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| lunes diciembre 23, 2024

Israel en el frente de la guerra contra el Terrorismo Islamista


Misiles  lanzados desde Gaza contra Israel (Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel)

El pasado 7 de octubre de 2023 alrededor de 2.000 terroristas de los grupos Hamas y Yihad Islámica realizaron un ataque contra poblaciones civiles israelíes cuya barbarie, crueldad y salvajismo casi no tienen precedentes.

Desde entonces, distintos “especialistas” y periodistas intentan explicar la situación de la grave crisis que se ha generado en Medio Oriente, los motivos y propósitos de ese ataque y cual debería ser la respuesta de Israel al mayor ataque contra su población civil desde que ese estableció el estado de Israel, como así también la mayor matanza de civiles judíos desde el Holocausto.

No debemos esforzarnos en buscar motivos que generaron esa barbarie, ya que estos están claramente escritos en el Preámbulo de la Carta de fundación del Hamas y que dice: «Israel existirá y continuará existiendo hasta que el islam lo destruya, tal como ha borrado a otros antes«.

Hamás, al igual que ISIS (DAESH) y Al Qaeda, o todo grupo islamista radical, juraron practicar la Yihad (guerra santa contra los enemigos del islam) y entre ello “la completa destrucción del estado de Israel como así también la aniquilación de todos los infieles, judíos o cristianos, que no acepten vivir sometidos bajo las leyes del islam, ya que estos infieles, según el islam radical, son considerados dhimmi (personas de segunda clase) o najies (basura de la que hay que deshacerse).

De los 193 países que hay en nuestro planeta, Israel es el único que vive con la constante y declarada amenaza, de otros países y de grupos terroristas, de ser destruido y borrado del mapa. El islamismo radical quiere lograr lo que Hitler no logró en el Holocausto, matar a todos los judíos. La Carta de Fundación de Hamás se lee como una versión moderna de Mein Kampf de Hitler.

Frente a esta situación que enfrenta Israel, y después del salvaje ataque terrorista de Hamas, no se entiende como siquiera se puede poner en cuestión “quien es el bueno y quien es el malo”, “quien es la víctima y quien es el agresor”. Ante ninguna otra situación similar en el mundo podría existir un debate tan absurdo. ¿Alguien cuestionó si ISIS (DAESH) es un movimiento de liberación o si es un salvaje grupo terrorista? ¿Alguien cuestionó si Estados Unidos debió terminar con el terrorismo de Al Qaeda y de ISIS y para ello tuvo que destruir ciudades enteras como Mosul en las que lamentablemente murieron también civiles inocentes? ¿Alguien cuestiona si Hezbollah es un grupo terrorista que ha destruido el Líbano o una organización de liberación nacional?

Ataque con cohetes desde Gaza contra Jerusalén en octubre de 2021 (IDF)

¡HAMAS es ISIS o peor!, ¡HAMAS es Al Qaeda o peor! Entonces, ¿cómo puede haber políticos, periodistas y personas civilizadas que justifiquen las barbaries cometidas por Hamas el 7 de octubre de 2023 matando brutalmente a mujeres, niños, bebes, ancianos, mutilando y descuartizando cadáveres, quemando vivas a familias enteras, violando mujeres, matando brutalmente a padres frente a sus hijos, llevándose a ancianos, mujeres y niños como rehenes con una brutalidad no antes vista?

El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en su vergonzoso discurso del 24 de octubre de 2023 que será para siempre símbolo de vergüenza para su institución, justificó la barbarie terrorista de Hamas al decir que “es importante reconocer también que los ataques de Hamás no ocurrieron de la nada. El pueblo palestino ha sido sometido a 56 años de ocupación asfixiante”.

Sería muy oportuno que el señor Guterres conozca la verdad y la historia del conflicto israelí-palestino antes de hacer sus declaraciones. Los palestinos no aceptaron la generosa propuesta británica basada en el informe de la Comisión de Lord Peel del 7 de julio de 1937. No aceptaron la resolución de la “Partición de Palestina” aprobada en la ONU el 29 de noviembre de 1947, fecha desde la cual ya podrían haber tenido un estado independiente.

Entre 1948 y 1967, tanto toda Cisjordania, la franja de Gaza y la parte Este de la ciudad de Jerusalén estaban en manos de países árabes, Egipto y Jordania. ¿Porque no se creó entonces el estado palestino? ¿Por qué no se declaró a Jerusalén como su capital? Más aun, Yaser Arafat incumplió el acuerdo de Oslo de 1993 como así también la propuesta del presidente Clinton de julio de 2000 que permitirían crear un estado palestino independiente.

La respuesta palestina fue lanzar, en septiembre de 2000, la segunda intifada con el propósito de matar la mayor cantidad posible de civiles israelíes. Lo mismo pasó con la generosa propuesta del primer ministro israelí Ehud Olmert en 2008, con la propuesta del presidente Obama en 2014 y la del presidente Trump en 2020. Como bien lo definió la ex primera ministra de Israel Golda Meir: “los Palestinos nunca pierden la oportunidad de perder una oportunidad”.

Todas y cada una de las propuestas y oportunidades que se presentaron a los palestinos durante los últimos 90 años para establecer su propio estado fueron rechazadas y la pregunta es ¿por qué? La simple respuesta es que mucho antes de querer establecer un estado y dar paz y bienestar a su población, los lideres palestinos quieren la destrucción del estado de Israel, y con la ayuda de los grupos terroristas como HAMAS o ISIS, conseguir el total exterminio de la población judía.

No solo han rechazado toda propuesta de paz, sino que han inculcado y adoctrinado generación tras generación, desde la más temprana edad, el odio y la violencia. Los juegos más comunes entre niños palestinos son “jugar a matar judíos”. Si le preguntas a un niño palestino que quiere ser cuando sea grande, te responderá que quiere ser un shahid (mártir) que se inmolara para matar judíos…

Es por ello que, y más aun después de un ataque terrorista como el del pasado 7 de octubre, que Israel tiene todo el derecho a defenderse y la obligación moral del mundo occidental de apoyar a Israel en su lucha por sobrevivir en un lugar del mundo donde bondad y humanidad son consideradas debilidades y en Medio Oriente el débil nunca podrá sobrevivir.

Hamas utiliza su propia población como escudo humano y es ello lo que causa las víctimas de civiles palestinos. Mas aun, Hamas se esfuerza en tener la mayor cantidad de víctimas de su propia población para utilizarlo como propaganda que logre conseguir el apoyo de la comunidad internacional. Así es Medio Oriente, así es Hamas.

Operaciones de las IDF (IDF)

Pero mucho más allá de lo que sucede en Medio Oriente, lo que el mundo occidental se niega aun en reconocer es que no se trata solo del conflicto israelí-palestino, sino que estamos ya en una guerra mundial entre dos civilizaciones, una civilización que se basa en los valores de humanidad en los que la vida y los derechos humanos prevalecen, valores que se formaron en Occidente durante los últimos 500 años después de muchas guerras, pero también desarrollo, evolución de libertades y de derechos humanos; frente a otra civilización completamente distinta donde el fundamentalismo, la intolerancia, la guerra, el sufrimiento y la muerte son los principales pilares de su cultura.

Israel está en el frente más activo de esta confrontación no solo por encontrarse en su epicentro geográfico, sino también por tener la amenaza más tangencial del radicalismo islámico y por decidir actuar proactivamente frente a la inminente amenaza.  Israel está luchando no solo por su existencia, sino también por todo Occidente. Si Israel cae, caerá también Occidente.

Lamentablemente y de manera inexplicable, Occidente se niega a reconocer que su cultura esta frente a un inminente peligro de extinción y sus dirigentes políticos no tienen ni la visión ni la valentía de tomar las medidas necesarias para revertir ese proceso. La propaganda islamista, disfrazada con lemas y pancartas como “Free Palestine”, está lamentablemente apoyada por grupos progresistas cuyos valores están en las antípodas de los practicados por el islam radical, donde se matan homosexuales, donde las mujeres tienen menos derechos que los animales, donde no existen ningunas libertades ni menos aun democracia.

En el eje del mal, del radicalismo islámico y del terrorismo, Irán es la cabeza del pulpo y Hamas, Isis, Al Qaeda, Hezbollah, los huties en Yemen, los talibanes, la Yihad Islámica y muchos más, son los brazos armados que actúan para crear nuevamente el Califato Islámico que quieren que se extienda a todas partes del mundo para que todos vivamos según las leyes del islam radical, la Sharía.

La lenta pero inmensa inmigración de población musulmana a Europa y todo Occidente, y entre ellos muchos islamistas radicales, es la droga y el sedante que ese pulpo está dando a Occidente para que no reaccione frente a la invasión que ya está en camino y que con el apoyo de grupos “progresistas” en occidente, ayudan a que todos estemos dormidos mientras el caballo de Troya ingresa y de su interior, en un futuro no lejano, comenzara lo que podría traer el final de la civilización occidental.

¡Occidente, despierta antes que sea demasiado tarde!

(I. Kogan, analista de Defensa)

 
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