más allá de la falta de tiempo para organizarse, había un problema de fondo con las fuerzas de seguridad locales ¿verdad?

R: Sin duda. Casi no combatieron. Simplemente colapsaron, desaparecieron. Y eso se debe a distintas razones. En primer término, los gobernadores locales en Afganistán tienen más lealtad para con sus tribus que para con el gobierno central. No creo que el Presidente Biden haya entendido la fragilidad de la relación entre Kabul y el resto del territorio. Al no haber presencia militar norteamericana en Kabul, el cambio fue muy grande. En algunos casos hubo combates pero en muchos otros no. Simplemente se fueron y las milicias entraron enseguida.

Pero hay que recordar que tampoco el propio ejército afgano no tenía una gran fidelidad de fondo por el gobierno afgano. Cuando se enteraron de que Estados Unidos se estaba por retirar, eso  precipitó un colapso muy grande. Todo aquel que sabe algo sobre operativos militares, entiende que el tema de la moral es el factor más importante cuando uno espera que alguien salga a luchar. Y en este caso, la moral desapareció. Los norteamericanos habían estado allí todo el tiempo, como respaldo, como apoyo de fondo encargándose de todo lo necesario. Y súbitamente, se fueron. Y aunque en los últimos 7 años murieron 50.000 tropas en los combates contra los Talibanes-un número gigantesco-, de los cuales sin duda algunos lo hicieron muy duramente y con mucha valentía, todo terminó al colapsar la moral. Por eso no me sorprende haber visto cómo todo cayó tan rápidamente.

 

P: Si hablamos de culpas, me pregunto si considera que también otros cometieron errores que influyeron en la situación. Quizás también su país. ¿Cómo lo ve?

R: Otras tropas occidentales no podrían haber permanecido en Afganistán sin Estados Unidos. El ejército británico por ejemplo, la segunda fuerza más potente en el país, no tiene la capacidad de operar en ese medio por sus propios medios tras años de cortes salvajes en el presupuesto de defensa por parte de diversos gobiernos sucesivos en Londres.

 

Potenciando al terrorismo jihadista

P: Todo esto no se puede ver como un problema interno de Afganistán ¿verdad? Y aquí está precisamente la preocupación.

R: Claro que esto no es solamente un problema para Afganistán. El control Talibán convertirá nuevamente a Afganistán en un paraíso seguro para terroristas.  Amenazarán al mundo, incluyendo a Estados Unidos, Gran Bretaña y el resto de Europa. Estamos de vuelta en la situación previa al 11 de setiembre.

Creo que veremos a jihadistas del mundo fluyendo a Afganistán tal cual lo hicieron antes del ya mencionado 11 de setiembre. Se entrenarán allí , planificarán, se reunirán entre ellos y se prepararán para lanzar ataques contra otros países, contra Occidente, desde Afganistán. No creo que haya ninguna duda al respecto. Puede que no suceda de inmediato, pero mientras los Talibanes estén controlando Afganistán, el terreno es fértil para ello. Y además del refugio seguro para los terroristas en Afganistán, el control Talibán inspirará a jihadistas en todo el mundo.  Creo que estaremos ante una situación similar a la que vivimos cuando el Estado Islámico controlaba vastos territorios en Siria e Irak. Eso indudablemente afectará a todos nuestros países.

 

El mapa internacional

P: ¿Qué otras implicaciones regionales e internacionales vaticina?

R: Habrá numerosas implicaciones regionales. Pakistán, Irán, China y Rusia, todos ellos han apoyado, armado  y proporcionado fondos al Talibán. Y ahora cobrarán, aprovechándose de los recursos naturales de Afganistán y utilizando su presión desde allí sobre Occidente.

Por sobre todo, habrá un serio problema de refugiados. Los afganos ya hoy constituyen la segunda población de refugiados más grande del mundo. Inundarán-ya lo están haciendo- Pakistán. En los últimos días se estima que  la cantidad de desplazados dentro del país superó los 100.000. Muchos más se desplazarán hacia Irán y de allí tratarán de llegar a Turquía y eventualmente a Europa.  Creo que un flujo significativo de refugiados llegando a Europa  será un resultado claro de todo esto.

Y otro tema clave es Pakistán. Sin la ayuda de Pakistán, los Talibanes no se habrían mantenido hasta ahora, tras 20 años de nuestra campaña en su contra. Pero la existencia de un Estado jihadista a la puerta de Pakistán, creo que presentará grandes peligros para Pakistán.

P: Usted, así lo entiendo, está pensando en algo muy puntual y significativo.

R: Así es. Una de las grandes amenazas en la que siempre pensamos durante la campaña en Afganistán, al considerar la eventualidad de que los Talibanes salgan victoriosos, era el potencial de que tomen control o tengan acceso a las instalaciones nucleares en Pakistán. Hay una relación compleja entre el gobierno pakistáni y los Talibanes, también con Al Qaeda y otros jihadistas en Pakistán. Y claro que la posibilidad de que terroristas estén armados con material nuclear es una gran amenaza.

No digo necesariamente que usarían por ejemplo misiles nucleares pero el material mismo puede ser convertido en arma por los Talibanes o por otros jihadistas en Afganistán y en Irán.

También Irán contribuyó mucho a la victoria de los Talibanes. Los apoyaron, asesoraron, armaron y financiaron, especialmente en etapas más tempranas de la campaña, para matar soldados norteamericanos y británicos en Afganistán, así como lo hicieron en Irak con sus proxies. No es al mismo nivel pero también tuvieron un rol significativo en Afganistán.

Y hay una consecuencia global de todo esto. La derrota de Estados Unidos  es catastrófica para el prestigio norteamericano y occidental en general en el mundo . El Presidente Biden dijo que se retira de Afganistán por una razón, para dedicar más atención a confrontar a Rusia y China. Pero lo tendremos será el efecto contrario porque tanto Rusia como China verán lo que ocurre , verán que Estados Unidos es más débil aún de lo que pensaban y eso las envalentonará contra Estados Unidos. Y lo peor son todos aquellos países a los que esperábamos persuadir a que estén de nuestro lado y no con los chinos-y hay muchos en esa posición de poder elegir- que ahora se preguntarán : ¿por qué nos vale la pena ir con Occidente?

 

P: Un análisis complejo de todas las piezas en el mosaico, realmente preocupante.

R: Sin duda lo es.

Un régimen islamista cruel y opresor

Más de 600 civiles afganos partiendo de su país en un avión norteamericano

 

P: El nombre oficial del país, por decisión de los Talibanes, ha sido cambiado a Emirato Islámico de Afganistán. ¿Cómo compararlo con el Estado Islámico, ISIS?

R: Hay una pequeña diferencia entre ambos en la doctrina y en la forma que gobiernan el territorio. Los Talibanes tienen pequeñas aspiraciones internacionales por lo cual es menos probable que nos amenacen dirctamente, pero sí permitirán que otros grupos jihadistas que tienen interés en ataques internacionales, como el Estado Islámico y Al Qaeda- puedan operar en Afganistán en forma segura.

Desde el 2001, la relación entre Taliban y Al Qaeda se ha estrechado mucho Además tenemos el tema del Estado Islámico en Afganistán mismo  ya que hay allí una cantidad significativa de hombres de ISIS en el país. Está claro que en determinados lugares miembros de Al Qaeda combatieron estos días junto a Talibanes para tomar ciudades.

 

P: ¿Cuáles considera que serán los primeros pasos del Talibán?

R: Los Talibanes reimpondrán en Afganistán el mismo régimen cruel que operaron antes del 2001. Creo que no hay ninguna duda de que Afganistán retrocederá al siglo VII. Regresará un régimensumamente oscuro, represivo, agresivo y violento bajo dominio del Taliban, muy similar al que existió antes. Bien se sabe lo que ocurrió en el país en aquellos años bajo el Taliban. Y se volverá a lo mismo. No han reformado nada, no han cambiado, no son distintos en nada de lo que fueron cuando se los expulsó en el 2001.

 

A modo de resumen

 

P: ¿Qué tiene que hacer Occidente ahora?

R: Hay poco que Occidente pueda hacer. Ha renunciado a toda influencia o control en Afganistán. Lo único que se puede hacer ahora es mantener lo mejor posible un buen nivel de información de Inteligencia en el país y llevar a cabo ataques contra terroristas que amenazan a Occidente.

No creo que haya ninguna perspectiva de reconexión con Afganistán ni de parte de Estados Unidos ni de Gran Bretaña ni ninguna otra fuerza occidental. En absoluto. Está claro que aunque la retirada fue una decisión norteamericana, contra la que Gran Bretaña protestó en forma limitada, en realidad creo que el gobierno británico se sintió muy aliviado con esta decisión porque estaban desesperados a mi modo de ver por salir de allí, de todos modos. Esto llevó mucho tiempo, el costo de vidas perdidas y de capital político y dinero fue muy alto , por lo que creo que estaban muy contentos de irse .

No creo que Estados Unidos vuelva a entrar. Tendría que pasar algo similar a lo que ocurrió el 11 de setiembre, o mayor aún, para que eso suceda.

 

Y mirando desde Israel

P:¿Usted estima que Israel sigue la situación con especial atención o está demasiado lejos de lo que allí ocurre?

R: Israel observa esto de cerca. El aumento de la amenaza jihadista le afecta. También reafirma lo sabio de su política de defender a su país por sus propios medios, sin confiarse o basarse en fuerzas externas.

 

SEmanariohebreojai

 
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