Estamos en esa época del año en que decenas de miles de estudiantes judíos comienzan sus estudios en las universidades de Estados Unidos. Y, por primera vez, puedo decir que también soy padre de un estudiante universitario judío. Al igual que todos los demás padres enorgullecidos, me emociona ver a nuestros hijos prosperar, ampliar su comprensión del mundo y conocer a los amigos que los acompañarán durante su vida.
Pero también, como cualquier padre, me preocupo. Alcanzar este importante hito, partir hacia una nueva aventura, vivir independientemente, es dulce y triste a la vez. Una cosa que no debería preocuparme, por la que ningún padre debería preocuparse, es la seguridad de mi hijo mientras está en la escuela. Demasiados padres de estudiantes judíos se preocupan por que sus hijos puedan vivir y practicar el judaísmo abiertamente y se sientan seguros en sus centros de enseñanza universitarios, porque las acciones de los extremistas antiisraelíes a menudo cruzan la línea del antisemitismo virulento.
Como director general de la Liga Antidifamación (ADL), escucho todos los días historias de estudiantes judíos que enfrentan desafíos y odio de todos los lados; pero en los campus universitarios vemos tendencias diferentes de las que normalmente observamos en otros segmentos de la sociedad. Aunque hemos identificado un aumento en la actividad de los supremacistas blancos en los campus universitarios, éstos suelen actuar al margen, fuera del alcance de los administradores universitarios o de los presupuestos de las organizaciones estudiantiles. Mucho más prominente y perturbador para la vida estudiantil judía es el aumento del extremismo de izquierda: la creciente normalización del odio de la izquierda radical hacia Israel y el sionismo y sus frecuentes ataques a los estudiantes judíos por su apoyo a Israel.
En el campus, los estudiantes judíos escuchan a menudo «el Estado judío no pertenece», «el Estado judío es ilegítimo», «los judíos sionistas son todos racistas y supremacistas blancos» y «los judíos tienen que renunciar a Israel y al sionismo para tener un lugar aquí». Esta retórica tiene extrañas similitudes con la propaganda extremista de extrema derecha que vemos en otras partes de la sociedad, que afirma que «el pueblo judío no pertenece», «el pueblo judío es ilegítimo», «los judíos controlan el mundo» y «los judíos no son blancos».
Este tipo de actividad marginal tiene efectos muy reales en nuestros estudiantes. Nuestra Encuesta del Campus 2020-2021, realizada junto a Hillel International, encontró que un tercio de los estudiantes experimentaron antisemitismo en el campus —y el 79% de esos estudiantes experimentaron antisemitismo más de una vez. En 2021, los incidentes antisemitas en los campus aumentaron un 21% en comparación con 2020. Durante el año pasado, vimos a los judíos representados como cerdos, incluido un cerdo con signos de dólar en lugar de ojos, en un panfleto publicado por un capítulo de Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP); un asistente a una manifestación de SJP lanzó una piedra contra un edificio de Hillel; y los estudiantes de SUNY New Paltz presentaron una demanda contra la universidad por haber sido excluidos de un grupo de apoyo organizado por los estudiantes simplemente a causa de sus identidades judías y sionistas.
Con demasiada frecuencia, los administradores universitarios no responden a los incidentes antisemitas con la misma minuciosidad y transparencia con la que responden a otros actos de odio. A menudo, esto se debe a que no entienden cuándo las críticas contra Israel cruzan la línea hacia el antisemitismo. Esto puede envalentonar a otros extremistas de la izquierda radical a cometer actos antisemitas sin temor a las repercusiones, y puede silenciar a los estudiantes judíos que sienten que no serán protegidos en espacios en los que deberían sentirse acogidos.
Esta reticencia por parte de demasiados administradores universitarios a abordar de forma significativa el antisemitismo de izquierdas en el campus hace que, en última instancia, algunos estudiantes oculten sus identidades. Nuestra encuesta también reveló que el 15% de los estudiantes universitarios judíos declararon que sentían la necesidad de ocultar su identidad judía en el campus y el 41% no sabía dónde denunciar un incidente antisemita si se produjera.
Los campus universitarios son a menudo el punto de encuentro de los judíos con el antisemitismo de la izquierda, y por ello la ADL se centra en ellos. Gracias a nuestra asociación con Hillel International y docenas de oficinas regionales en todo el país, estamos en el terreno ayudando a los estudiantes judíos a enfrentar el antisemitismo todos los días.
Los campus universitarios son a menudo el punto de encuentro de los judíos con el antisemitismo de la izquierda
Contamos con un sólido conjunto de herramientas para los administradores universitarios, los estudiantes y las familias, y seguimos publicando actualizaciones de nuestra investigación, nuestros recursos y nuestras formaciones. En las próximas semanas y meses, tendremos aún más cosas que compartir para ayudar a su hijo, a mi hijo y a todos los estudiantes a sentirse respetados y apoyados como judíos en el campus.
(*) Jonathan Greenblatt es director general y nacional de la Liga Antidifamación (@ADL_es).
Nada se prodrá lograr, sin la implicacion de la comunidad judia norteamericana, de ordinario pasiva u ausente ante una cuestion, que sin embargo le concierne y alcanza de lleno …
el judio asimilado, aquel cuya identidad queda reducida a su núcleo familiar, deberá pues dar un paso adelante, y no esperar que «otro» lo haga por él, en la denuncia de toda actitud antisemita, por inaceptable y anti-democrática …