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| lunes diciembre 23, 2024

¿Por qué están todos en silencio?


Cuerpos de parte de las víctimas del kibutz Kfar Aza recuperados por militares israelíes
(Foto: Reuters)

Hace dos años, cuando estalló un conflicto entre Israel y Hamás en Gaza, los judíos de todo Estados Unidos iniciaron sesión en Instagram para ver cómo todos sus conocidos publicaban un post de “Palestina libre”. En cuestión de días, Dua Lipa, Bella Hadid, compañeros de clase, profesores y amigos se convirtieron en expertos geopolíticos para opinar contra Israel, el sionismo y sus conocidos judíos.

Viajemos hasta este fin de semana, cuando los terroristas de Hamás lanzaron un salvaje ataque contra Israel, asesinando a más de 900 personas [1200 al momento de traducirse este artículo], hiriendo a casi 3000, tomando 150 rehenes, cometiendo violaciones y atacando a inocentes, quebrantando todas las normas humanitarias internacionales. Seguramente, frente al terrorismo y los crímenes de guerra, uno esperaría que las personas que tenían tanto que decir en 2021 denunciaran estas embestidas. Pero uno estaría equivocado, porque estos nobles defensores de los derechos humanos ahora guardan silencio.

Ante la tragedia de este fin de semana, las respuestas de internet han sido muy útiles para determinar quién es quién y qué representa. Las redes sociales se han dividido en tres grupos: judíos, “activistas” y personas que observan en silencio. Analicemos estas cohortes:

Grupo uno: los judíos

Durante los últimos dos días, los judíos de la diáspora hemos experimentado los horrores de un pogromo al estilo de los años 40 a través de nuestros teléfonos. Hemos estado actualizando frenéticamente Twitter y las noticias israelíes, preocupados de que la próxima víctima sea nuestra hermana, nuestra amiga, nuestra abuela o nuestro sobrino, porque podría serlo. Todos conocemos a alguien en Israel.

A raíz del día más mortífero para el pueblo judío desde el Holocausto, muchos hemos recurrido a las historias de Instagram para llorar, informarnos unos a otros y ayudar a las personas a encontrar a sus amigos desaparecidos. Incluso los judíos que normalmente evitan hablar de Israel lo han hecho. Los judíos estadounidenses más jóvenes se han unido ahora a las filas de generaciones judías anteriores que saben lo que ellos no sabían: que los judíos no están seguros en ninguna parte, ni en Israel, donde nuestro pueblo está siendo masacrado, ni en la ciudad de Nueva York, donde los antisemitas marchan orgullosos por las calles en apoyo de la violación y la tortura.

Sin embargo, las imágenes gráficas de mujeres asesinadas y las súplicas emocionales de celebridades queridas todavía no han movido a los no judíos a decir una palabra. Borra a los judíos de Instagram y podrás sentir que la matanza simplemente no ocurrió.

Grupo dos: los “activistas”, o personas insensibles que debes eliminar de tu mundo

Estas son personas que ya odiaban a Israel y han tomado este ataque como una excusa para redoblar sus esfuerzos, publicando materiales sobre “descolonización” mientras los terroristas de Hamás atacaban a niñas inocentes. Estas son las personas que vieron los videos de mujeres mayores siendo llevadas por bárbaros armados y pensaron «Hmm, este parece un buen momento para publicar sobre cómo Israel incita a la violencia». Estos son los estudiantes de Harvard, que mientras familias enteras eran masacradas en sus hogares emitieron una declaración: “Nosotros, las organizaciones estudiantiles abajo firmantes, responsabilizamos al régimen israelí por toda la violencia que se desarrolla”. Estas son las personas que rieron y vitorearon cuando un orador en un mítin de los Socialistas Democráticos de Estados Unidos en Manhattan describió cómo algunos hipsters estaban de fiesta en el desierto hasta que Hamás apareció y los asesinó.

Estas son personas que ya odiaban a Israel y han tomado este ataque como una excusa para redoblar sus esfuerzos, publicando materiales sobre “descolonización” mientras los terroristas de Hamás atacaban a niñas inocentes. Estas son las personas que vieron los videos de mujeres mayores siendo llevadas por bárbaros armados y pensaron «Hmm, este parece un buen momento para publicar sobre cómo Israel incita a la violencia».

Estas personas habitan un ámbito completamente diferente, animado por un conjunto de hechos, una moral y unas convicciones completamente distintas. Su antisemitismo es manifiesto, o está tan arraigado en su conciencia que ni siquiera ven cómo afecta al mundo que los rodea. Tienen una marcada incapacidad para reconocer el sufrimiento de los demás. O tal vez solo el de los judíos.

Esté preparado para perderlos mientras esta guerra continúa. En verdad, ya los perdió.

Grupo tres: Los observadores silenciosos

Esta multitud constituye la inmensa mayoría de internet. Entre ellos también existe un verdadero potencial para que una persona normal ayude a realizar un cambio significativo.

Algunas de estas personas tienen algo que decir sobre cada causa política. Insisten en que “el silencio es violencia” y que, en las palabras frecuentemente citadas de Desmond Tutu, “si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”. Pero aparentemente esas máximas no aplican cuando se asesina a judíos.

En todo caso, habla de la absoluta barbarie del ataque de Hamás el hecho de que haya tanta gente que se queda callada. Normalmente, cuando Israel aparece en los titulares, cada mujer que tomó la asignatura Introducción a los Derechos Humanos en su segundo año publica al menos tres infografías sobre Palestina en sus stories. Es una pena que bastara con la decapitación de bebés y la agresión violenta a mujeres para que esa gente dejara de tratar un conflicto trágico, en un lugar profundamente complicado que nunca han visitado, como una oportunidad apropiada para difundir sus virtudes políticas.

Hay otras personas que leen las noticias y ven los videos horrorizadas, consternadas por el odio y la violencia, que lo entienden correctamente como crímenes contra la humanidad. Están consumiendo ávidamente los titulares, le dan like a las historias del portal “Stand With Israel”, envían mensajes de texto en privado a sus amigos judíos para preguntarles cómo les va. Sin embargo guardan silencio porque, por muy horribles que les hagan sentir los videos de víctimas de violación empapadas en sangre, en los espacios en los que viven Israel es malo, y prefieren evitarse la molestia de hablar.

Algunas de estas personas guardan silencio porque están de acuerdo con los “activistas” del Grupo Dos. En privado, ciertamente están arrojando la misma basura insensible sobre “resistencia” y “lucha por la libertad”; simplemente tienen el buen sentido de no postearlo por todo Instagram mientras los terroristas secuestran abuelas.

Pero hay otras personas que leen las noticias y ven los videos horrorizadas, consternadas por el odio y la violencia, que lo entienden correctamente como crímenes contra la humanidad. Están consumiendo ávidamente los titulares, le dan like a las historias del portal “Stand With Israel”, envían mensajes de texto en privado a sus amigos judíos para preguntarles cómo les va. Sin embargo guardan silencio porque, por muy horribles que les hagan sentir los vídeos de víctimas de violación empapadas en sangre, en los espacios en los que viven Israel es malo, y prefieren evitarse la molestia de hablar.

Si usted es esta persona, queremos hablar directamente con usted. Algunos de ustedes son nuestros conocidos. Algunos de ustedes son nuestros amigos.

La población judía total del mundo es de 16 millones; esto es el 0,2% de la población mundial. Israel, el único país judío del mundo, es el hogar de 9,8 millones de personas, más de 1200 de las cuales han muerto (para contextualizar, esto es el equivalente a un ataque terrorista en Estados Unidos en el que unas 45.000 personas fueran brutalmente asesinadas). Y ahora, el Estado judío adonde nuestros antepasados, amigos y familiares huyeron después de que millones de sus antepasados, amigos y familiares fueran asesinados, se enfrenta a una guerra brutal que ha causado una destrucción indescriptible en lugares y personas que amamos. Y ninguno de ustedes dirá nada en público, incluso si comprenden la magnitud de los horrores, porque tienen demasiado miedo de “meterse” y “tomar partido”.

Sabemos que puede resultar desalentador hablar sobre cualquier cosa relacionada con Israel: el país ha sido tan profundamente demonizado que es (trágicamente) comprensible temer las consecuencias personales de mencionar su nombre de cualquier manera que no sea intensamente crítica. Pero los necesitamos, porque las redes sociales se han convertido en un campo de guerra, no solo metafórica sino literalmente, mientras Hamás se prepara para inundar Internet con vídeos de rehenes suplicando por sus vidas.

Los crímenes de guerra y el asesinato de niños pequeños no son una “situación política compleja” con “argumentos de ambos lados”. Se puede apoyar un Estado palestino (de hecho, se puede tener la opinión que se quiera sobre la política regional del Medio Oriente) y seguir creyendo que se debe condenar a los terroristas yijadistas que secuestran a sobrevivientes del Holocausto de 85 años. Combinar esas dos cosas solo da crédito a la idea de que la violencia contra los judíos es política; mientras la violencia contra cualquier otra persona es incuestionablemente mala. Insistir en esa distinción, en el ámbito público donde se crean las narrativas, es la única manera de romper el ciclo de demonización e intimidación que lleva al silencio.

Sé decente: únete a los judíos que hay en tu vida, que han pasado los últimos días pegados a sus teléfonos esperando que sus amigos o familiares no hayan sido violados o encontrados muertos. Llora con nosotros y comparte nuestro dolor. Contrarresta la politización del asesinato judío, oponiéndote a algo que tú sabes que está mal

No deberías temer por tu posición social o tu sustento por decir, sin carraspear ni hacer advertencias sobre Netanyahu, que masacrar judíos es malo. Te prometemos que nadie podrá justificadamente pensar que respaldas cada parte de la legislación israelí por el hecho de creer que las mujeres no deberían ser abusadas violentamente y sus cuerpos sin vida ser expuestos por las calles. Y si hay alguien en tu vida a quien temes que pueda hacerlo, tal vez deberías unirte a nosotros para considerar por qué te rodeas de personas cuyas opiniones temes legítimamente.

En caso de que las estadísticas de población no hayan quedado claras, somos una pequeña minoría que libra una batalla cuesta arriba, y la hemos estado librando durante siglos. Pregúntale a tus amigos judíos cómo se han sentido durante los últimos días, apostamos a que te dirán que se sienten aislados, desesperados y solos. Y debes entender que eres parte de por qué se sienten así. Nos damos cuenta cuando te comunicas en privado, pero guardas silencio sobre cuándo y dónde necesitas poner tu propia piel en el juego, dejándonos solos para defender nuestra humanidad básica.

Sé decente: únete a los judíos que hay en tu vida, que han pasado los últimos días pegados a sus teléfonos esperando que sus amigos o familiares no hayan sido violados o encontrados muertos. Llora con nosotros y comparte nuestro dolor. Contrarresta la politización del asesinato judío, oponiéndote a algo que tú sabes que está mal. Encuentra el coraje para tomar partido en un momento en que la historia nos observa, porque ya hemos visto lo que sucede cuando vienen por los judíos y la gente no dice nada.

*Periodistas.
Fuente: Tablet Magazine (tabletmag.com).
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.

 
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