En las últimas semanas se han producido rumores de que Mahmoud Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina de 86 años de edad, está enfermo[1], luego de que a comienzos de junio incluso corría el rumor en las redes sociales de que este había fallecido. En medio de los rumores, se informó que Abbas ha estado preparando a Hussein Al-Sheikh, secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP, para que le suceda en el cargo como presidente y está a punto de transferirle algunos de sus poderes a Al-Sheikh. Estos rumores sobre la precaria salud de Abbas y sobre los preparativos para que Al-Sheikh lo reemplace – los cuales fueron negados con vehemencia por elementos de Fatah y de la OLP – reavivaron el debate en la prensa palestina sobre quién reemplazará a Abbas en caso de su partida o muerte.
El tema del sucesor de Abbas ha estado ocupando la atención de la población palestina durante años.[2] Debido a la crisis constitucional provocada en el año 2007 por el cisma entre Fatah y Hamás y dado que desde ese entonces no se han realizado elecciones a las instituciones de la Autoridad Palestina,[3] no existe un mecanismo acordado para cubrir una vacante en el cargo de presidente. La constitución de la Autoridad Palestina establece que, en caso de una vacante de este tipo, el presidente del Consejo Legislativo Palestino actúa como presidente interino hasta que se celebren las elecciones. Sin embargo, es poco probable que Fatah permita tal medida, ya que Hamás posee una mayoría en el Consejo Legislativo Palestino y también porque este fue disuelto oficialmente por Abbas en el año 2018.[4]
Quizás en un intento por abordar este tema, Abbas ha estado liderando una estrategia muy controvertida en los últimos años, cuya esencia es utilizar las instituciones de la OLP para eludir al Consejo Legislativo Palestino, sobre la base de que la OLP estableció la Autoridad Palestina y por ende, es la fuente de autoridad de la Autoridad Palestina.[5] En el año 2018, el Consejo Nacional Palestino autorizó al Consejo Central de la OLP a actuar como el órgano legislativo de la OLP y parece ser que Abbas y sus seguidores consideran al consejo central como el órgano legislativo no solo de la OLP sino también de la Autoridad Palestina. Analistas palestinos evalúan que será uno de los altos funcionarios de la OLP, tal como el presidente del Consejo Nacional Palestino Rawhi Fattouh, o el secretario general del comité ejecutivo Hussein Al-Sheikh, quien sucederá a Abbas de forma temporal o permanente en caso de que este quede incapacitado.[6]
El propio Abbas aún no ha nombrado oficialmente a un sucesor ni ha establecido un mecanismo definido para designarlo, pero sus intenciones tal vez puedan deducirse de sus acciones y de los informes publicados en la prensa árabe y palestina que no se identifican con la Autoridad Palestina. El desarrollo más conspicuo en este contexto es la rápida promoción al ministro de Asuntos Civiles de la Autoridad Palestina y miembro del Comité Central de Fatah Hussein Al-Sheikh quien, según fuentes bien informadas, es el sucesor previsto por Abbas.[7]
Después de la muerte del ex-secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP Saeb Erekat, hecho ocurrido en noviembre, 2020 el portal de la oposición palestina Amad informó que Al-Sheikh fue designado para reemplazarlo como jefe negociador de la OLP y que, de hecho, este desempeñaba el papel coordinando los contactos de la Autoridad Palestina con Israel y los Estados Unidos. El hecho de que Al-Sheikh comenzara a asistir a las reuniones del Comité Ejecutivo apoyó esta afirmación.[8] En una sesión realizada en febrero, 2022 del Consejo Central de la OLP Al-Sheikh fue elegido oficialmente miembro del Comité Ejecutivo y tres meses después, en mayo del año 2022, Abbas emitió un decreto presidencial nombrándolo como secretario general del comité.[9]
El diario libanés Al-Akhbar informa que los activistas de Fatah están enojados por la agresiva promoción hecha a Hussein Al-Sheikh como sucesor de Abbas y que, a pesar de su alto cargo oficial, este no cuenta con un amplio apoyo en el movimiento.[10] Además de Al-Sheikh, existen otros pocos funcionarios de Fatah que avistan un ojo a la presidencia, incluyendo al secretario general del Comité Central Jibril Al-Rajoub, el jefe del servicio de inteligencia general Majed Faraj y el miembro del comité central Marwan Al-Barghouti, quien cumple cinco cadenas perpetuas en una prisión israelí por planear ataques terroristas durante la segunda intifada en los que muchos israelíes perecieron. Especulando sobre el día después de la partida de Abbas, muchos predicen que habrá tratos y luchas de poder entre los funcionarios del movimiento gobernante Fatah. Algunas fuentes informan, por ejemplo, que los asociados a Abbas, Al-Sheikh y Faraj, ya están coordinando sus acciones y planean dividir los poderes de Abbas entre ellos mismos, de modo que Al-Sheikh asumirá los roles civiles y políticos y Faraj los roles de seguridad.[11] Otros informes afirman que, en la Octava Convención de Fatah (cuya fecha aún no ha sido fijada), la facción de Fatah encabezada por Al-Sheikh y Faraj, que cuenta con el apoyo de Abbas, planea expulsar a todas las facciones rivales del movimiento, incluyendo a figuras importantes tales como Jibril Al-Rajoub y Marwan Al-Barghouti.[12]
La incertidumbre respecto al traspaso de poderes, junto a los rumores sobre la precaria salud de Abbas, ha despertado intensa preocupación entre los palestinos, que temen que pueda estallar la anarquía, las luchas por el poder e incluso la guerra civil. Por lo tanto, tras la última ola de rumores sobre un mayor deterioro en la salud del presidente, los artículos de la prensa palestina llamaron a resolver el tema ahora mismo para evitar se produzca un estado de anarquía. Muchos de aquellos que publicaron escritos, entre ellos figuras de la oposición, afirmaron que, independientemente de los rumores, lo que debería preocupar a la población palestina y a las facciones palestinas hoy es la ausencia de un mecanismo claro y acordado para transferir los poderes de Abbas a uno o varios sucesores, debido a la ausencia de instituciones palestinas en funcionamiento. Estos instaron a Abbas, Fatah y a todas las fuerzas y organizaciones palestinas a abordar este tema de inmediato ya que está en juego el futuro del pueblo palestino y de la causa palestina.
Lo siguiente son extractos traducidos de algunos de estos artículos:
Ex-ministro de la Autoridad Palestina: El presidente Abbas debe nombrar a un sucesor antes de dejar el cargo
Sufyan Abu Zaida, ex-ministro de asuntos penitenciarios de la Autoridad Palestina y miembro de la facción Muhammad Dahlan en Fatah, que se opone a las políticas de Abbas como presidente de la Autoridad Palestina, instó a Abbas a resolver el problema de su sucesor. En un artículo que este publicó en su página Facebook, argumentó que la actual situación es muy diferente a la que prevalecía antes de la muerte del anterior presidente de la Autoridad Palestina Yasser Arafat y no permitirá una transición de poderes sin problemas. Abu Zaida escribió lo siguiente: «Se ha producido una avalancha de informes en las redes sociales y en varios portales de noticias sobre el estado de salud del presidente Abbas. Independientemente de la fiabilidad de estos informes – ya que existe la sensación general de que el pueblo desconfía tanto del funcionario como de las afirmaciones no-oficiales, es decir, las afirmaciones tanto de la Autoridad Palestina como de la oposición… los informes han aumentado la confusión, la ira, las especulaciones y los comentarios. Todos están tratando de responder a la pregunta que todo palestino se hace… y todos los aparatos de inteligencia en el mundo y en la región, hostiles o amigos, preguntan qué tipo de escenario o escenarios pudieran desarrollarse el día después de la partida de Abbas. Ya sea que suceda en un mes, en un año o más, ese día seguramente llegará y luego Fatah, la OLP, la Autoridad Palestina junto a las otras facciones palestinas y toda la región tendrán que abordar este tema de por si inevitable.
“Por el momento, nadie en el universo puede responder a esta pregunta con certeza y sin enfrentarse a decenas de temas que quedan sin resolver, o cuyas respuestas son disputadas desde un punto de vista jurídico, nacional, político y organizativo. Esta situación complica el panorama y los escenarios… y no solo porque existen tantos elementos operando en la arena palestina, cada uno de los cuales está tratando de afectar el curso de los acontecimientos y no solo porque hay tantos candidatos rivales, todos los cuales se consideran elegibles para asumir el papel de Abbas, o al menos algunos de sus papeles. La dificultad de adivinar lo que sucederá se deriva de la naturaleza complicada que presenta la arena palestina en todos los niveles. Pero también se deriva de la situación de la región y del mundo y del hecho de que el interés por el tema palestino ha ido decayendo, especialmente en las últimas dos décadas, debido a acontecimientos que el mundo considera son más importantes…
“Los datos y evaluaciones actuales indican que el pueblo palestino y el sistema político palestino no podrán manejar la partida del presidente Abbas tan fácilmente como superaron el trauma de la partida de su eterno presidente Yasser Arafat. La razón es que, para ese entonces, se siguieron al pie de la letra los procedimientos establecidos en la constitución palestina. Después de la muerte de Arafat, el entonces presidente del Consejo Legislativo Palestino Rawhi Fattouh, asumió la presidencia durante 60 días, durante los cuales se llevaron a cabo las elecciones presidenciales, resultando en la elección del presidente Abbas el día 15 de enero, 2005. En la siguiente etapa, se formó un gobierno, encabezado por Abu ‘Alaa, es decir, Ahmad Qurei. Como secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP, el presidente Abbas se convirtió en el líder de la OLP sin tener que competir con rivales para este cargo. Este también se convirtió en el hombre número uno en Fatah, después de ser elegido presidente de este movimiento incluso antes de la celebración de la Sexta Convención y sin enfrentar ningún tipo de competencia verdadera por el cargo.
Después de la salida de escena del presidente Abu Amar (Yasser Arafat), no hubo controversia alguna respecto a su sucesor, porque en los años anteriores Abu Mazen (es decir, Mahmoud Abbas) fue reconocido como el hombre número dos en la OLP y en cierta medida también en Fatah, ya que este fue uno de los fundadores históricos de Fatah. Por lo tanto, no hubo guerra de sucesión ni problema alguno para que este se presentara a la presidencia de la Autoridad Palestina en elecciones libres y justas, ya que no tenía ningún tipo de competencia verdadera. Hamás, que pudo haber participado en las elecciones al nominar a uno de sus líderes como candidato, se abstuvo de hacerlo y el presidente Abbas fue elegido sin ningún tipo de dificultad en la arena palestina.
«Pero hoy día estamos muy lejos de esa situación casi ideal, por varias razones:
«A. Después de la muerte del eterno Yasser ‘Arafat, había un Consejo Legislativo Palestino en funcionamiento… y de acuerdo a la constitución, su presidente se convirtió en presidente interino durante 60 días, durante los cuales sería elegido al nuevo presidente de la Autoridad Palestina. Pero hoy el Consejo Legislativo Palestino está paralizado y en la práctica es inexistente, por lo que no posee un vocero activo. Si bien su ex-vocero, el concejal ‘Aziz Dweik, afirma que aún ocupa ese cargo, esta afirmación es algo controvertida, porque la ley establece que el vocero orador debe ser elegido por los miembros del consejo cada año…
«B. Algunos pudieran decir que la OLP es la fuente de la autoridad de la Autoridad Palestina y que, por lo tanto, en ausencia de un Consejo Legislativo Palestino operativo, el presidente del Consejo Nacional Palestino de la OLP debería convertirse en el presidente interino de la Autoridad Palestina en caso de ocurrir una vacante, hasta que se puedan celebrar elecciones. Alternativamente, el secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP, quien fue designado por el presidente Abbas es decir, Hussein Al-Sheikh, debe convertirse en presidente hasta que se celebren las elecciones. Pero ambas alternativas serán polémicas y estarán desprovistas de toda base legal o judicial, porque el presidente del Consejo Nacional Palestino no fue elegido por la institución que este encabeza… y lo mismo ocurre con el secretario del comité ejecutivo, las objeciones no serán ante las cifras (de por sí) sino a la condición legal del proceso…
«C. Algunos pudieran decir, ‘bien, todo comienza y termina con Fatah, así que si Fatah puede poner sus asuntos en orden, no habrá ningún problema en manejar la arena palestina cuando la era del presidente Abbas llegue a su fin. Una teoría dice que los pilares centrales de Fatah, es decir, sus líderes principales, pudieran ponerse de acuerdo para dividirse los roles entre ellos: uno se convertiría en jefe de Fatah, otro se convertiría en jefe de la OLP y un tercero se convertiría en presidente de la Autoridad Palestina. Tal acuerdo sería una acción muy positiva y evitaría una lucha dentro de Fatah conduciendo la nave palestina hacia refugio seguro… Pero, a partir de este momento, no existen indicios de que tal acuerdo entre los principales líderes de Fatah sea posible, porque no existen más de tres de ellos y la mayoría de los miembros del comité central se consideran aptos para ocupar uno de estos tres roles.
«Y todavía no he mencionado al miembro del comité central Marwan Al-Barghouti, quien se encuentra en prisión en una de las cárceles de la ocupación, o el ex-miembro del comité central Muhammad Dahlan, cuyo posible retorno al país puede cambiar el panorama y causar trastornos, ya que los rivales de ayer pueden convertirse en los aliados de mañana. Tampoco he mencionado al ex-miembro del comité central Nasser Al-Qidwa.[13] Todos entienden que, en la era posterior a Abbas, Fatah tendrá que ser reorganizado y sus crisis tendrán que ser resueltas si este desea continuar en su camino hacia el futuro…
“Si la salida de escena del presidente Abbas es solo cuestión de tiempo y si no existe un escenario para una transferencia de poderes legítima y legal debido a la ausencia del Consejo Legislativo Palestino y debido al cisma palestino y si no existe ninguna posibilidad de que Fatah llegue a acuerdos sobre la reorganización de sus organizaciones y liderazgo – ¿cómo puede darse una solución?
“Yo creo que Fatah debe dar el primer paso reorganizándose por sí mismo junto a todos sus componentes y rivalidades. Yo no me refiero solo a la facción de Nasser Al-Qidwa y Marwan Al-Barghouti, esa es una percepción errada. El problema de Fatah es mucho más grande que eso… Este no está en buenas condiciones… Unificarlo y resolver sus crisis es un paso crucial que debe darse antes que cualquier otro paso para poner en orden la casa palestina. Además, no hay más remedio que renovar los esfuerzos, los contactos y la mediación para lograr una reconciliación palestina entre Fatah y Hamás…
«Yo tenía esperanzas de que el presidente Abbas lograse todo esto antes de abandonar la escena, especialmente en referencia a los objetivos de unir a Fatah, poner fin al cisma y celebrar elecciones para el cargo de presidente, el Consejo Legislativo Palestino y el Consejo Nacional Palestino – a fin de salvar al pueblo palestino del caos que probablemente se producirá a raíz de su partida. No es demasiado tarde. Incluso esta noche, el presidente Abbas puede anunciar acciones que derribarán todas las especulaciones, confundirán a los enemigos y alegrarán a nuestros amigos y aliados. Él puede que sea el que cimiente las bases para la próxima etapa, para que los palestinos tengan un buen recuerdo de él. Hágalo así, honorable señor presidente».[14]
Periodista palestino: Si tuviéramos una democracia en funcionamiento, la sucesión presidencial no hubiese sido un problema
‘Abd Al-Majid Sweilem, analista político y columnista del diario palestino Al-Ayyam, afirmó que toda la preocupación por los rumores desvía la atención al grave problema palestino que viene sucediéndose, siendo este la ausencia de una democracia que funcione para regular el proceso de la sucesión presidencial. Este escribió: «En los últimos días, una persistente guerra de rumores ha dominado en gran medida la atención de la población. Los rumores se centran en la salud del presidente Abu Mazen y en la identidad de su sucesor… Estos rumores fueron seguidos por otros, sobre un inminente reemplazo del gobierno y en particular del primer ministro. Los nombres comenzaron a emerger, con conjeturas y especulaciones sobre aquellos candidatos potenciales…[15]
“No creo que el comité establecido por Fatah para encontrar la fuente de estos rumores presente hallazgos significativos a corto plazo,[16] e incluso si lo hace, no creo que conduzca a nada significativo. Es muy probable que las fuentes sean elementos palestinos poderosos dentro y fuera de Fatah, cuyo interés en difundir estos rumores coincidió con el de elementos externos que buscan perjudicar la arena palestina. Realmente no creo que Israel estuviera tratando de probar interfiriendo en difundir estos rumores… Fueron los propios palestinos quienes los difundieron, deliberada y calculadamente y los filtraron a los medios de comunicación israelíes para desviar sospechas hacia ellos mismos…
‘Pero el aspecto más grave de todos estos eventos, a mi manera de ver, es la incapacidad de reconocer la verdadera fuente de la crisis que nos aflige y los intentos de insinuar que seleccionar sucesores para el presidente y el primer ministro resolverá la crisis y que esta decisión específica es la clave para manejarlo. Esto es un engaño sin ningún tipo de base en la realidad. La verdadera crisis de nuestra realidad nacional es el continuo cisma. Tal como suele ocurrir, este cisma se ha convertido en la normativa que prevalece, en la medida en que las discusiones sobre la reunificación de las instituciones nacionales se han convertido en algo del pasado lejano…
“Además, ¿debería realmente el tema de la sucesión presidencial estar causándonos un problema tan grande? ¿Por qué experimentamos este tipo de problema? ¿Estaríamos frente a este tipo de crisis si hubiese existido un régimen democrático establecido y estable? Si se hubiese emprendido una reforma en la OLP, si la Autoridad Palestina se hubiese centrado en sus propias esferas de actividad, en lugar de infringir contra otras instituciones, si nuestro Consejo Nacional Palestino se hubiese reunido regularmente y el Consejo Central de la OLP se hubiese reunido de acuerdo a los estatutos… si el Comité Ejecutivo de la OLP hubiera estado realmente dirigiendo al pueblo y funcionando como una autoridad suprema dentro del período entre sesiones del Consejo Central de la OLP – si todo esto hubiese sucedido, ¿hubiese habido tal crisis sobre los temas de la sucesión, la vacante presidencial, o incluso ante la sustitución del gobierno y su encabezado? ¿Qué ha impedido el nombramiento de un vicepresidente hasta la fecha…? ¿Por qué el Comité Central de Fatah no ha logrado definir dicho rol? ¿Cuál es el papel de la OLP y de las principales facciones en todo este vórtice?…
“El estado se está hundiendo en una profunda crisis debido a la ausencia de instituciones y la destrucción del sistema político, porque las autoridades (es decir, la Autoridad Palestina y Hamás) gobiernan tiránicamente tanto en Cisjordania como en Gaza, para satisfacción de Israel y porque aquí en Cisjordania la democracia está ausente y allá en Gaza está verdaderamente prohibida… Nuestra crisis es mucho más grande que los rumores y los problemas relacionados a ellos y más profunda que los problemas de la enfermedad del presidente y la identidad del próximo primer ministro».[17]
Político palestino: La salud del presidente y la identidad de su sucesor son temas nacionales; el pueblo tiene derecho a decidir sobre estos temas
Nihad Abu-Ghosh, miembro del Consejo Nacional Palestino y columnista del diario Al-Quds, argumentó que el tema del sucesor de Abbas es un problema nacional de primer orden. Este agregó que, por lo tanto, las facciones palestinas deberían comportarse de manera responsable, convocar al Consejo Central de la OLP y acordar un presidente interino, en lugar de ocuparse de rumores y acusaciones mutuas. Este escribió lo siguiente: «En los últimos días, la opinión pública palestina, junto a muchas agencias de los medios de comunicación y centros de investigación en la región y el mundo, han estado preocupados por los rumores de que el presidente Mahmoud Abbas está enfermo – o incluso que falleció, según otras historias, y rumores – y también con sus posibles sucesores…
“El estado de salud del presidente y el tema de su sucesor son claramente temas nacionales que afectan a todo el pueblo palestino en todas partes y afectan el futuro de la causa nacional palestina y de toda la región… Existe una crisis verdadera dentro de los aparatos que realizan la toma de decisiones que se deriva de la salud del sistema político palestino… Esta crisis, a su vez, se deriva de la mezcla de los diferentes roles de las instituciones de la OLP y de la Autoridad Palestina y de la erosión de su legitimidad debido al hecho de que no se han celebrado elecciones. Ha llegado al punto que algunas de estas instituciones se encuentran totalmente paralizadas y son ineficaces, mientras que la institución de la presidencia domina la escena…
«La enfermedad del presidente no es un tema privado que pertenece solo a su honorable familia, ni es un tema político partidista que concierne solo al movimiento Fatah, que dirige el presidente. Su impacto no se limita a los niveles políticos de alto nivel. Dado que el tema afecta el futuro político del pueblo palestino y sus derechos nacionales, es el pueblo el que tiene derecho a resolver todos los problemas y disputas relacionadas con la identidad del próximo presidente a través de sus instituciones de representantes electos. Sin embargo, dado que estas instituciones actualmente están ausentes o más bien paralizadas, todas las fuerzas, instituciones, organizaciones y figuras que velan por los intereses del pueblo deben buscar opciones y soluciones mucho más creativas…
“Es imposible responsabilizar exclusivamente al presidente, o al llamado escalón político, por el deterioro de las instituciones del liderazgo palestino. Esta situación es consecuencia del sistema político creado por los Acuerdos de Oslo y por la forma en que se han manejado nuestros problemas políticos y sociales palestinos, lo que provocó que las instituciones fuesen marginadas en favor de una autocracia y que provocó que las instituciones de la OLP fueran absorbidas por la Autoridad Palestina, que está destinada a estar subordinada a la OLP… Todas las fuerzas políticas palestinas tienen parte de responsabilidad en esto, cada una de acuerdo con su peso e influencia y el alcance de su participación o falta de participación en la vida política de la Autoridad Palestina. La oposición en su espectro total tiene una mayor responsabilidad por la situación que prevalece, porque cada parte de ella prefirió seguir su propio plan y estrategia política, sin contribuir a construir un sistema político unificado con participación activa en las instituciones… Todas estas fuerzas prefirieron seguir un sistema de acuerdos y asignaciones de trabajos basados ??en una proporción predeterminada, en lugar de competir por ellos de una manera constructiva y democrática…
«Es muy posible que cuando Abbas se marche las instituciones representativas legítimas, tales como el Consejo Nacional Palestino o el Consejo Central de la OLP, se reúnan para resolver el tema de la sucesión… Sin embargo, esta práctica de convocar a las instituciones solo cuando se necesitan para ratificar algo y negarles su autoridad durante el resto del año, no respeta al pueblo ni tampoco su voluntad. Cualquier decisión a la que llegue el liderazgo debe ser colectiva y mutuamente acordada, en la medida de lo posible, por todas las fuerzas políticas y también debe ser temporal, hasta que el pueblo pueda ser consultado mediante la celebración de unas elecciones generales…”[18]
*S. Schneidmann es compañero investigador en MEMRI
[1] Un artículo investigativo publicado recientemente en el diario libanés Al-Akhbar afirmó que Abbas ha estado sufriendo durante décadas de varias enfermedades crónicas y que está bajo una constante observación médica. Al-Akhbar (Líbano), 21 de junio, 2022.
[2] Véase la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1401 – Llamados a la Autoridad Palestina a organizar un mecanismo para la transferencia de poderes luego de que el presidente de la Autoridad Palestina Abbas fue hospitalizado, 11 de junio, 2018.
[3] La última elección presidencial de la Autoridad Palestina fue llevada a cabo en el año 2005 y la última elección al Consejo Legislativo Palestino fue en el año 2006. Por lo tanto, según la constitución palestina, los mandatos de estos dos organismos expiraron en los años 2009 y 2010 respectivamente.
[4] Véase la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1433 – El cisma Fatah-Hamás se ensancha aún más tras el fallo de la corte constitucional de la Autoridad Palestina, establecida por el presidente de la Autoridad Palestina Abbas para disolver el Consejo Legislativo Palestino, 22 de enero, 2019.
[5] Cabe señalar que las instituciones de la OLP no son elegidas directamente por el pueblo y están efectivamente controladas por los partidarios de Abbas en Fatah y sus movimientos satélites.
[6] Véase, por ejemplo, las evaluaciones realizadas por el politólogo Jihad Harb. Alhadath.ps, 9 de junio, 2022.
[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 6 de febrero, 2022. También se informó que, mientras preparaba a Al-Sheikh como su sucesor, Abbas también fortaleció la posición del jefe del servicio de inteligencia general palestina Majed Faraj, con el respaldo de los Estados Unidos y la CIA. Al-Akhbar (Líbano), 12 de diciembre, 2020, 13 de agosto, 2021.
[8] Amad.ps, 17 de febrero, 2021; alwatanvoice.com, 7 de junio, 2021. La posición de Al-Sheikh como jefe negociador se hizo oficial recientemente cuando fue nombrado jefe del Departamento de asuntos a las negociaciones de la OLP. Wafa.ps, 25 de junio, 2022.
[9] Wafa.ps, 7 de febrero, 2022 y 26 de mayo, 2022. La agencia de noticias palestina Quds y el diario qatarí Al-‘Arabi Al-Jadid informan que Abbas ha estado nombrando por su propia cuenta a funcionarios de la OLP sin ningún tipo de discusión significativa dentro de las instituciones de Fatah y que el Comité Central de Fatah es simplemente un sello de goma para las decisiones tomadas por el presidente. Qudsn.co, 19 de enero, 2022; Al-Arabi Al-Jadid (Londres), 24 de enero, 2022. También se ha informado que muchos consideran que el Comité Ejecutivo de la OLP es una institución vacía cuyas decisiones son tomadas de manera independiente por Abbas y que esto fue lo que provocó que uno de sus miembros más destacados Hanan ‘Ashrawi renunciara en diciembre del 2020. Aa.com.tr, 9 de diciembre, 2020.
[10] Al-Akhbar (Líbano), J6 de junio, 2022.
[11] Al-Akhbar (Líbano), 20 de enero, 2022; shahed.cc, 31 de mayo, 2022.
[12] Al-Akhbar (Líbano), 9 de febrero, 2022, 11 de marzo, 2022; qudsn.co, 27 de febrero, 2022, 7 de marzo, 2022.
[13] Al-Qidwa y Muhammad Dahlan, ambos opositores de Abbas, fueron destituidos de sus cargos y expulsados ??de Fatah por decisión de Abbas.
[14] Facebook.com/Dr.Sfyan.AbwZaydt, 5 de junio, 2022.
[15] “Fuentes de alto nivel” negaron los rumores de que el primer ministro Muhammad Shtayyeh y el ministro de Finanzas Shukri Bishara hayan presentado recientemente sus renuncias al Presidente Abbas. Al-Quds (Jerusalén oriental), 30 de mayo, 2022, Al-Ayyam (Autoridad Palestina), 31 de mayo, 2022.
[16] El portal Amad, identificado con la oposición palestina, informó que “Ramalá” ordenó investigar la fuente que filtró la noticia sobre la transferencia de poderes de Abbas a Hussein Al-Sheikh. El portal se basó en un informe del diario israelí Israel Hayom, el cual citó una «fuente palestina». Amad.ps, 5 de junio, 2022.
[17] Al-Ayyam (Autoridad Palestina, 9 de junio, 2022.
[18] Al-Quds (Jerusalén oriental), 12 de junio, 2022.
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