Israel y la nueva cepa Omicron: ¿Reacción histérica o gran responsabilidad?

En Israel se ha confirmado hasta este domingo de mañana un caso de la nueva variante Omicron- que preocupa sobremanera a los expertos y autoridades de la salud a nivel mundial-y se analiza la secuencia de otros 12 casos sospechosos, entre ellos también vacunados. Cabe preguntarse entonces si es justificado reaccionar tal cual Israel lo ha hecho.

Si bien se desconoce aún cuán peligrosa es la nueva cepa, ya es indudable que es extremadamente contagiosa, en base a los datos recabados de Sudáfrica, donde su expansión ha sido exponencial. Y dado que tiene 38 mutaciones en la proteína del Spike (los «tentáculos» de la corona, que es la parte que contagia al adherirse a las células), una situación sin precedentes en todas las cepas anteriores, se considera que potencialmente puede tratarse de una cepa muy preocupante.

El Gabinete Coronavirus de Israel aprobó este sábado por la noche una serie de medidas destinadas a frenar a tiempo la expansión en el país de la nueva variante Omicron , destacándose como la más drástica la prohibición de entrada de extranjeros por dos semanas. Esta y todas las demás, quedarán confirmadas  definitivamente si son aprobadas por la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Kneset (Parlamento de Israel) que se reunió este domingo de mañana a debatir el tema. Se estima que serán confirmadas.

Según la decisión gubernamental, israelíes tendrán prohibido viajar a 50 países declarados “rojos”, todos ellos en África-donde se originó la cepa- y quienes regresan a Israel provenientes de dichos países, deben entrar en cuarentena, aunque estén vacunados o se hayan recuperado de Covid-19.

Todo esto fue recomendado por el Primer Ministro Naftali Bennet y aceptado-aunque no unánimemente-por el Gabinete Coronavirus. Entraría en vigencia este domingo a la medianoche, supeditado a la aprobación de la mencionada comisión parlamentaria.

Cabe recordar que en el Gabinete Coronavirus están presentes no solamente los ministros del gobierno nombrados para ello, sino también los máximos expertos en el tema que acompañan a las autoridades en la parte profesional, haciendo las recomendaciones pertinentes del caso. Ello incluye tanto a los expertos del Ministerio de Salud como a los académicos especializados en la materia, que en forma voluntaria aceptaron la solicitud ya del gobierno anterior de ser parte del plantel de expertos para recomendar a las  autoridades cómo es lo mejor proceder desde un punto de vista médico.

Pues la pregunta con la que optamos por titular esta nota, no es descabellada. “¿Histeria o gran responsabilidad?” .

El Primer Ministro Naftali Bennet ha sido categórico. “Quien espere a  recibir más datos para recién entonces apagar el fuego, perderá”.

No ocultó ni por un minuto que lo preponderante ahora es lo que llamó “nebulosa”, un período de incertidumbre sobre cuán peligrosa es la nueva cepa y cuán resistente es –o no- a la vacuna. Esto se aclarará más en aproximadamente dos semanas. Pero recalcó que la línea debe ser “cautela y riesgos mínimos”. Señaló que para preservar lo que llamó “nuestro gran logro con la variante Delta, un Israel abierto con economía en funcionamiento y un sistema educativo funcionando”, es imperioso “mantener un control estricto de las fronteras del país”.

Esta postura, aprobada por el gobierno, ha sido avalada en una entrevista en el programa Kalman-Liberman de la radio pública KAN por el Profesor Ran Balitzer, jefe del plantel de expertos de Coronavirus que asesora al gobierno .

“Las decisiones tomadas son medidas y en este punto, imprescindibles”, aseguró. “Recordemos que son por un tiempo limitado de algunas semanas hasta que se disipe la nebulosa. Hay que suponer que lo necesario es reaccionar de la forma más estricta posible y si después vemos que no era necesario, pues se puede volver atrás. Pero no podemos cerrar las puertas tarde. Lo correcto es actuar ya y frenar riesgos para estar prontos para cualquier duro escenario”, recalcó.