Comencemos por los números. Duros, difíciles de digerir.
Israel ha cruzado el umbral de los 9000 muertos desde el comienzo de la pandemia, que llegó al país hace 2 años. Hasta este domingo 6 de febrero de mañana, ya eran 9.139, según datos del Ministerio de Salud.
De ellos , 920 murieron en la ola actual, la quinta, del Omicron, o sea desde comienzos de enero. Aproximadamente 340 personas fallecieron en la última semana. El promedio en esta ola ha sido de 55 muertos por día.
¿Cómo puede ser? ¿Acaso no es cierto lo que nos dijeron cuando se empezó a conocer el Omicron?
Se recalcó que es una variante mucho más contagiosa que las que le antecedieron, pero al mismo tiempo, mucho menos violenta. También vacunados se contagian, pero la vacunación casi siempre protege de un deterioro de la situación, de una enfermedad grave y hospitalización y por cierto de muerte. Esto, a menos que la persona vacunada sufra de enfermedades previas que complican el funcionamiento de su sistema inmunológico.
¿Entonces? ¿Por qué tantos muertos?
Pues ante todo, es importante distinguir entre muertos “por Omicron” y “con Omicron”.
En general,no fueron hospitalizados por tener Covid sino por otros problemas, pero al internarse se descubrió que eran positivos al virus y por ende entran en la categoría de enfermos de Covid. Por otra parte, esto no significa que haber contraído el Omicron es insignificante. En personas con problemas anteriores y muy especialmente no vacunadas, también el Omicron puede deteriorar su estado de modo que termine en lo peor.
El Ministerio de Salud no publica aún los detalles-y no está claro que los tenga- de la distinción entre “por Covid” y “con Covid”. Pero el hecho es que también quienes fallecieron- por ejemplo- enfermos de cáncer, cuyo estado se deterioró por el Covid, entran en la categoría de muertos de la quinta ola.
Proporcionalmente a la enorme cantidad de contagios, que desde el comienzo de enero superó en mucho a todos los positivos con el virus del 2021, el número de enfermos graves es bajo. En estos momentos son algo más de 1.230, ya más del número más alto registrado en la ola anterior. Pero con mucho más de 1 millón de positivos, si el Omicron fuera violento como sus antecesores, las tragedias –de por sí terribles- se habrían visto multiplicadas más aún.
La vacunación
Parece ya un canto viejo, pero es ineludible seguir repitiéndolo, porque no es tarde para protegerse. ¡La vacunación hace una diferencia!
La enorme mayoría de los fallecidos era gente de avanzada edad, en general con enfermedades previas , que no estaban vacunados o cuyas vacunas ya no estaban vigentes por el tiempo transcurrido sin que se presentaran a recibir el refuerzo, la tercera dosis. Ni que hablar de la cuarta.
Pues la enorme mayoría de los fallecidos no estaban vacunados.
Este diagrama publicado por el Ministerio de Salud de Israel,originalmente en hebreo por cierto, lo dice todo. Se refiere a la cantidad de enfermos graves por cada 10.000 habitantes , según capas etarias y vacunación.
Abajo dice “aún no es tarde para vacunarse”.
Hasta el momento, según los datos publicados este domingo por el Ministerio de Salud de Israel, estos son los números de la vacunación en Israel que comenzó hace poco más de un año.
Primera dosis: 6.692.594
Segunda dosis: 6.102.839
Tercera dosis: 4.447.657
Cuarta dosis: 661.355
De estos números queda claro no solamente que no poca gente en edad de vacunarse no se ha presentado siquiera a la primera dosis, sino que muchos que sí dieron el primer paso de hecho hace ya mucho que se hallan en una situación prácticamente como si no se hubieran vacunado, porque no recibieron la segunda o tercera dosis . El ritmo es cada vez más lento y demasiada gente desperdicia la oportunidad de la vacunación que pueden recibir absolutamente todos sin ningún tipo de distinción.
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