Cuando la Mentira se disfraza de Verdad

Israel es noticia porque sorprendió y sorprende su actuación en el mundial juvenil que se está desarrollando en Argentina.

Luego de eliminar justificadamente a la selección brasilera en cuartos de final, se prepara para enfrentar a otra selección sudamericana en semifinal.

La garra charrúa será esta vez la que pondrá a prueba el nivel del seleccionado israelí, pero aun cuando estos chicos no logren superar al equipo oriental, ya han dejado su sello en la historia del futbol mundial juvenil.

Hoy están entre las cuatro mejores selecciones del mundo, pero nosotros que vivimos en Israel venimos siguiendo sus buenos rendimientos y confiábamos en que estos chicos harían un buen papel.

Pero lo que debería destacarse y que los medios pasan por alto, es que la selección israelí está compuesta por jugadores árabes musulmanes, árabes cristianos, beduinos y judios, que concentran juntos, entrenan juntos, juegan juntos, y hasta se abrazan para festejar los goles y los triunfos.

Esto que parece un detalle sin importancia, es incluso más importante que el puesto con el que esta seleccion termine el mundial.

Este es un ejemplo de que se puede convivir y de la fuerza que tiene el futbol para unir.

Somos distintos, pensamos distinto, sentimos distinto, pero en el fondo todos queremos vivir en paz.

En Israel, para el que no sabe, la mayoria de los arabes musulmanes y los judíos vivimos en paz.

Compartimos puestos de trabajo, interactuamos todo el tiempo, tenemos amigos.

Esto es lo que debe ser noticia en el mundo.

Israel no es un pais de guerra, Israel es un país de paz y el futbol hoy es una pequeña muestra de lo que es el dia a día en este país al que amo y del cual estoy orgulloso de ser ciudadano.

Es cierto que hay fanáticos y que a veces hacen mucho ruido, pero son minoría y nunca van a lograr vencer el deseo que tenemos la gran mayoria de judíos y árabes de vivir en paz.

Hoy estoy orgulloso de estos soldados de la paz que visten la camiseta de Israel y que le demuestran al mundo que la convivencia pacifica es posible.

Esa camiseta la visten con orgullo y la traspiran sin distinción de religión.

Que fuerte que es la enseñanza que esta selección nos está dejando.

Orgulloso de todos y cada uno de estos jugadores, porque siendo tan jóvenes le están pidiendo a los dirigentes políticos de ambos lados que los dejen crecer en paz y que los dejen disfrutar del futbol.

Estaría bueno que los medios hablen también de esto, me parece.