¿Cómo puede ser?

Realmente es difícil de entender. Israel fue atacado en forma absolutamente bárbara el sábado 7 de octubre, cuando 3.000 terroristas armados irrumpieron salvajemente a su territorio soberano y a los gritos de “Alá hu-Akbar” asaltaron comunidades civiles y el sitio en el que miles celebraban en un festival musical,  asesinaron familias enteras, hirieron a miles y miles, secuestraron a más de 240 personas, la mayoría civiles, decenas de ellos menores de edad, incluyendo niños y bebés, violaron y decapitaron, pero parecería que quien tiene que dar explicaciones es Israel.

¿Cómo llegamos a esto?

¿El mundo está loco?

Esto no pasa por pretender que no haya preguntas puntuales a Israel o que se diga amén automáticamente a todo lo que hace, aunque libra la guerra contra Hamas de acuerdo al Derecho Internacional. Pero debería haber bastado con  algunas de las imágenes del horror, registradas por los propios terroristas, para que multitudes salgan a la calle a condenar a Hamas. Debería haber sido suficiente  con las noticias sobre el asalto terrorista desenfrenado a población civil, para que todos proclamaran que Israel no puede quedarse de brazos.

Por lo menos, para que todos entendieran de inmediato que debe hacer algo.

Ni siquiera tendrían que empezar a defender públicamente a Israel. Claro que tampoco elogiar necesariamente a sus autoridades. Pero sí tendrían que haber inundado el mundo con furibundos ataques a Hamas. Por los que mató, hirió y degolló, por el hecho que asesinó niños y ancianos, mujeres embarazadas. Por haber secuestrado a una madre con sus dos niños pequeños en brazos. Por haber violado mujeres hasta que las dejaron sangrar, asesinándolas y luego violando sus cuerpos.

¿Cómo es que después de todo esto, Israel tiene que dar explicaciones y justificar que emprendió una guerra para tratar de destruir a Hamas?

¿Cómo es que se increpa a Israel por la “poca” ayuda humanitaria que entra a Gaza durante la guerra, cuando se sabe que lo que entra es robado por Hamas, lo cual ha sido denunciado por aquellos palestinos que se animan a hablar?

¿A nadie se le ocurría exigir que para que entre ayuda humanitaria, Hamas respete lo mínimo de su parte y permita que la Cruz Roja internacional visite a todos los secuestrados, aunque ninguno de ellos debería estar siquiera en Gaza privado de su libertad?

¿Alguien oyó a la Cruz Roja clamar?

¿Por qué Israel tiene que aceptar que para que sus secuestrados reciban los remedios que necesitan – y no es de descartar que algunos de ellos ya estén muertos por no haberlos recibido hasta ahora- a Gaza tiene que entrar mil veces más?

Tanto la Cruz Roja como la Organización Mundial de la Salud tendrían que haber lanzado un clamor internacional al respecto. Tendrían que haber movilizado al mundo todo en pro de una fuerte presión para que los cautivos en Gaza reciban al menos sus remedios. Los gobiernos del mundo libre todo- de los otros no cabe esperar nada- tendrían que haberse unido en un clamor internacional contra esta situación.

Y encima se presionó a Israel para que acepte que la ayuda humanitaria entre a Gaza sin control, sin revisación de seguridad. ¿Qué es esa locura?

¿Por qué Israel tiene que aceptar algo así cuando lidia con una organización terrorista cuyo único interés es su supervivencia y poderío militar, no las necesidades humanitarias de su pueblo?

Es una organización- y no la única en la sociedad palestina- abocada a usar absolutamente todos sus recursos al esfuerzo por matar judíos y destruir lo que desarrolla y construye Israel. No apuesta a su propio desarrollo sino a eliminar lo que hace y tiene Israel.

 

¿Nadie se pregunta por qué se espera que Israel continúe introduciendo ayuda humanitaria a Gaza si hace ya casi dos meses Hamas no libera ni un secuestrado y desde entonces han muerto varios en cautiverio?

 

¿Y por qué Israel tiene que esforzarse tanto en convencer a medio mundo que los terroristas violaron a muchas de sus víctimas? ¿Alguien intenta ponerse en el lugar de las  15 jovencitas aún en Gaza , muchas de las cuales ya habrán sido violadas repetidamente, que pueden ya estar embarazadas de esos monstruos? ¿Y en el lugar de sus madres, que lo que esperan ahora es que las liberen antes de que no puedan abortar?

¿Nadie se lo plantea?

Y no son elucubraciones victimistas de Israel.

Además de las pruebas en el terreno, de los cuerpos hallados en los lugares de la masacre, están los testimomios llegados desde el infierno en Gaza. Hen Goldstein –Almog, cuyo esposo Nadav y cuya hija mayor Yam fueron asesinados antes de ser ella secuestrada con sus otros tres hijos, contó ya en Israel que poco antes de ser liberada cuando el alto el fuego, se topó con algunas de las jóvenes secuestradas, que permanecían en manos de Hamas.  Y esto es un pequeño resumen de lo que detalló  en una entrevista televisiva a MAKO:  “Pidieron que no las olvidemos, que manifestemos  y luchemos por ellas. Las muchachas pasaron acoso y ataques sexuales graves. Las mantienen en condiciones duras, heridas física y mentalmente. Me dijeron que a los daños físicos y lesiones que les quedarían, ya verían cómo sobreponerse, pero que con los vejámenes a ellas y sus cuerpos, no saben si  podrían lidiar. Cuando nos separamos, ellas ya estaban en situación límite. Y desde entonces han transcurrido más de 50 días más”.

 

Con Hamas en la Franja de Gaza, Israel tiene a monstruos de vecinos. Nada menos que eso,

Una historia más, para explicarlo, para tratar de qu quede claro a qué se enfrenta al Estado judío. Es una historia revelada en el canal 14 de la televisión israelí por David Tahar, cuyo hijo Adir fue asesinado el 7 de octubre por los terroristas. “Después de asesinar a Adir, los terroristas abusaron su cuerpo y lo decapitaron. Busqué su cabeza por dos meses luego del funeral. En una investigación del Shin Bet, el Servicio de Seguridad, descubrieron que estaba en Gaza. Los Gazatíes trataban de vender la cabeza por 10,000 dólares. La cabeza de Adir fue encontrada en una heladera».

 

No hace falta agregar nada más.