La desleal crítica hacia la lucha antiterrorista de Israel por parte de ciudadanos y gobiernos de Europa occidental revela la impotencia que genera en los europeos no poder, no saber o no querer hacer nada en contra del mismo terrorismo islámico que está tomando por asalto la vida europea.
Es también importante mencionar que la acción defensiva y el control israelí es también celebrado por la Autoridad Palestina y por los círculos de Mahmmoud Abbás quien también percibe como una amenaza la influencia que los grupos terroristas de Gaza puedan lograr en Judea y Samaria.
En las últimas horas las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet han lanzado la Operación Escudo y Flecha contra la Yihad Islámica Palestina, una organización terrorista financiada y motivada por la República Islámica de Irán. Al igual que Hamas, el terrorismo es la verdadera desgracia que golpea con cada vez más fuerza a los civiles árabes palestinos que son usados como escudos humanos o deben convivir con las propias bases de cohetes montadas en los edificios residenciales.
La Franja de Gaza representa la construcción ideal en el imaginario de muchos sobre lo que puede ser un estado palestino. No son pocos dentro del amplio activismo político quienes desean una mayor intervención de Hamas y la Yihad Islámica en los territorios bajo control de la Autoridad Palestina desde la firma de los Acuerdos de Oslo en la década del noventa.
La Yihad Islámica Palestina ha lanzado más de 500 ataques contra civiles israelíes y sólo en los cinco meses que han transcurrido del 2023 han sido parte de la seguidilla de ataques armados o mediante cohetes contra las poblaciones israelíes del sur especialmente. Como respuesta, Israel ha lanzado un ataque que pareciera haber puesto en jaque nuevamente a la cúpula de la organización: Jahed Ahnam, uno de los financistas del terrorismo palestino que operaba al sur de Gaza; Khalil Bahitini, responsable de los ataques contra Israel durante el último mes; Tarek Az Aldin, también financista y operativo en los atentados y Khaled al-Fara, jefe de la unidad de misiles en el sur de Gaza en las Brigadas Al-Quds,
El estado judío viene sufriendo durante los últimos meses una seguidilla de ataques y amenazas que se replican con cada vez más fuerza en una región donde los acuerdos de pacificación y normalización quieren ser acechados por la violencia. Como no se ha visto en otros fenómenos de la política internacional, en Europa, Estados Unidos y América Latina existe un fuerte activismo árabe palestino, tan múltiple y heterogéneo como marginal, en el que se combate cualquier tipo de normalización entre los estados árabes e Israel.
En la operación lanzada esta noche, habrían vuelto a tener lugar los daños colaterales y la muerte de civiles árabes. En lo que se reporta desde medios palestinos como dos niños muertos en medio del operativo, sólo cabe recordar que para la sociedad palestina no existe la crianza de los niños como sinónimo del futuro de su comunidad, sino como una garantía para extender el conflicto armado y lograr, como quiso Arafat, que sean los niños palestinos quienes logren desplegar la bandera de la OLP en Jerusalem.
No existe otro conflicto en el que la opinión pública y los medios de comunicación, incluso algunos con mucho prestigio, posicione de forma tan parcial la lectura de los hechos. Israel tiene el derecho a defenderse y gracias a ello impide también que las oleadas del terrorismo lleguen con más frecuencia fuera de una región en la cual la radicalización hace estragos en la mente y vida de las personas. El beneficio indirecto que recibe gran parte del mundo es tan importante como desconocido o ignorado por muchos.
Todavía es posible una región en la cual el terrorismo sea definitivamente silenciado y los grupos armados que operan contra Israel y amenazan también a los civiles árabes sucumban frente al poder de la fuerza que es el único que puede balancear una lucha asimétrica. Los golpes rápidos y certeros es la posibilidad de obstruir, al menos por un tiempo, la capacidad de respuesta que vendrá desde la Franja de Gaza y que seguro pondrá en alerta a Israel en las próximas horas.
Los países que han sufrido en carne propia el terrorismo islámico y aquellos que se encuentran amenazados por él deben apoyar la gesta israelí por la existencia y para repeler las amenazas que brotan y fluyen con celeridad por los mismos canales que la ignorancia, la mala fe y la insistencia a acusar de victimario a la víctima.
El terrorismo es una ideología y es un compromiso de todos aportar en la lucha ideológica contra un germen que, tarde o temprano, golpeará con igual dureza a todos los países.
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