Hace cerca de un par de años había analizado la conmemoración del
Día del Holocausto (exterminio industrial masivo de judíos por parte del nazismo,
para ser más explícito) que había tenido lugar , esencialmente, en la primera mitad de la
década del 40 del siglo pasado.
En dicho artículo había señalado que lo que denominamos usualmente como
“Holocausto” no era, ni más ni menos, que la abundante cosecha,
en muy pocos años, de aproximadamente veinte centurias consecutivas con una
incesante siembra de odio, legalizada muy rápidamente a través de diversas instituciones
oficiales (imperios, monarquías, repúblicas de diversas ideologías ,califatos y variadas
entidades religiosas cristianas y musulmanas de todo tipo y color) a lo largo de la
Historia. Y que el llamado Holocausto había sido el gran colofón de tanta inmundicia
moral contra el pueblo judío, más o menos disimulada, según las circunstancias históricas ,
geográficas y culturales que hubiesen tenido lugar .
Ello tan sólo demostraba que el deseo (no importaba cuán sincero se manifestara) de
asimilarse al medio gentil circundante se había mostrado notoriamente insuficiente en
eliminar el veneno que se había inoculado durante tantos siglos .
Dicha asimilación pretendió ser muchas veces un salvoconducto, no una respuesta ética
individual en la que constantemente se pudiera contrastar la actitud presente a adoptar
comparada con la que había tenido lugar en el pasado , sea por tradiciones heredadas ,
por mandatos familiares o sociales en el lugar de residencia , o meramente por una
obstinada ( y cómoda ) ceguera o miedo a enfrentar una realidad que conmovía a ciertas
mentes atribuladas, tanto judías como cristianas .
La aparición del sionismo significó una conmoción que afectó, en su momento, tanto a
gentiles como a los judíos de la diáspora, provocando un rechazo infundado, y no sólo
por subestimar dicho movimiento, sino también por imaginarlo como una salvaje
revancha contra los opresores de larga data pergeñada , en sus comienzos , por socialistas
en gran número ,“ todos ellos bolcheviques “ . Muchos judíos temieron que dicho
movimiento, además de “utópico”, pretendiera no sólo eliminar la cultura yiddish, sino
también gran parte del acervo cultural que primaba en una importante porción de la grey
judía . Resucitar una lengua “muerta” como el hebreo constituía una mezcla de “utopía y
herejía”.
El establecimiento del Estado de Israel, después de un sinfín de amargos avatares (entre
ellos, el rechazo mundial muy evidente a la inmigración judía a cualquier parte , que ya
había comenzado a manifestarse a comienzos de la década del 30 del siglo pasado, antes
del exterminio masivo) , entre ellos la ramificación del nazismo en gran parte del Medio
Oriente, supuso una nueva realidad.
Ya el término antisemitismo, luego de 1945, fue considerado palabra non sancta. Y el de
nazismo corrió la misma suerte.
Sin embargo, un original huevo de la serpiente irrumpía, ahora en la Unión Soviética.
La especulación de dicho país en apoyar la creación del Estado de Israel (en contra del
pensamiento de los propios mandamases del Pentágono de los EEUU, y aún de medios
periodísticos tan influyentes como el New York Times, periódico cuyo CV en lo que
respecta a su ética periodística durante 1939- 1945 acerca de la poca tinta derramada
sobre la mención del Holocausto, constituye un monumento a la infamia ) se dio de bruces
con la realidad del nuevo estado en cuanto a la esperanza de que abrazara el comunismo,
supuesta alternativa excluyente por el mero hecho de ser la víctima propiciatoria del
nazismo.
El alejamiento del nuevo estado recientemente creado de dicha ideología (que en ese
entonces ya había regado el mundo con varias decenas de millones de víctimas , judíos
incluidos) , aceitó un engranaje típico del comunismo : opresores versus oprimidos .
Dicha ideología no explotó en los 90, sino que tan sólo provocó una implosión y una
metamorfosis buscando “opresores blancos”, y “oprimidos” en todo tipo de minorías
que cuajaran con dicha estrategia.
Y desde comienzos de la década del 50 del siglo XX, dicho esquema, tan burdo y abyecto
como efectivo, puso al Estado de Israel en el bando de los explotadores. Luego en el de los
racistas . Y, últimamente, en el de los genocidas. Las comprobaciones históricas de dichas
aseveraciones constituyen verdaderos tabúes. La ONU, la UNESCO y muchas ONGS
participan de dichas farsas históricas. Tan sólo su antisionismo acendrado las justifica,
además del mantenimiento económico de dichas organizaciones por…. nuestros más
“comprensibles” e hipócritas aliados.
La mayoría de los países de Europa Occidental adhieren a dicho principio, más o menos
suavizado, pero siempre apiadándose de los árabes de Judea, Samaria , Gaza y el este
de Jerusalem , para que conformen un estado palestino inviable, cuyo único mapa oficial,
aún hoy, es la Palestina desde el Jordán hasta el Mediterráneo. Y, a falta de una historia
permanente, las actuales autoridades palestinas elaboran un relato burdamente apócrifo,
que es absorbido (y lo que es peor, aplaudido) por una parte nada desdeñable de la
intelectualidad occidental (que también incluye, lamentablemente, a no pocos judíos )
que relacionan al Estado de Israel con un estado blanco, racista y opresor.
Si Goebbels viviera, no lo hubiera hecho mejor.
Por lo anteriormente expuesto, quedan bastantes incógnitas a develar sobre qué es lo
que se conmemora, en realidad, en el mundo gentil que rodea al actual estado judío en
este nuevo 27 de enero. ¿Lágrimas por los 6.00.000 de muertos ( porque están muertos )
y desprecio por 7.000.000 de judíos vivos en Israel ¿
Contemplando en la actualidad el políticamente correcto antisionismo que se expande
con aires de superioridad , como la voluntaria ceguera y un resentimiento que los
amamanta , sin importar que también no pocos judíos formen parte de dicho festival
reaccionario .
No ser antisemita pero ser”antisionista” conforma el nuevo grito de la moda de los
ignorantes por doquier, que proyectan en cierto prójimo(el Estado de Israel o quienes lo
apoyan) lo que ellos mismos no pueden reconocer: su acendrado odio hacia todo lo que
dicho país representa en la actualidad , por causas que están mucho más allá de la razón.
Parte I
https://porisrael.org/2020/07/17/a-proposito-del-holocausto/
Los judios «molestan» porque núnca pueblo alguno indagó mas y mejor acerca del álma humana, ni su aportacion a las ciencias y el saber, fue mas extensa y excelsa …»molestan» por su singularidad, y su capacidad para sobreponérse a circunstancias adversas, sin por ello perder un ápice de la misma …molestan porque estan el el origen e incluso a veces en el embrion, de todas las corrientes de pensamiento que hicieron avanzar a la humanidad a traves de los tiempos, «molesta» su perednidad en el tiempo, y facultad para alcanzarla excelencia en distintas materias …son «molestos» porque representan lo mejor de la espécie humana, y éso no todo el mundo está en disposicion de saber «digerírlo» …