Avi Dichter está hace ya 17 años en la política, en las filas del partido Likud. Fue diputado mucho tiempo y en el gobierno actual de Biniamin Netanyahu asumió como ministro de Agricultura. Pero cabe suponer que ante todo, es para la ciudadanía israelí el ex jefe del Shabak (o Shin Bet), el Servicio General de Seguridad, encargado de la lucha anti terrorista, quien ocupó el desafiante cargo en uno de los períodos más cruentos de la lucha contra el terrorismo palestino, la segunda intifada.
Pocos días antes de Iom Haatzmaut nos recibió en su despacho. Estaba claro de antemano que no podríamos hablar solamente de los motivos de celebración sino, en realidad, más que nada sobre los problemas aún por resolver.
P: Confieso que me parece muy raro venir a entrevistar a Avi Dichter como Ministro de Agricultura.Para mí, usted siempre estará asociado al tema de la seguridad, ante todo como ex jefe del Shabak, el Servicio General de Seguridad encargado de la lucha anti terrorista.
R: En la vida hay que aprender de todo.La verdad es que me siento muy bien aquí. Vine a este ministerio porque quise, nadie me obligó. Vine aquí con el objetivo de contribuir en algo más. También soy miembro del gabinete de seguridad, por lo que sigo contribuyendo en ese aspecto. Estoy en la política desde hace 17 años, esto es sólo el comienzo. Espero avanzar mucho en esto, conocer otras áreas. Y la agricultura es fascinante.Yo mismo no fui agricultor sino que viví siempre en Ashkelon pero trabajé seis meses en una granja y en ese lapso fui pastor. Vivo cerca de agricultores. Pero lo que cuenta es que la agricultura es importante en la historia del Estado de Israel. No hay Israel sin agricultura.
P: Hay mucho por mejorar para fortalecer nuevamente ese campo que durante años fue el máximo símbolo de Israel ¿no?
R: Cuando asumí este cargo me dijeron que debo tener presente que soy el ministro de Agricultura,no de los agricultores, pero yo aclaré que no hay agricultura sin agricultores. Deben ganar dignamente por lo que hacen. Hay cuatro principios sobre los que se basa la agricultura . El primero es la gente los trabajadores, incluidos los extranjeros. Recordemos que hoy en día el promedio de edad del agricultor israelí es 62. La pregunta es cómo hacer para que la agricultura sea atractiva para edades más jóvenes.
El segundo tema es la tierra. Israel tiene una superficie de 22.000 km2, y no hay ningún plan para ocupar otros territorios.
P: Buen titular sin duda. Pero sigamos en tono serio.
R: Después está el tema del agua y la tecnología.
En cuanto a la tierra, la población ha crecido en los últimos 20 años en un 50%, y está claro que eso significa mayores necesidades de viviendas y caminos. Incluso si construimos una cerca de seguridad a lo largo de la Franja de Gaza o en la frontera con Líbano, eso quita tierra de adentro, más o menos 400 metros de la cerca fronteriza. Multiplicado por 67 kilómetros, que es tomado principalmente de tierra agrícola, no es poco. Esto debería compensarse en otras áreas agrícolas. Para eso hay que descongelar o liberar áreas en las que el ejército solía entrenar, áreas donde había miedo a las minas terrestres o a restos de proyectiles de los entrenamientos militares…y se necesita zonas cultivables. Hay zonas en las que ahora no se hace nada pero que deben ser limpiadas, adaptadas a la agricultura, como se hizo en el Golán, que estaba lleno de rocas y se limpió para poder cultivar la tierra. Es irreconocible el Golán comparado con lo que era hace 50 años.
P: La pregunta es en qué medida los errores de diferentes gobiernos a lo largo de los años han causado problemas. Tengo un buen amigo agricultor en Kfar Warburg, que tiene vacas lecheras y también planta duraznos, y me consta que vive con la sensación que el Estado no apoya debidamente sino que cada vez tiene que lidiar con otros desafíos.
R: Es cierto. Un agricultor, un granjero, debería ganarse la vida con dignidad, pero lo que ocurre es que sobreviven.Y eso no alcanza. Mencionas la lechería, pues crecimos en un 50 % en población y crecimos en un 50 % en leche. Toda la leche en Israel se produce aquí, al igual que los huevos, excepto en períodos pico como las fiestas de Rosh Hashana y Pesaj, cuando surge a veces la necesidad de importar.
El tercer elemento es el agua. Al haber pasado a desalinización, no hay escasez de agua. Lo hemos superado. El problema es que en la agricultura Israel usa un 55% de agua sedimentada y solo un 45% de agua dulce. Hay que traer agua más barata a la agricultura y el problema es que no podemos verterla al mar porque no es privado nuestro, hay convenciones internacionales.
Y en cuanto a la tecnología, los jóvenes no vendrán a la agricultura si no hay innovación y gran progreso tecnológico. Los israelíes no tienden a trabajar en este campo y los extranjeros, más que nada los tailandeses, hacen mejor el trabajo. Por alguna razón siempre se limitó a 25-30 mil la cantidad de permisos de trabajo a extranjeros para la agricultura a mi criterio sin justificación. Estoy intentando aumentar a 45.000, no porque esté seguro que se necesita tantos sino para liberar a los agricultores de la necesidad de ocuparse tanto de todo este tema. Hoy en día un agricultor puede conseuir un nuevo trabajador para su campo sólo después que se va el anterior. No es lógico. Los cultivos no pueden esperar que llegue uno que además todavía tiene que aprender. Y hay que recalcar que la llegada de los extranjeros no quita trabajo a los israelíes.Un estudio mostró que por cada 5 trabajadores extranjeros en la agricultura se crean 2 puestos de trabajo para israelíes, principalmente en el área de transporte y empacadoras.
P: ¿Cuál es pues ahora el desafío central?
R: Salir de este techo de cristal. Israel lleva 20 años produciendo 2 millones de toneladas de frutas y verduras para el mercado local. Pero en ese lapso hemos crecido en población en un 50%, y las verduras y frutas para el mercado local sigue igual. O sea que hay un problema, que no es rentable producir, señal de que no estamos trabajando bien en este tema. Esto hay que cambiarlo.
El desafío de la seguridad
P: Aunque usted suena entusiasmado también al hablar de agricultura, pasemos a lo que lo identificó siempre,la lucha por la seguridad. Imagino que también para usted es frustrante que con todos sus logros, Israel siga, al cumplir 75, lidiando con amenazas a su seguridad y hasta a su existencia segura en paz.
R: Vivimos en una zona compleja. Es una gran cosa que hayamos firmado la paz con Egipto y Jordania, que tienen mucho que perder si dejaran los acuerdos. Pero la paz se mantiene.
P: ¿La única razón por la que se mantiene es que ellos perderían si no fuera así?
R: Mira, al final es una cuestión de intereses . Cuando Muhammad Anwar Sadat y Menajem Begin decidieron firmar un acuerdo de paz, ambas partes se beneficiaron muchísimo. ¿Pero es una paz cálida? No, es una paz fría, pero una paz fría es mejor que una guerra caliente, eso es indudable.
También Jordania se beneficia mucho económicamente del acuerdo de paz. Recibe 100 millones de metros cúbicos de agua al año, 50 millones de los cuales son gratuitos, y ahora se habla de aumentarlos a 200.Jordania sin agua está acabada, y es bueno que podemos darle. Pero uno mira a los demás países vecinos, a Líbano, Siria, los que no tienen paz con Israel, y están en serios problemas. Líbano está aplastado económica y socialmente. Siria es un país acabado que hace 12 años tenía creo que 23 millones de habitantes, hoy hay algo así como 13-14 millones de habitantes. Y su gobierno no controla realmente todo el país. En Líbano gobierna de hecho Hezbolá, que es el representante de Irán. En Siria todo el régimen está sujeto a lo que Irán realmente quiere. Ambos países, devastados. Irán no es un país que los pueda ayudar en todo lo que precisan, y principalmente apoyan a las organizaciones terroristas, no ayudan a Siria ni al Líbano.
P: Y además de los enemigos en el norte, está por supuesto el conflicto con los palestinos.
R: Lamentablemente, los líderes palestinos no entendieron que el terrorismo es terrorismo, que no se puede hablar contra el terrorismo por un lado y por otro pagar salarios de 1.300 millones de shekels (unos 400 millones de dólares) por año a terroristas en prisiones en Israel o a las familias de terroristas que murieron cometiendo atentados. Este es uno de nuestros problemas más difíciles con la Autoridad Palestina y el hecho es que los acuerdos de Oslo han fracasado.
P: Yo estaba en la conferencia en Hertzlia años atrás cuando usted, siendo jefe del Shabak, del Servicio General de Seguridad, dijo “Hemos fracasado, el Estado de Israel no ha logrado dar a la ciudadanía el cinturón de seguridad que merece”. Pero no hay una fórmula mágica ¿no?
R: Yo dije eso en setiembre del 2003, cuando estábamos inmersos en lo más profundo de la Operación Muro Protector, habiendo sufrido la pérdida de cientos de vidas, 900 muertos por el terrorismo por doquier. El país estaba sufriendo mucho por el terrorismo que influía en todas las esferas. Algunos me decían que no se puede derrotar al terrorismo pero yo decía “este barril tiene fondo”. Y decía que aunque no lleguemos al fondo mismo del barril, sí llegaremos a una masa crítica de su contenido, de modo que se seque el barril. Los palestinos tienen que entender que no les permitiremos disfrutar de dos mundos, que por un lado apoyen y financien el terrorismo y por otro que Israel les deje hacer lo que quieran dentro de la Autoridad Palestina. Entonces, si ellos no luchan contra el terrorismo, luchamos contra el terrorismo en su patio trasero, en Jenin, en Nablus, en Hebrón, hasta que se den cuenta de que la guerra contra el terrorismo no puede ser sólo nuestra, que les molesta mucho a ellos también. Creo que aquí el tema es que no tienen osadía para actuar. El presidente palestino Mahmud Abbas, a su edad, ya no busca aventuras.
Considero que él entiende que Hamas es un problema muy difícil para él mismo, pero no hará nada contra eso. Perdió Gaza ante Hamas en junio de 2007 porque no luchó contra el terrorismo. Ya antes,por la segunda intifada, tuvimos entonces que hacer el operativo “Margen protector”. Pero en Gaza no lo hicimos y por eso pasó lo que pasó allí y lo que hay ahora en Gaza es un ejército de terroristas.
P: Debo decirle que aunque todos los gobiernos hablan así, siento que el gobierno anterior, llamado gobierno de cambio, que antecedió al actual, tenía una línea más estricta que la de ustedes. Viniendo del punto más significativo de la lucha por la seguridad ¿no le frustra escuchar las grandes declaraciones y ver que en el terreno no se hace gran cosa, que no responden al disparo de cohetes con bombardeos a blancos significativos de Hamas?
R: No hay diferencia entre la línea del gobierno anterior y la línea de este gobierno respecto a Gaza. Es lo mismo, no la hemos cambiado. Hoy en día la política es de contención, eso está claro. El terrorismo aumenta independientemente del gobierno. Esta mañana fuimos a presentar nuestras condolencias a la familia Dee de Efrat que perdió a su madre y a dos de las hijas. A la familia realmente no le importa si el atentado fue obra de una célula organizada o una iniciativa individual. Perdieron a tres miembros de la familia y eso es lo que cuenta.
Y cuando analizamos este problema, debemos recordar que la situación de Judea y Samaria es diferente. Tenemos más de medio millón de israelíes viviendo allí, casi 130 mil palestinos entran todos los días de allí a trabajar en Israel. En Jerusalem casi el 40% de la población son palestinos que circulan con documentos de identidad israelíes, conducen automóviles israelíes, pueden moverse por el país a cualquier lugar pero en muchos casos tienen el corazón en Ramallah, aunque sus pies estén en Jersualem. Es un problema.
Y lo más complicado es el Monte del Templo, lo que los musulmanes llaman Al-Aqsa. ¿Por qué lo planteo así? Porque Al Aqsa es solamente la mezquita pero ellos pretenden determinar que todo ese territorio en el monte sagrado es Al Aqsa. En realidad la mezquita de Al Aqsa está ubicada en una punta del monte, está además el Domo de la Roca, de cúpula dorada. Pero ellos tratan de fijar como hecho que todo es Al Aqsa. ¿Por qué? Porque recalcan que Al Aqsa es la tercera más sagrada después de La Meca y Medina. Y a esas dos, como se sabe, no puede ingresar nadie que no sea musulmán. Hay un letrero en la entrada de La Meca que dice “sólo para musulmanes”. Y si logran convertir a todo el Monte del Templo en Al-Aqsa, entonces tendrán una razón religiosa para no permitir que los judíos y otros suban al monte. Y nosotros no permitiremos que eso suceda ni tampoco hay justificación ninguna. Todas sus acuaciones que “Al Aqsa está en peligro” son tonterías. Nadie la pone en peligro. Y no sólo eso sino que en el monte hay una mezquita muy grande al lado de Al Aqsa. No fue construida en los días de los turcos ni durante el Mandato Británico o el gobierno jordano sino en nuestro tiempo, en 1990.Toda la zona conocida como las caballerizas del Rey Salomón fue convertida en mezquita. Llevaron tractores, rompieros los arcos, los saudíes donaron alfombras y el lugar se convirtió en una mezquita. O sea, mienten al decir que Al Aqsa está en peligro y lo hacen sabiendo que la mezquita más grande del monte la construyeron durante la época de Israel.
Entre derechos y política
P: ¿Cómo maniobrar entre los derechos históricos del pueblo judío en el Monte del Templo, que estimo reconocen y son conscientes de ellos también los judíos no observantes, y la necesidad de actuar con sabiduría y criterio? Hoy en día el gobierno de Israel incluye elementos que yo me permito adivinar no le alegran tampoco a usted por su estilo y su tono, a veces con declaraciones muy problemáticas, por decirlo delicadamente.
R: La coalición de gobierno tiene una política determinada, hay lineamientos fundamentales del gobierno y no se puede actuar de otra manera. Nadie ha cambiado el status quo en el Monte del Templo. Israel es el soberano allí. Y el símbolo de soberanía israelí allí es la estación de Policía ubicada en el monte. El status quo no se cambia y tampoco permitiremos que otros lo cambien. Se permite sin problemas el pleno culto musulmán en el Monte del Templo. Dicho sea de paso, hoy en día la mezquita de Al Aqsa está cerrada a visitantes. Antes, hasta la segunda intifada, por 10 dóares cualquiera podía entrar a verla. Se entraba como turista, hasta el año 2000. No importaba si eras judío, cristiano ateo, budista, lo que sea.
P: Lo recuerdo bien. Hoy sólo se puede recorrer la parte exterior, los patios y explanadas.
R: Así es. Y hoy en día, cuando introducen armas a la mezquita, pues tendrán que lidiar con la Policía. No se les permitirá poner en peligro al Muro de los Lamentos que está abajo.
La política, arte de lo posible
P: Mencioné antes en términos generales que hay voces extremistas en el gobierno. ¿No se siente incómodo a veces al escuchar a los ministros Itamar Ben Gvir y Betzalel Smotrich?
R: La coalición se forma con quienes están dispuestos a ser parte. Habría sido posible formar una coalición distinta pero otros partidos no querían sumarse, solamente partidos de derecha, y formar una coalición de derecha tiene sus precios y por otro lado también sus ventajas. Construimos una coalición de 64 diputados, no creíamos que llegaríamos a tanto. Es fuerte. Y si uno saca del cálculo los 10 escaños de partidos árabe, hay que pensar que tenemos 64 de 110.
P: Usted deja de lado a los partidos árabes pero está en coalición con dos partidos ultraortodoxos que no son sionistas .
R: Pero no es lo mismo un partido antisionista, como son los árabes, que un partido que no es sionista. Es muy significativo.
P: Es cierto, pero igual es problemático.
R: Yo dije de entrada que no permitiré que el Likud forme una coalición con un partido antisionista. Quizás haya cosas desagradables con los partidos no sionistas ultraortodoxos pero son partidos judíos a los que conocemos. Los partidos árabes son antisionistas y esa es una diferencia enorme.
P: Pero no es justo poner en la misma posición al partido de Odeh y Tibi por un lado y por otro a Ra´am de Mansur Abbas,que fue parte del gobierno anterior, que no hay atentado que no salga a condenar, que habló claramente de Israel como Estado judío.
R: No hay diferencia. Ra’am es un partido que representa a la Hermandad Musulmana. Esa es su definición, no la mía. En esencia es un partido antisionista. Y el Likud no entrará en coalición con un partido así.Y dado que Beni Gantz no quería entrar en coalición….
P: ¿Habría preferido una coalición con Gantz y no con Ben Gvir y Smotrich?
R: Esa no es la pregunta. Ellos no consideraron esa opción. No nosotros. Ellos. Bibi tuvo contactos para tratar de incluirlos en la coalicion pero ellos no aceptaron . Formamos la coalición que tenemos hoy, que es fuerte pero, sí, tiene su costo. Y sus lineamientos fundamentales son claros, también en referencia a la reforma.
La polémica sobre la reforma judicial y la política gubernamental
P: Y este es sin duda uno de los temas más polémicos, que divide profundamente a Israel.
R: Recordemos que hace tiempo que se habla de la necesidad de una reforma judicial. Fíjate que la propuesta del partido Israel Beiteinu en su plataforma, aunque es un partido de oposición, es mucho más radical que lo que está sobre la mesa.
P: No me parece que sea así, pero de todos modos, lo que el gobierno presentó , lo que puso sobre la mesa el Ministro de Justicia, no es en absoluto lo que se habló antes. Avi, quiero decirle algo en un tono un tanto personal, relacionado a la situación nacional. Yo me considero una persona muy de centro en términos políticos. Me radiqué en Israel en 1979, a los 18 años. Vine por un profundo sentimiento sionista. Nunca desde entonces sentí la angustia que siento hoy.
R: Mira, te diré que se desarrolló aquí una situación muy problemática. Empezó la discusión en torno a la reforma legal y hoy abarca otros temas totalmente distintos.
P: Justamente el gran motivo de preocupación es no sólo lo extremo de la reforma en sí sino que ésta ponga a disposición de un gobierno con partidos de agendas problemáticas en algunos temas, herramientas que les permitan hacer lo que quieran.
R: La reforma legal no debe darle a nadie más herramientas que las herramientas democráticas. Lo que pasó es que para darle el tono apropiado para las manifestaciones, en lugar de llamarla reforma legal, comenzaron a llamarlo de “golpe de Estado” e intento de cambiar el régimen de gobierno en Israel. Y no es así. Yo creo que en cuanto a la reforma legal que propusimos, hay acuerdos respecto al 70%-80% de su contenido. No estamos libres de errores.
P: Que hay aspectos por corregir, en efecto no es algo que en general se pone en duda. La gran pregunta es si lo que se presentó apunta a eso. Muchísima gente considera que no.
R: Lo que pasa es que perdieron las elecciones de forma estrepitosa. Los partidos sionistas de oposición recibieron solamente 47 escaños.
P: Que es lo que vaticinan ahora las encuestas a la actual coalición si hubiera elecciones en este momento.
R: Ya hemos visto muchas encuestas. El hecho es que la actual oposición cuando estuvo en el poder durante un año y medio, cometió un error fatal que dañó seriamente nuestra capacidad de disuasión frente a Hizbala. Entregaron 10 km2 de territorio soberano de Israel a un país enemigo, algo sin precedentes en los 75 años del Estado de Israel. Y sin presentarlo a la Kneset como lo determina la ley.
P: Usted se refiere al acuerdo que determinó la frontera marítima con Líbano, sobre el que hay discusiones, pero que todos los jefes de seguridad le dieron el visto bueno.
R: No hay dudas respecto al hecho que le dieron esa superficie en las aguas territoriales a Hizbalá.
P: Al Estado libanés.
R: En la práctica, a Hizbalá, que es el elemento más poderoso de Líbano. Es un hecho indiscutible. Después viene la pregunta si eso fue bueno o malo, correcto o incorrecto. El problema legal es que lo decidió el gobierno pero no lo presentó a aprobación de la Kneset. Por ley, si no hay mayoría, debe ir a referendum. Es un precedente peligroso. Lo hizo un Primer Ministro muy débil que cometió un error. Y lamentablemente el sistema lo apoyó y estamos en un problema muy difícil. Pero lo solucionaremos.
P: La derecha ganó las elecciones en gran medida por el tema de la gobernabilidad, de la seguridad ciudadana especialmente amenazada por la delincuencia beduina en el sur, aunque también en otras zonas temas sobre los que el hoy ministro Ben Gvir formuló muchas promesas tajantes. Pero desde que el gobierno asumió funciones-y yo recuerdo claramente los cuatro temas que el Primer Ministro Netanyahu mencionó en la primera sesión del gabinete como metas principales a tratar, ninguno de ellos era la reforma judicial- ustedes están abocados a la reforma. ¿Y el resto?
R: Ante todo, la derecha no ganó por os problemas de seguridad interna. Ben Gvir sí. Supo plantear un tema que sin duda es muy importante, lamentablemente.
P: Hasta en los kibutzim tuvo votantes.
R:El tema de Ben Gvir requiere soluciones. Su relación con la Policía que tiene a su cargo debe corregirse. Es imposible continuar con una relación tan turbia entre el Ministro de Seguridad Nacional y la policía que está subordinada a él.
P: ¿No le parece problemático el hecho mismo que haya sido nombrado ministro, con todos sus antecedentes? Es un problema por más que haya dicho hace poco que se ha “suavizado”.
R: Él y Smotrich llegaron a 14 escaños. Querían la cartera de Defensa y la de Seguridad interna. Bibi decidió que Defensa quedaría en el Likud, así que se la dio a Yoav Gallant y ellos recibieron Finanzas y Seguridad Nacional. Habrá que ver cuáles son los resultados de su gestión, al final del camino.
Y a pesar de todo…
Entre la protesta y la celebración
P: ¿Cómo vive usted personalmente toda la polémica y la protesta contra la reforma? Esto ocurre cuando Israel está celebrando su 75° aniversario de independencia. A pesar de todos los desafíos y problemas pendientes ¿Qué tenemos para celebrar?
R: Tenemos mucho por celebrar. Han pasado muchos años desde que me enrolé a los 18 a las Fuerzas de Defensa de Israel. Alcancé a hacer muchas cosas,incluso a luchar en la guerra de Iom Kipur en 1973. Aquel período fue mucho más difícil que el actual. Pero mirando los logros de Israel, realmente parece un milagro. Pero claro que hay motivos de preocupación ya que lo que siento que hay hoy es odio entre algunos grupos, no meras discrepancias. Ahora lo veo incluso en persona. Puedo sentirlo de parte de personas que conozco y personas que no.
P:Justamente quería preguntarle sobre las manifestaciones de ex compañeros de armas frente a su casa, porque usted es parte del gobierno y apoya la reforma.
R: Personas que manifiestan frente a mi casa, a las que no conozco, no son mis compañeros. Ningún amigo se pasó de la raya. No concuerdan conmigo, yo soy desde hace décadas una persona de derecha y ellos son de izquierda. Discutimos, hablamos, y nunca hubo odio. Pero ahora oigo algunas expresiones, las calumnias, los insultos. Es muy duro.
P: Que lo vea y lo sienta frente a su casa…me imagino.
R: Cuando es cerca de mi casa, así es. Yo he fijado una regla muy sencilla. Quien tiene un vínculo conmigo y manifiesta frente a mi casa, corta el vínculo. Por eso algunos pidieron disculpas y podemos seguir conversando. A quienes consideré realmente sinceros en sus disculpas, los acepté y volvimos a estar en contacto. No tengo problema en encontrarme con ellos en la Knesset, no tengo problema en encontrarme con ellos aquí en la oficina. Mi casa es otra cosa. Molestan al barrio, a los vecinos, es otra cosa.
P: Eso ya tiene un tono distinto, entiendo lo que usted dice.
R: Cuando hay manifestaciones algunos dieron “queremos oir tu voz”. Y yo les dije “no quieren oir mi voz, quieren oir vuestra posición en mi voz, pero eso no va a pasar porque yo pienso distinto”. No me “convertirán” a la izquierda porque no soy de izquierda, soy de derecha. He tenido discusiones muy duras con mis compañeros de armas también cuando yo era jefe del Shin Bet y yo tomaba determinadas decisiones en la lucha anti terrorista que algunos consideraba perjudiciales. Yo siempre dije mi verdad.
Un resumen preocupante
P: Recuerdo que en aquella conferencia en Hertzlia que antes mencioné, usted contó que ya cuando entrabaa Gaza en el marco del acuerdo con Israel como jefe de la Autorida Palestina, Yasser Arafat traía terroristas escondidos en su coche .¿Alguna vez creyó –o mejor dicho cree hoy- que habrá paz con los palestinos?
R: Mira, hay una diferencia entre creer y esperar. Eso espero porque si no eres optimista siempre estás en problemas. Pero mi fe en ello tras los últimos años se ha reducido mucho. Si no hay un líder serio que entienda que el terrorismo es terrorismo independientemente de si la asesinada es una familia israelí, una familia palestina sospechosa de colaboración o simplemente alguien distinto de ellos, están en serios problemas. Desafortunadamente, actualmente no veo que haya ningún líder palestino que tenga el coraje de hacer la paz. Y si eso no ocurre, si no surge un líder así, los palestinos no saldrán adelante. Estarán siempre buscando dónde construir un ejército, desde dónde lanzar cohetes, como hoy en Gaza. Y si esto sigue así, llegará el día en que Israel “no va más” y entonces habrá un cambio dramático.
P: Y habría mucho para pedir aclarar al respecto, pero sé que se nos ha acabado el tiempo. Avi, muchas gracias por haberme recibido en su oficina y por todo el tiempo que compartió conmigo.
R: A ti por el interés.
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