El periodista argentino y residente en Israel desde 1989, Gabriel Ben Tasgal, es un agudo observador de la política de Medio Oriente. Director de la ONG Hatzad Hasheni (La Cara de la Verdad) desde su fundación en el 2010, además posee un máster en Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
De visita en Chile, como parte de una invitación de la Comunidad Judía para presentar su libro 300 preguntas en 300 palabras: Mitos y realidades sobre el conflicto palestino-israelí, Ben Tasgal conversó con La Tercera sobre la guerra entre Israel y Hamas que ya cumple medio año.
El domingo se cumplen seis meses de la guerra. ¿Cómo evalúa la situación de la guerra entre Israel y Hamas, y qué perspectiva le ve?
Desde el punto de vista militar, lo que ocurre por ahora es que Israel podría terminar con la capacidad bélica de Hamas y con el gobierno efectivo de Hamas en la Franja de Gaza. O sea, que no haya gobierno de Hamas como hay ahora o como había ahora. Eso lo podría hacer. Para poder hacer eso tiene que terminar con Rafah, o sea, tiene que atacar Rafah y tiene que atacar lo que queda de Khan Younis, que son los dos barrios que quedan ahí todavía en manos de Hamas. Pero para poder hacer eso necesita mover antes a la población para que no quede en el medio de la guerra. ¿Ahora, por qué no lo hace? Puede ser que no lo haga porque quiere coordinar con Estados Unidos o porque quizás está secando a Hamas y lo está metiendo en una encerrona para que se pudra por dentro, de alguna manera. Y además, políticamente, la opinión pública mundial poco a poco se va volviendo en contra de Israel. Y por último, desde el punto de vista humano, tienes a muchos desplazados hacia el sur y la ayuda humanitaria está llegando más que nada hacia el sur, porque Hamas la domina todavía más y la UNWRA. Y hay poca ayuda humanitaria en el norte, donde hay alrededor de 300.000 personas.
¿Cree que el ataque a los trabajadores humanitarios de World Central Kitchen es un punto decisivo en el conflicto debido a la condena internacional?
Es un grave error militar. Un grave error de cálculo. Israel se equivocó muy mal. Es complicado. Estás teniendo un combate en lugares con mucha población civil. Fue un enorme error.
Desde antes del ataque del 7 de octubre, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, enfrentaba problemas políticos en Israel, ya sea por los casos de corrupción en su contra o la reforma judicial. Ahora han vuelto a salir los manifestantes a las calles. ¿Cómo se percibe eso al interior de Israel?
Yo pienso que él tiene que renunciar, porque él es el máximo responsable del ataque del 7 de octubre. En las calles de Israel hay manifestantes que, en general, ya pensaban que tenía que renunciar antes de esto, por los juicios en su contra y después pensaban que por la reforma judicial. Y ahora lo piensan por esto. O sea, una cantidad de personas está en contra de Netanyahu. De por sí se concentran en Tel Aviv, que es una ciudad muy liberal, que está en contra de Netanyahu de forma natural. Entonces, el golpe que recibió por el ataque de Hamas corroe una imagen que tenía Netanyahu, que a él le gustaba disfrutar, en la que él se presentaba ante el público como Mister Security (señor seguridad). Esto te imaginarás que ahora se rompe, o se debilita mucho. Entonces yo creo que él va a intentar sobrevivir políticamente porque es un animal político para decirle a la población israelí: ‘Yo derroté a Hamas. Pero yo también derroté a Hizbulá y por eso creo que, entre otras cosas, va a haber una guerra contra Hizbulá. Y voy a firmar un acuerdo de paz con Arabia Saudita y ahí lo que pasó el 7 de octubre ustedes se van a olvidar”. Yo creo que lo que está haciendo Netanyahu es estirando el asunto más tiempo, entre otras cosas, para sobrevivir él.
En este contexto, también existe mucho enojo con él de parte de los familiares de los secuestrados…
Mi opinión es que los familiares de los secuestrados tienen la obligación de quejarse y exigir que incondicionalmente el gobierno haga algo para traerlos de vuelta. Hamas dice: ‘Nosotros para devolver secuestrados queremos cuatro cosas: el cese el fuego de Israel, que Israel se retire de la Franja de Gaza, que Israel nos deje seguir gobernando y queremos que liberen a todos los presos que están en las cárceles’. Eso, los familiares de los secuestrados lo aceptan, pero el público israelí no lo acepta, el gobierno tampoco. Entonces lo que sucede es que esa postura que te acabo de explicar ahora, que es totalmente lógica, es apoyada por especialmente por los medios de comunicación de Israel, que en su inmensa mayoría son anti Netanyahu. Entonces, si te guías por lo que dicen -ni hablo de Haaretz, que es un periódico menor en Israel, lo lee mucha gente de afuera, pero no es ni popular y todo el mundo sabe la ideología que tiene- los diarios que tienen mayor tiraje, que hablan más del consenso de Israel, el público en general no está de acuerdo con la incondicionalidad de ceder. Están de acuerdo con hacer los esfuerzos necesarios y la mayoría de los israelíes creo que entiende que buena parte de los secuestrados no van a volver a sus casas con toda la crueldad que esto significa.
¿Cómo cree que está quedando Israel en términos de relaciones internacionales? El jueves, Joe Biden conversó con Netanyahu por menos de 30 minutos y la prensa reportó que Estados Unidos presionó a Israel para un alto el fuego…
Sin duda, la situación diplomática de Israel es parecida a la época de la Intifada, en donde se acusa a Israel de uso desproporcionado de la fuerza y todo lo que ya sabemos. Yo creo que lo que ha ocurrido es que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, va a perder las elecciones, es decir, hoy las pierde. Y debido a eso necesita asegurar votos, por ejemplo, de los musulmanes de Michigan, de las personas de color de varios lugares. Biden en sí es muy pro-Israel, muy pro-Israel. Entonces de la boca para afuera va a decir que habló solamente media hora o va a decir que Israel tiene que hacer un cese el fuego. Y hace dos cosas: uno, no veta una resolución de las Naciones Unidas, del Consejo de Seguridad en contra de Israel. Pero esa resolución está aprobada en base al artículo 6 de la ONU. El artículo 6 son todas declaraciones, no tienen un valor legal. En cambio, si lo hubiese aprobado por el artículo 7, eso acarrea sanciones. ¿Qué hizo Biden? Aprobó algo que no tiene un valor legal. Entonces quedó bien para la galería. Y mientras eso ocurre, manda una cantidad de arsenal de armas a Israel que Israel no se puede quejar de Estados Unidos. Entonces, fíjate, el doble juego. Para mí, esto no es el principio del fin, no con Estados Unidos. Con los países centrales de Europa hay también una dualidad, porque, por un lado, los países centrales de Europa entienden que Israel tiene que derrotar a Hamas, porque si no ellos van a vivir lo que vivieron con ISIS, que imitadores de Hamas hagan atentados en suelo europeo. Entonces, los tres principales países de Europa oficialmente apoyan a Israel. O sea, Alemania, Reino Unido y Francia. Pero en este momento mucha gente critica, por ejemplo, en habla hispana, uno de los peores es España, otro es Chile y otro es (Colombia con el Presidente Gustavo) Petro y otro Venezuela, pero por otras razones, y no hay tanta virulencia en (el Presidente de México) López Obrador. Hablo del eje de izquierda.
¿Considera que el conflicto se pueda expandir en Medio Oriente?
Se expande. Lo alarmante es que se meta Irán, que se meta Rusia, China. Los tres no se van a meter. Quién sí se va a meter es Hizbulá. Va a haber una guerra con Hizbulá y la razón es muy simple. En este momento 60.000 israelíes no están viviendo en sus casas, sino que están desplazados, los que viven en el norte. ¿Y por qué se fueron? Porque tienen miedo de que haga lo mismo que hizo Hamas. Si ellos tenían 30.000 cohetes, Hizbulá tiene 200.000 cohetes. Si Hamas tenía 24.000 soldados, Hizbulá tiene 100.000 soldados. Si Hamas tiene 500 túneles, Hizbulá tiene 500 kilómetros de túneles. La amenaza de bala es mucho mayor. Yo creo que el gobierno de Israel, la población en Israel, quieren que haya un enfrentamiento contra Hizbulá, porque consideran que si no es ahora va a ser dentro de dos años en peores condiciones. Hay que tratar el shock que provocó este ataque del 7 de octubre, es un shock que todavía no calculamos la gravedad, porque por primera vez violaron a mujeres israelíes, por la falta de protección. Y por primera vez, también, después del Holocausto, gobiernos y presidentes hablan de forma claramente antisemita. Entonces, una de las reacciones del gobierno de Israel es decir -perdón que lo diga- pero “me cago en ustedes”. Evidentemente, ¿qué sería lo ideal para Israel? ¿Enfrentar cara a cara a Irán? Irán no responderá cuando Israel le mata a siete personas como pasó la semana pasada (en el consulado iraní en Siria). Irán responde donde cree que puede actuar sin que lo culpen. Entonces te vuela la embajada de Israel en Argentina, te vuela la AMIA, te vuela un avión en Panamá. O sea, actúan donde pueden.
Israel y Arabia Saudita están negociando relaciones bilaterales, ya lo hacían antes del ataque de Hamas y fue parte de lo que conversó el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, cuando visitó la región recientemente. Incluso se reportó que Riad pidió capacidad nuclear para fines pacíficos. ¿Cómo puede esto cambiar la dinámica en Medio Oriente?
Medio Oriente hoy tiene cuatro fuerzas: países chiitas como Irán, Irak, Siria, Líbano. Países que son del eje de los Hermanos Musulmanes, radicalismo islámico, pero no terrorismo directo: Turquía y Qatar. El tercer grupo son grupos radicales islámicos que quieren un califato religioso: ISIS, Al Qaeda, Hamas. El cuarto grupo son sunitas, que no son radicales: Emiratos Árabes Unidos, pero también es Arabia Saudita. Y va a haber una paz clarísima entre Israel y Arabia Saudita. Antes del atentado, dos ministros israelíes participaron en congresos internacionales con la bandera israelí en Arabia Saudita. Irán promovió este atentado para romper esa alianza bajo el supuesto que si judíos y musulmanes se matan, no hay paz. El gran desafío es cuando termine la guerra, si Israel y Arabia Saudita firman la paz, Irán perdió. Yo creo que va a firmar la paz con Arabia Saudita. Es un proceso irreversible, porque los sunitas tienen terror a Irán y por eso Arabia Saudita pide capacidad nuclear para competir con Irán, aunque ya tiene bombas nucleares, pagó parte de las bombas nucleares de Pakistán. Entonces ya de hecho, si quiere las tiene. Estamos viviendo un período pospetrolero y los países árabes saben que se les termina el juego del petróleo, tienen que diversificar su economía. Entonces, el proceso de paz para mí es irreversible y es evidente que va a haber paz entre Israel y Arabia Saudita.
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