En vísta de la primera visita del presidente estadounidense, Joe Biden, a Oriente Medio, muchos árabes han expresado su esperanza de que se dé cuenta de la importancia de la asociación de EEUU con los Estados del Golfo y de los inmensos peligros que supone Irán para su seguridad y estabilidad.
Los árabes dicen también que quieren que Biden entienda que, a lo largo de los años, los Estados del Golfo han cambiado para mejor, y que si quiere mantener la asociación estratégica de Estados Unidos con sus aliados y amigos árabes es importante que muestre respeto por esta cultura.
Los árabes le dicen a Biden: aléjate de los mulás de Irán; deja de apaciguar al régimen de Teherán, no te apresures a firmar otro acuerdo nuclear que amenace la seguridad de toda la región y más allá y, por favor, repara en que algunos de los países árabes han cambiado notablemente y tienen nuevos líderes que merecen ser tratados con tacto y como verdaderos aliados, no como enemigos.
En una carta abierta a Biden, el destacado autor y analista político emiratí Abdul Jaleq Abdulá escribió que el presidente norteamericano se beneficiaría enormemente si trabajara para fortalecer la asociación entre EEUU y los Estados del Golfo para llevarla a nuevos y prometedores horizontes estratégicos. «Los Estados árabes del Golfo viven junto a un difícil vecino iraní que representa la mayor amenaza para la seguridad y la estabilidad de la región», escribió Abdulá. «Irán tiene una agenda revolucionaria y sectaria y está avanzando rápidamente en la construcción de enormes capacidades nucleares y de misiles. Irán apoya con dinero y armas a las milicias terroristas que alteran la seguridad y la estabilidad de la región y dirigen sus actividades terroristas contra los Estados árabes del Golfo».
Abdulá señaló que los Estados del Golfo están preocupados por el apaciguamiento de Washington hacia Irán y su precipitación por firmar un acuerdo nuclear. «Los Estados árabes del Golfo son los que tienen más cerca a Irán y entienden a Teherán más que otros, e inevitablemente más que EEUU, por lo que usted [Biden] debería escuchar atentamente sus legítimas preocupaciones sobre la expansión iraní en lugar de empujarlos a aceptar un acuerdo nuclear que consolida la hegemonía de Irán y refuerza sus planes de convertirse en el policía del Golfo Arábigo».
El analista político emiratí afirmó que ya es hora de que Estados Unidos se reconcilie con una nueva realidad geopolítica: hay un nuevo Golfo Arábigo que confía en sí mismo y en su presente y futuro, y que sabe cómo emplear su petróleo, su gas y sus fondos soberanos para servir a sus propios intereses.
Ellos [los estadounidenses] aún no se han reconciliado con el hecho de que este Golfo Árabe es diferente del Golfo del siglo XX… Si vienen con la mentalidad de tratar con el antiguo Golfo Arábigo, deben saber de antemano que su visita será incompleta y poco útil, y que tal vez sea mejor que se queden en Washington. Durante su visita a la región, [Biden] conocerá a los nuevos dirigentes de los Estados árabes del Golfo, que son de la edad de sus hijos, y alguno de la de sus nietos. Todos ellos le darán una cálida bienvenida, pero puede ser útil que se dé cuenta de que su mundo es diferente al suyo y de que su confianza en Estados Unidos se ha visto recientemente afectada. Los nuevos líderes árabes del Golfo están convencidos de que ha llegado el momento de una asociación diferente e inevitablemente equilibrada.
Los Estados del Golfo, continuó, entienden que el petróleo es lo que ha impulsado a Biden a visitar la región. «Está bien ser franco al admitirlo, en lugar de cubrir su visita con declaraciones contradictorias que a veces resultan divertidas y no son propias del líder de una superpotencia», sugirió. «Los Estados árabes del Golfo pueden estar dispuestos a satisfacer la petición del socio estadounidense de elevar el techo de la producción de petróleo, pero hay un precio que EEUU debe pagar, y el más importante es que a partir de ahora hable de los Estados del Golfo y de sus dirigentes con respeto, y reconozca la importancia de estos países en el nuevo orden mundial».
El autor saudí Mohamed Faisal al Doseri escribió que el acercamiento entre EEUU y los países árabes planteará varios desafíos a Irán, especialmente el debilitamiento de las milicias terroristas afiliadas a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, que afectará a la presencia militar iraní en Irak, Siria, Líbano y Yemen.
Al Doseri expresó su esperanza en que el acercamiento entre EEUU y los Estados del Golfo constituya un gran golpe para Irán, es de suponer que antes de que Teherán aseste un gran golpe a los Estados del Golfo. «El restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y los países árabes a su curso normal abrirá la puerta a la cooperación económica y militar, incluidos los acuerdos armamentísticos que se vieron obstaculizados por la llegada al poder del presidente Biden», argumentó. «Esto debilitará la influencia de Irán en la región y le obligará a reconsiderar su estrategia actual, que se basa en el principio de la escalada y la injerencia en los asuntos de toda la región».
Al Doseri vaticinó que los mulás intentarían obstruir el acercamiento entre Estados Unidos y los países árabes preocupando a la Administración Biden con otros asuntos, como la reanudación de la violencia y las tensiones en Irak o una nueva guerra entre Israel y Hezbolá.
El periodista libanés Alí Hamade afirmó que la crisis que estalló en los últimos años entre EEUU y Arabia Saudí había impulsado al Reino y a los aliados árabes históricos de Estados Unidos a buscar nuevos caminos en sus relaciones internacionales. La crisis, añadió, ha llevado a la maduración de una política exterior saudí basada en la valoración de la relación con EEUU pero no a cualquier precio.
«La seguridad nacional de Arabia Saudí ha estado en peligro desde la firma del acuerdo nuclear iraní en 2015, cuando Washington no tuvo en cuenta la seguridad de Arabia Saudí como su aliado más importante», remarcó. «La presidencia de Barack Obama se caracterizó por el apartamiento de la alianza histórica con los árabes y la preferencia por la llamada opción iraní«.
Hamade señaló que desde que Biden llegó a la Casa Blanca, los dirigentes saudíes se han visto expuestos a políticas negativas, desde las promesas electorales de Biden ofensivas hacia el Reino, hasta la restricción de las compras de armas saudíes con fines defensivos, la eliminación de la milicia huzí del Yemen de la lista norteamericana de terroristas o la práctica del chantaje político por parte de algunos pilares de la Administración y del Partido Demócrata a cuenta del asesinato del periodista saudí disidente Yamal Jashogui.
Según el periodista libanés, la Administración Biden optó por precipitarse hacia Teherán para volver al acuerdo nuclear de 2015 a costa de la seguridad de los aliados de Estados Unidos en Oriente Medio. «Cuando hablamos de aliados, no nos referimos sólo a Arabia Saudí, sino a todos los países del Consejo de Cooperación del Golfo, Egipto y Jordania», aclaró Hamade. «Lo importante hoy es que la crisis sacó a la luz un liderazgo saudí firme, sólido, consciente, maduro y experimentado».
El profesor y escritor libanés-americano Walid Phares escribió:
Desde el punto de vista iraní, es decir, desde la perspectiva del régimen de Teherán, el acercamiento entre la Administración Biden y los Estados del Golfo, especialmente Arabia Saudí, aunque sea limitado, lento o con objetivos relativos, constituye un gran desafío para la hegemonía de Irán sobre la región.
Los dirigentes iraníes, dijo Phares, «consideraron que el regreso de EEUU a la mesa de negociaciones en Viena y la creciente influencia del lobby iraní en Washington desde el retorno de la política obamita a la Casa Blanca constituían una garantía para el avance de la agenda más adecuada para Irán». El régimen iraní, señaló también, «consideró una victoria para su política la escalada entre Arabia Saudí, Emiratos y Egipto y la Administración estadounidense«.
Los árabes son obviamente conscientes de que Irán intentará frustrar cualquier esfuerzo por mejorar las relaciones entre EEUU y los Estados del Golfo, especialmente Arabia Saudí. En opinión de muchos de ellos, Biden debería ser firme a la hora de hacer frente a la amenaza iraní y restaurar la confianza de los aliados árabes tradicionales de Estados Unidos. Si su Administración persiste en su política de apaciguamiento hacia Irán, estos analistas consideran no sólo improbable que EEUU vea la paz y la seguridad en nuestro tiempo, sino que podría acabar perdiendo a todos sus amigos y aliados en el mundo árabe.
© Versión original (en inglés): Gatestone Institute
© Versión en español: Revista El Medio
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