Con los años, cuando pase el ruido que ella misma ha provocado, de la alcaldesa de Barcelona quedarán pocas cosas buenas. Entre las malas, su oscura sumisión a la izquierda antisemita que pretende dar órdenes a Israel. El odio ancestral despertó al profeta Herzl y puso en marcha un retorno gradual a la matriz cultural del pueblo judío, su geografía y su historia. Y eso contra viento y marea. Todo rechazo y todo veneno esputado sobre un pueblo honorable y su libertad de decisión está condenado a volver sobre las fauces de su ejector para amargarle la vida. Cuando algunos se preguntan por qué Israel se ha vuelto tan de derechas en su gobierno, debemos recordarles que por causa de la izquierda cerril e ignorante, una de cuyas cabezas no pensantes es la de la señora Colau. Nadie ha sido tan explícito en acusarla y sacudirla como Pilar Rahola, que sigue estando bastante sola en su cruzada a favor de Israel, su patria y su gente. En cualquier caso lo que más decepciona es el tono de la reconvención que ya le oímos a Zapatero y a tantos otros, como Borrell por ejemplo. Es como un yo acuso al revés: levantan el dedo y señalan a Jerusalén como la fuente de todos los males de los palestinos cuando todo el mundo sabe que ¡son ellos mismos los que han causado y causan ese desastre social que es su vida política! Ese todo o nada con el que no se va a ninguna parte, ese lenguaje pretencioso y mentiroso sobre el colonialismo judío, como si ellos estuviesen allí desde el paleolítico. Israel no coloniza, ¡recupera! No aniquila, está dispuesta a compartir. Israel es una bendición que nos llega de Abraham, y por eso precisamente los acuerdos llevan su nombre.
Francamente, los palestinos escupen la mano que les da de comer, la mano que los cura, la mano que intenta, con justicia, llevar un poco de vida normal a sus pueblos. Israel no se alimenta de odio, tiene un largo pasado y un vibrante historial de ayuda a muchos países del mundo, como ahora mismo a Turquía. Eso se llama humanidad, caridad, empatía y compasión. Nunca puede haber paz con un enemigo que se alimenta una y otra vez de su propia bilis. La reciente legalización de algunas comunidades judías en Cisjordania y tras el asesinato de tres israelíes es una muestra de lo que va ocurrir en el futuro si continúan, nuestros despreciables adversarios. creyendo que la lucha armada contra Israel cambiará las cosas. Para ellos sin duda las empeorará. Tendrán menos tierra cuando más la quieran, tendrán menos independencia cuando más la reclamen y tendrán, ciertamente, menos futuro como pueblo cuando más grande sea su odio y su desprecio por Israel. Y eso a pesar de los amigos como la Colau, que no dice nada sobre otras injusticias que hay por ahí. A lo mejor aspira a ser una heroína islámica, a lo mejor quiere ser la más pura de las puras. El idealismo izquierdista es uno de los castigos más grandes que han caído sobre nosotros en las últimas décadas. Carece por completo de autocrítica y, como en el caso de Nicaragua, acaba, una vez en el poder, en algo peor que las tiranías que dice detestar. La derecha, que no se caracteriza por su santidad, es, al menos, más franca sobre sus verdaderas intenciones. Como bien dijo Churchill en su momento, la izquierda dilapida en meses aquello que a los conservadores les ha costado años crear y erigir. A los hechos me remito: Barcelona y Tel Aviv han tardado años en consolidar un hermanamiento bueno para ambas ciudades. El cerebro plano de la señora Colau ¡con su carta nada menos y nada más que al gobierno de Israel!, tiró ese logro por la borda. Espero que el cielo no se apiade de ella.
Determinadas personas no estan preparadas para ostentar un cárgo público, y esta señora es ejemplo feaciente de lo que digo …
las decisiones que es llamada a tomar la alcaldesa de una ciudad como Barcelona, no se improvisan, ni pueden quedar supeditadas a filias o fóbias ideológicas, es algo de «manual» …
de ninguna consideracion es pues merecedora, quien se deja arrastrar por impúlso tan primários como contraproducentes para la ciudad que dice «representar» …
queda ahora esperar, que los ciudadanos de esa urbe retengan este dislate, y hagan prueba de sensatez a la hora de elegir un nuevo regidor …