París, 31 de mayo
El Día Internacional de Al-Quds comenzó con el regreso a Irán desde su exilio en Francia del Ayatollah Khomeini. Cada año, desde la revolución de 1979, Teherán ha promovido el Día de Al-Quds para congraciarse con las organizaciones musulmanas y con los manifestantes movilizados “contra el Sionismo y en solidaridad con la causa palestina”.
La idea era revertir la narrativa del Día de Jerusalén: la celebración de Jerusalén que se convirtió en el “agravio de Al-Quds”, así como los terroristas asesinos serían rehabilitados para convertirlos en “santos mártires”.
En el Día de Al-Quds se ven grupos pro-palestinos desfilando con banderas en París, Londres y otros lugares de Europa, y se ha convertido también en un puente entre Sunnitas y Shiitas en pos de una causa común.
Dos semanas antes de la próxima primera vuelta de las elecciones legislativas francesas, que tendrá lugar el 12 de junio; al cierre del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) en la sesión de la mañana del 27 de mayo, Francia convocó a un puñado de otros países europeos -miembros del CSNU-, a centrarse unilateralmente en “el comportamiento de Israel”.
Los cuatro países fueron:
1) Albania, país de mayoría musulmana que, irónicamente, durante la Segunda Guerra Mundial salvó inmigrantes judíos sobre las montañas a través de Kosovo, suceso entonces conocido como el movimiento de los “100 Sombreros Blancos”.
2) Estonia, el único país que figura en el Protocolo de Wannsee (lista nazi de la muerte para los judíos en Europa) como “Juden frei” (limpio de judíos), ya que ya habían sido asesinados antes de la llegada de los alemanes.
3) Irlanda, que se vio a sí misma afectada por la relación entre grupos terroristas irlandeses y palestinos.
4) Francia, que en esta ocasión parece haber tomado una postura antiisraelí, posiblemente debido a las próximas elecciones parlamentarias, las que podrían depender de aquellos votantes con una visión sesgada del conflicto de Oriente Medio.
Los antecedentes del CSNU muestran, una vez más, el rol que desempeñan las Agencias de la ONU para servir a los Estados Miembros en el regateo de sinecuras y en encubrir sus propias iniquidades. Al atacar al Estado Judío y a través de él a la Diáspora Judía y a sus amigos gentiles.
En las palabras inmortales del Primer Ministro francés Raymond Barre después del atentado contra la Sinagoga de Copérnico en 1980: “¡Una bomba puesta para judíos mató a cuatro franceses inocentes!”
Israel se encuentra actualmente en la cruz por defenderse de los terroristas. Las víctimas judías se transforman en perpetradores mientras que los asesinos son agasajados como héroes… hasta que causan estragos indiscriminados en el hogar.
Francia es hoy, en efecto, objeto de terrorismo antisemita que fácilmente puede volverse indiscriminado, como sucedió durante la última década: desde la escuela judía de Toulouse hasta la masacre de Charlie Hebdo, desde el supermercado kosher hasta el teatro Bataclán, desde el asesinato de un sobreviviente del Holocausto a la decapitación de un sacerdote…
Para citar a Martin Niemoller:
Vinieron por los judíos, y yo no hablé… Porque yo no era judío.
Luego vinieron por mí… y no había quedado nadie para hablar por mí.
En resumen, el Día de Jerusalén representa a los ‘Hijos de la Luz’, al igual que el Día de Al-Quds a los ‘Hijos de las Tinieblas’
Dr. Shimón Samuels
Director de Relaciones Internacionales del Centro Simón Wiesenthal
*Traducción del Centro Simon Wiesenthal
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