- Uno de los reproches que se le hizo a la heterogénea coalición que desde el 13 de junio rige los destinos de Israel es que sería una colección de egos ingobernable sin el mando y la firmezas suficientes para hacer frente a los muchos desafíos del Estado judío. La idea fue cultivada sobre todo por el despechado exprimer ministro, pero tenía sentido. Después de más de una década de éxitos económicos, de seguridad y de apertura al mundo árabe bajo gobiernos dominados por la arrolladora personalidad de Netanyahu, la aritmética parlamentaria obligaba al nuevo ejecutivo a apostar por un modelo radicalmente distinto en el que parecía muy difícil la harmonía. Los malos augurios, sin embargo, no se están cumpliendo, y el nuevo gobierno ha convertido el exceso de solistas, que diría Pablo Casado, en uno de sus puntos fuertes y más atractivos. Como se ve cada día en el Correo de Israel, el ejecutivo de Jerusalén habla con distintas voces diferentes en matices pero igualmente potentes y con las mismas prioridades. Lo vemos en la cuestión de Irán, donde el titular de Defensa Gantz amplía el frente de diplomático que encabezan Bennett y Lapid y refuerza el presidente Herzog. La crisis de los turistas detenidos en Turquía la resolvió Lapid y Bennett fue al COP a hacer contactos y presumir de compromiso verde. Igual que Lapid fue a los Emiratos, Gantz ha ido a Marruecos y se implicó de lleno en los esfuerzos por explicar al mundo (sin éxito) que Israel tiene motivos para ilegalizar las ONG palestinas que supuestamente financian el terror. A estos tres ministros protagonistas (y a un presidente Herzog de corte más ejecutivo que el abuelo entrañable y justo que fue su predecesor Rivlin) se suma también el ministro de Finanzas Liberman, que habla de todo y como le place sin desafinar en una orquesta que dominan políticos aparentemente más moderados. Tener cuatro o cinco primeras espadas que actúan con autonomía y confianza da al Gobierno de Israel una potencia de fuego simultáneo que le permite consumar varios hitos casi a diario, algo imposible hasta hace poco pese a la tremenda energía de un Netanyahu que lo acaparó todo y decapitó cualquier voz que destacara a su sombra.
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.