El mortal ataque en Be’er Sheva es sólo un síntoma de la enfermedad crónica que afecta al sur del país: la anarquía y la falta de gobernanza. Si las autoridades no tienen cuidado, la zona puede convertirse en un foco de extremismo islámico.
El ataque terrorista del martes en la ciudad sureña de Be’er Sheva tuvo lugar entre dos centros comerciales grandes y poblados. Nada menos que cuatro personas perdieron la vida en el horrendo ataque, que podría ser un pequeño y sangriento atisbo del posible futuro que le espera al Negev si nuestro gobierno no despierta.
No hace falta ser un experto en asuntos beduinos o investigador académico para comprender que está aumentando la popularidad del extremismo religioso entre la sociedad beduina, ya sea en sus ciudades o en los asentamientos dispersos del sur.Basta con conducir por ciudades como Laqiya, Hura y Rahat para ver la, aparentemente, incesante construcción de más y más mezquitas.Estas casas de culto organizan y coordinan actividades sociales destinadas a mantener a los adolescentes y jóvenes alejados de las calles y las bandas violentas, pero también son un indicio de un fenómeno mucho más amplio: el fortalecimiento de las instituciones religiosas y del islamismo.Este fenómeno sirvió para crear un surtido de grupos islamistas extremos y en constante expansión entre la sociedad beduina del sur. Todos los policías que prestan servicio en una de las comisarías del sur, o los agentes del Shin Bet que trabajan con la comunidad beduina, saben que esta preocupante tendencia se viene produciendo desde hace más de una década.
Muchos beduinos acaban casándose con mujeres de Cisjordania y la Franja de Gaza, que luego dan a luz a beduinos israelíes que acaban identificándose con sus parientes palestinos en sus territorios.Una rápida búsqueda por la web mostraría que tanto la policía como el Shin Bet detuvieron a decenas de jóvenes beduinos en los últimos años, que expresaron su simpatía por el ISIS, e incluso viajaron a Turquía para unirse a las filas de los yihadistas que lucharon en Irak y Siria.Muchos fueron finalmente acusados y condenados a una pena de prisión, que puede interpretarse como leve dado el delito. Pero, Israel es un Estado de Derecho occidental. A no ser que hagas daño a alguien, simpatizar con una organización terrorista no te supone una cadena perpetua.Ese fue el caso del terrorista responsable del atentado del martes en Be’er Sheva: Mohammad Abu al-Kian, de 35 años. Era un profesor de la aldea beduina de Hura y cumplió cuatro años de prisión por conspiración para cometer un delito y formar parte del Estado Islámico.El tiempo en prisión no lo convirtió en un moderado, sino todo lo contrario.
Abu al-Kian se inspiró en extremistas de YouTube y de las redes sociales para cometer el atentado. Sin embargo, la oportunidad de llevarlo a cabo se la brindó el gobierno israelí, así como la falta de gobernanza crónica y la negligencia criminal que caracterizó al sur de Israel desde su creación.Es importante decir que la gran mayoría de los beduinos israelíes del sur son ciudadanos respetuosos de la ley y trabajadores. Sin embargo, los elementos criminales e islamistas se expandieron tanto que básicamente se convirtieron en un estado aparte.El Negev es una zona en la que reina la anarquía; en la que los delincuentes disparan armas automáticas robadas en plena calle; en la que se cultiva cannabis en grandes extensiones de terreno a la vista de todos; en la que los traficantes de armas y la extorsión son demasiado habituales; en la que organizar carreras callejeras en plena ciudad es la norma, a veces sin carnet de conducir.
Lo que ocurre allí ya no se debe al mero descuido del sistema educativo, la falta de infraestructuras, el elevado desempleo y la desigualdad con respecto a la sociedad judía-israelí.Más allá de la necesidad de invertir miles de millones para reducir la demencial brecha social, es urgente establecer un grupo de trabajo nacional para restablecer la ley y la confianza de la comunidad beduina en el país.Este grupo de trabajo debe actuar contra los elementos islamistas extremistas y reaccionar rápidamente ante cualquier uso ilegal de armas, que a menudo es filmado y subido por los propios autores a las redes sociales.
Además, debe actuar con determinación contra la abundancia de bandas criminales y elementos delictivos del Negev. Aunque debería haberse hecho hace mucho tiempo, debe hacerse ahora, antes de que sea demasiado tarde.
El gobierno israeli, tiene la obligacion y el deber, de hacer cumplir la ley y velar por la seguridad de la poblacion civil, en el conjunto del pais, y no solo en parte de él …la deriva de violencia islamista que se viene registrando sobre ciudadanos judios en la region del Neguev, es tanto mas preocupante, por su creciente escalada, como por los escasos recursos puestos en práctica para reconducírla y sofocárla , por parte de las autoridades politicas, sucitando en la poblacion de ese territorio, un sentimiento de indefension inadmisible en un Estado de derecho ..resulta pues apremiante para los maximos responsables de la cartera de defensa e interior , de adoptar medidas urgentes de modo a poner fin a la actual situacion de descontrol …