Prof. Manuel Trajtenberg en el INSS
El Profesor Manuel Trajtenberg, quien encabeza desde hace ya varios meses el prestigioso Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Israel, conocido como INSS por su sigla en inglés, analiza los cambio que se están viviendo en Oriente Medio y siente que puede permitirse ser optimista, aunque sin olvidar los numerosos desafíos con los que aún hay que lidiar.
Su trasfondo no es el tema político o militar sino la economía, que también es un componente de la resiliencia de un país y su fortaleza. Es catedrático de Economía en la Universidad de Tel Aviv, fue Director del Consejo Nacional de Economía en la oficina del Primer Ministro durante el gobierno de Ehud Olmert y el comienzo del segundo gobierno de Biniamin Netanyahu. Además, se desempeñó como Director del Sistema de Educación Superior en Israel. Tuvo una incursión en el mundo político propiamente dicho, como diputado del partido laborista.
Le solicitamos esta entrevista para analizar buenos y malos eventos en Israel, la nueva ola terrorista por un lado, y por otro las esperanzas sobre lo que simbolizó la reciente cumbre en Sde Boker con la participación de cuatro Cancilleres árabes. Cabe señalar que conversamos antes del atentado en Tel Aviv.
P: Dr. Manuel Trajtenerg, es un verdadero honor tener la oportunidad de entrevistarte nuevamente. Aunque tú vienes de la Economía, que es por cierto una de las dimensiones de la resiliencia nacional, el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional que tu encabezas analiza a menudo temas de seguridad y estrategia. ¿Cómo están encarando la reciente recurrencia de atentados terroristas?
R: Efectivamente esta región del mundo siempre nos ofrece, para bien y para mal, sucesos dramáticos y lo que ocurrió en estos últimos días, realmente es increíble, porque por un lado teníamos la mayor Cumbre de ministros de Relaciones Exteriores de Israel, de Egipto, de los Emiratos en el Golfo, de Bahréin, de Marruecos y de EEUU, reunidos todos ellos, por primera vez, aquí en Israel, en el Néguev, en el desierto sur de Israel. Y es un evento extraordinario que implica que hoy en día, estamos hablando de normalización real, de las relaciones entre Israel y varios países árabes y vecinos más cercanos y más lejanos; y, por otra parte, al mismo tiempo que se desarrollaba esa reunión cumbre, tuvimos el atentado terrorista en Beersheva, después en otra cuidad, Hadera, y luego en Bnei Brak, tres atentados en muy poco tiempo. Eso es reflejo de la realidad de acá, del Medio Oriente, o sea, por un lado, hay una actividad increíble de acercamiento como nunca ha habido en el pasado y, al mismo tiempo, el extremismo, el fanatismo que trata de hacer exactamente lo contrario, trata de evitar esa normalización, de evitar todo proceso de acercamiento y de paz.
Desgraciadamente uno trae a lo otro. O sea, el proceso de normalización “invita” a los fanáticos a actuar de forma más violenta porque ellos no quieren que eso ocurra. Entonces es un precio que uno tiene que pagar, pero no hay que desviarse del sendero de esa normalización y de ese acercamiento.
P: Yo me atrevo a adivinar que estos atentados podrían haber sido perpetrados también sin la cumbre, porque la ideología radical siempre está allí y lo que esperan a menudo es una oportunidad. ¿Cómo explicar por un lado la gran pujanza israelí y por otro el hecho que en cualquier momento puede ocurrir algo?
R. Desgraciadamente el terrorismo brutal que no distingue entre niños, ancianos y gente adulta, se ha convertido desde hace poco más de 20 años en una plaga mucho peor que la pandemia del COVID; y lo hemos visto en casi todo lugar del mundo, en intensidades mayores, menores, pero existe. Lo que eso implica es que hay un conflicto de fondo entre los valores del mundo que nosotros conocemos, el mundo occidental, el mundo que se creó sobre las ruinas que dejó atrás la Segunda Guerra Mundial, basado en valores democráticos, valores de progreso, de solidaridad, etc y todo lo opuesto a ello. Hemos visto que ese terrorismo cada tanto levanta la cabeza. Y como lo hemos visto en Francia, lo hemos visto en Inglaterra, lo hemos visto en tantos otros lados, creo que hoy en día hay más comprensión a lo que ocurre en Israel. Es que nosotros estamos en el frente de batalla, porque estamos ubicados acá, en el Medio Oriente. Lo que a mí me da mucha energía y optimismo es que la gran mayoría de los países árabes y la gran mayoría de los árabes de los países árabes entienden que el mundo tiene que cambiar. Y hoy en día están mucho más dispuestos a cerrar filas con nosotros, para combatir ese extremismo. Es una lucha larga, pero vamos a prevalecer. Y es una lucha que tiene que ser jugada entre todos juntos y cada uno en su país.
P: Es muy bueno sentir ese optimismo, aunque confieso que cuando uno cría familia, hijos nietos, preocupa en especial pensar que aún si eventualmente se llega a la paz con todos los países árabes, inclusive se logra con los palestinos, siempre habrá extremistas y que alcanza con uno armado y bien organizado para salir a matar. Eso, ¿es difícil de digerir, verdad?
R: Por supuesto; pero yo te voy a dar un ejemplo sobre el cambio del que hablo. El actual gobierno de Israel incluye un partido árabe islamista. Su jefe, Mansur Abbas, me parece una persona extraordinaria. Es firme en sus condenas de los atentados terroristas . Dice cosas como “Nosotros tenemos que expulsar de nuestro seno esos elementos fanáticos que nos afectan a todos, porque al matar judíos en Tel Aviv, están matando con eso nuestros valores y nuestra forma de vida». Y para mí, eso es motivo de optimismo, porque eso no había ocurrido nunca antes, que líderes árabes condenen de esa forma el terrorismo, no sólo de la boca para afuera. Hoy en día indentes de las ciudades árabes en Israel piden a la Policía que entre a las poblaciones, a las ciudades árabes, a los pueblitos árabes para sacar las armas de fuego que acumularon delincuentes árabes y que también pueden ser usadas por terroristas extremistas. Algo así era inconcebible tiempo atrás. Hay una realidad distinta.
P: Bueno, recordemos que el tema de las armas ilegales en manos de las camarillas de delincuentes entre los árabes israelíes es un gran motivo de preocupación entre los ciudadanos árabes, porque las víctimas son ante todo los propios árabes. Y esa delincuencia ha aumentado muchísimo, aunque en los últimos meses el gobierno actual comenzó a actuar con mucha firmeza al respecto.
R: Así es.
P: Si me permites, una pregunta de tono político, que me permito hacer porque tú fuiste diputado del partido laborista, que hoy es parte de la coalición. De la actual oposición encabezada por el ex Primer Ministro Netanyahu, se han oído voces que dan a entender o dicen explícitamente que los atentados ocurrieron porque el gobierno está dominado por lo que llaman extrema izquierda alegando que la inclusión de un partido árabe en la coalición socava la lucha anti terrorista, aunque en la práctica no es así. Yo siento la necesidad imperiosa de recordar que el terrorismo no empezó ahora, lamentablemente, y que también en los años de Netanyahu en el poder hubo numerosos atentados con muchos muertos y heridos. ¿Es una retórica problemática?
R: No cabe duda. Eso refleja una polarización política que se acentuó muchísimo desde que se formó este gobierno y la oposición encabezada por Netanyahu, no aceptó su legitimidad de este Gobierno. Este, desgraciadamente, no es un fenómeno que ocurre solamente en Israel. Fíjate lo que ocurre en EE. UU. desde que Biden gana las elecciones y Trump no acepta el resultado, posición en la que se mantiene hasta el día de hoy. Es muy malo que esto ocurre, y que a mi modo de ver, amenaza a la democracia porque una de las reglas más importantes del juego democrático es que hay elecciones y todos aceptamos las reglas del juego: yo gané, vos perdiste, me saludas y me felicitas. ¿Me entendés? Y bueno, eso no ocurrió en EE. UU., no ocurrió acá en Israel y eso es un gran problema. Y, por lo tanto, las expresiones que escuchamos últimamente-que son una desgracia- culpando al gobierno actual por los atentados, es una manifestación más de ese extremismo político que yo espero que prontito se acabe. En Israel el mapa político va a tener que consolidarse de nuevo, y espero que en ese momento podamos superar esta fase.
P: Yo te escuchaba y pensaba , aunque eso no devuelve vida a los muertos en los atentados, que uno ve dónde están los terroristas y dónde están en Israel. Repartirán golosinas en las calles, en Gaza, en el Líbano y en Jenín para festejar que murieron israelíes, pero mientras eso ocurre, Israel maneja un hospital de campaña ejemplar en Ucrania, instala centros de vacunación para los refugiados ucranianos que llegaron desde el comienzo de la guerra, investiga, avanza….y uno ve la distancia sideral entre la forma de vivir, la actitud antes de la vida de unos y otros.
R: Efectivamente y, de vuelta, no están desconectadas las dos cosas. Cuanto más Israel avanza y tiene éxito en el campo económico, en el campo tecnológico, en el campo científico, en proyectar un sentido de potencia, así se agudiza los extremistas que quieren destruir eso.
P: Manuel, la ciudadanía israelí conoce de cerca la dinámica compleja que desatan los atentados, esa alocada carrera de llamadas telefónicas para ubicar a los seres queridos, más que nada si uno piensa que quizá puede haber estado en el lugar del atentado… ¿Cómo estás viviendo tú como ciudadano israelí esta situación? ¿Cómo se maniobra entre la necesidad de seguir adelante y la preocupación ineludible?
R: Somos seres humanos y tenemos miedos y tenemos temor y angustias. Y te doy un pequeño ejemplo de hoy a la mañana. Mi esposa fue hoy a la mañana con su hermana por un día al Mar Muerto. Entonces me dice: «¿Cómo viajo?». Dudaba. Porque tenía miedo, ¿te das cuenta? Tratar de buscar la ruta pensando en los peligros que puede haber por la situación actual. Entones, va de vacaciones y de pronto, aparece el temor. Sí, el temor ese está presente y uno tiene que verlo desgraciadamente, como parte de la vida. Y en los últimos dos años, día a día tenemos el temor ese de que nos contagiemos del COVID y uno se pregunta, cuando hay algún evento ¿voy o no voy?, ¿con quién me junto, con quién no me junto?, ¿me puedo contagiar, no me puedo contagiar? No hay vuelta que darle, vivimos en un mundo que creíamos que era un mundo donde todas esas cosas ya habían quedado atrás, pero no han quedaron atrás, son parte de la condición humana. El gran desafío que tenemos que encarar es cómo seguir adelante la vida, no dejar, no al virus, no al terrorismo, no al virus de los ataque cibernéticos-que he sufrido personalmente y al principio me dieron pánico- que nos saquen del curso de nuestras vidas. Es gran parte de la prueba a la que nosotros estamos sometidos día a día, poder superar eso y salir adelante.
P: Me ha resultado especialmente interesante escucharte. Y te diré que me ha ayudado. Mil gracias.
R: A ti, realmente.
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