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| miércoles diciembre 25, 2024

Con el Dr. Ron Lobel, un médico que vive la guerra en varios frentes

Es jefe de Emergencia en el Hospital Barzilai de Ashkelon y fue el jefe de Sanidad en Gaza


La entrevista con el Dr. Ron Lobel es amarga. Irradia tristeza y decepción. En primer término, como residente desde hace 35 años de la localidad Netiv Haasará, la más pegada a la frontera entre territorio soberano de Israel y la Franja de Gaza, sufrió en carne propia el ataque terrorista del 7 de octubre. Si bien él y su familia se salvaron, 21 miembros de su pueblo fueron asesinados. Tuvieron la fortuna de no tener secuestrados, pero hubo destrucción de algunas casas y la agricultura quedó arruinada.

 

Aunque ya no ejerce directamente como médico porque tras haber sido durante años el vice director del hospital Barzilai de Ashkelon se ha jubilado, hoy está a cargo de la Emergencia, lo cual en la situación actual requiere su presencia. De hecho, en esta guerra, está durmiendo en el hospital. Su esposa está viviendo en lo de su madre en Ashkelon, aunque es la ciudad a la que más cohetes lanzaron en esta guerra. Su hija, con su nieta de 6 años, alquilaron un departamento en el centro de Israel. El día de la matanza, la niña estaba con su padre.

 

Mientras el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel publica comunicados terminantes sobre el uso por parte de Hamas de los hospitales de Gaza para sus fines terroristas, el Dr. Lobel recuerda claramente los años en los que como representante de la Administración Civil israelí en Gaza , trabajaba allí como encargado del sistema de Sanidad . Y los largos años en los que aún ya fuera de Gaza, continuaban varios programas de cooperación, incluyendo la capacitación de médicos palestinos en su hospital. Cuando ninguno de ellos lo llamó tras la masacre terrorista del 7 de octubre en el sur de Israel, algo en su interior se rompió.

 

El Dr. Ron Lobel trabajó en el Barzilai desde 1980 y allí también hizo su especialización. En 1988 lo nombraron como Oficial médico jefe en asuntos de Salud en la Administración Civil en Gaza, por lo cual estaba a cargo junto a otros 5 israelíes del sistema de salud en la franja: su jefe, él,  un director de finanzas, un director administrativo y la enfermera principal. Los israelíes trabajaban a nivel ministerial  y eran responsables de los asuntos organizativos, económicos, de desarrollo y determinación de políticas a seguir.

Y bajo su dependecia trabajaban 2500 palestinos, desde el director general del Ministerio de Salud palestino hasta los funcionarios de mantenimiento.

La Admnistración Civil fue creada a raíz de la conquista israelí de la Franja de Gaza en la guerra de los Seis Días en junio de 1967, al repeler el ataque de Egipto en el frente sur. Su objetivo: velar por las necesidades de la población civil, tal cual lo determina la Convención de Ginebra como responsabilidad de la potencia ocupante.

 

Entre 1988 y 1994 la Administración Civil israelí se hizo cargo de Gaza y como encargado de la salud pública, el Dr. Ron Lobel iba todos los días a Gaza, hasta que las llaves fueron entregadas a la Autoridad Palestina de Yasser Arafat en 1994.  Al finalizar su cargo, volvió al Barzilai. Sobre estoy mucho más cuenta el Dr. Ron Lobel.

 

P: Dr. Lobel, usted tiene en su haber años no sólo de cooperación con médicos de Gaza, sino también de trabajo en Gaza misma, al frente del sistema de sanidad palestino, entre 1988 y 1994. ¿Cómo eran en aquel entonces las relaciones con los palestinos?

 

R: Yo creo que las relaciones entre nosotros y los profesionales eran muy buenas. Los profesionales, tanto médicos como administradores de los hospitales, sabían que hacíamos todo lo posible para desarrollar el lugar, para mejorar las condiciones de salud de los habitantes. Los profesionales indudablemente apreciaban muchísimo nuestra labor.

Le daré un ejemplo. Antes  de la administración israelí, la mortalidad infantil era de aproximadamente 150 bebés en 1000 que morían antes de cumplir un año de vida.  Con nuestra intervención, se redujo de 150 a 32, en unos años. Fue un logro tan dramático que cuando lo presenté en un congreso internacional, recuerdo que el representante tunecino se acercó a mí y me preguntó si podíamos ocuparlos. …Fue un cambio casi al borde de un milagro, no tiene parangón en la historia médica del mundo. Supongo que después continuó descendiendo, que hoy en día es aún menor.

 

P: ¿Cuáles eran sus vínculos con la sociedad palestina?

 

R: Además de los muy buenos vínculos con los profesionales, también con la gente de la administración palestina, con quienes estaban al frente de las municipalidades, teníamos buen contacto incluso con los clérigos en las distintas mezquitas . Y teníamos incluso proyectos conjuntos. Uno de los proyectos que me enorgulleció, fue un proyecto de vacunación. En Gaza, la gente no se vacunaba porque circulaban rumores que los israelíes envenenaban las vacunas y que los niños iban a morir. Por lo tanto, la cobertura de vacunación era muy baja. Decidimos reunir a todos los clérigos, sobre todo, con quienes predicaban los viernes en las mezquitas. Tuvimos una reunión importante con ellos y les explicamos la importancia de la vacunación y comenzaron a predicar los viernes en las mezquitas.  Les pedimos que antes o después de decir que hay que aniquilar a todos los judíos o israelíes, digan a la gente que  hay que vacunarse…

 

P: Humor negro sarcástico.

 

R: Así es. El hecho es que comenzaron a predicar sobre la importancia de las vacunaciones y en un año llegamos a una cobertura de vacunaciones de 105% en Gaza – eso significa que hubo quienes se vacunaron 2 veces… Todos se vacunaron, fue un proyecto extraordinario.

 

P: Hamas, que gobierna Gaza desde junio del 2007, es hoy el gran enemigo de Israel en dicha zona. ¿Cómo era la relación en aquellos años en los que usted iba diariamente a Gaza? Hamas nació poco antes.

 

R: En mi época,  Hamás era una fuerza muy marginal.  Es importante entender ante todo que en Gaza había dos poblaciones: los residentes que habían estado siempre en Gaza y los refugiados de la guerra contra Israel. Creo que más del 60% eran refugiados. Ambas poblaciones casi no se mezclaban entre sí. De lo que yo recuerdo, diría que el sueño de la mayoría de los residentes, los intelectuales, era despertarse una mañana y encontrarse que no había ningún refugiado en Gaza. Un refugiado, aunque fuera director de un hospital, no tenía ninguna probabilidad de comprar una parcela de tierra o construir una casa fuera de los campos de refugiados.

 

P: Tal como les sucede aún hoy a los refugiados palestinos en Líbano y Siria… 

 

R: Así es… No sé en qué medida los veían como hermanos, sino como una gran molestia.

 

P: ¿Y la relación con ustedes?

 

R: No tengo duda que por mejor que trabajarámos en beneficio de la población, nos veían como poder ocupante. Tenía allí colegas y amigos que eran de la OLP y otros de Hamás, pero en aquel entonces no había grandes diferencias entre ellos.  Algunos de ellos se llamaban a sí mismos Hamás y rezaban 3 veces al día y quienes se llamaban a sí OLP, rezaban una vez por semana… esa era la diferencia.

 

Años de cooperación

 

P: ¿Usted se mantuvo en contacto con los palestinos de Gaza después de marcharse?

 

R: Estuve en contacto a lo largo de los años, hasta aproximadamente el 7 de octubre, el día de la masacre de Hamas en el sur de Israel. Obviamente la intensidad fue bajando con los años. Los  primeros años nos encontrábamos, sobre todo en Israel, pero también en Gaza. Después de abandonar Gaza, antes del ascenso de Hamás, teníamos muchos proyectos conjuntos, más de 130 entre el sistema de salud israelí y el sistema de salud palestino.  Cuando Hamas tomó el poder en el 2007 puso fin a todo.

P:  ¿Puede darme algunos ejemplos?

R: Médicos del hospital Barzilai ayudamos a establecer una unidad de cuidados intensivos en el hospital de Khan Yunes . En Barzilai y en otros hospitales recibimos una cantidad muy importante de médicos de Gaza que vinieron a especializarse. Ese proyecto yo diría que fue bastante mío en gran medida. Sigue hasta la fecha pero hoy no llegan médicos de Gaza, sino de Hebrón y Cisjordania. Pero en aquiel entonces  comenzamos con médicos, enfermeras y técnicos, que venían de Gaza a participar de cursos de capacitación. Nosotros enviamos médicos a operar en el hospital Shifa y a enseñar a los médicos de Shifa técnicas modernas de intervención quirúrgica. También hicimos muchos proyectos conjuntos en investigación y epidemiología, entre otras cosas.

P: Se habla mucho ahora sobre el hospital Shifa en Gaza. ¿Qué recuerda usted de la época e la que lo conoció personalmente?

R: Ya en mi época era el hospital más grande de Gaza, tenía unas 300 camas. Y luego, en Gaza había 5 hospitales más pequeños que más adelante Shifa los incorporó: un hospital de oftalmología, un hospital pediátrico, entre otros.  En nuestra época, creamos el plan maestro para el desarrollo de Shifa, los distintos planes de desarrollo de Shifa, con edificios y demás. Era el hospital sofisticado de Gaza. A propósito, en Shifa hubo un aparato de TC (tomografía computada) antes que llegara a Ashkelón… Lo llevamos nosotros.

 

P: Cuando usted escucha todo lo que se dice de Shifa, que después de que Hamás ocupara el gobierno, comenzó a construir bajo tierra. Primero, ¿Usted cree que es cierto?

R: Estoy convencido que es así. Estoy convencido que Hamás construyó puntos militares bajo todo hospital en Gaza y bajo toda escuela en Gaza. Yo vivo en Netiv Haasará y si subo a la colina cercana, tengo frente a mí a Jebalia y Beit Hanún. Allí hay dos escuelas, una para niños y otra para niñas, son los únicos edificios grandes, blancos, y toda la actividad de Hamás en esa zona tiene lugar a partir de esas escuelas. Los disparos de Hamás, el lanzamiento de cohetes lo hacen del patio de la escuela de niñas…

P: Desde el Shifa salen informaciones que luego Israel desmiente, sobre lo que supuestamente hizo Israel en el hospital en el marco del operativo que realiza ahora en búsqueda de las estructuras armadas y de los secuestrados. ¿Cree que los directivos profesionales se encuentran bajo la presión, la influencia y el control del Hamás?

R: Estoy convencido de que están bajo la influencia del Hamás, hasta tal punto que en tiempos normales hablamos por teléfono y nos asesoramos y trasladamos a pacientes del Shifa al Barzilai, pero siempre, a lo largo de los años, cada vez que hablamos, cuando comienza la tensión en la frontera, se corta la línea.  Más tarde, cuando los encontramos nos dicen: “no nos atrevemos a hablar porque el Hamás nos escuchará”.

 

 

La decepción

P: No puedo dejar de preguntar…¿Cuánto duele ver lo que sucedió? Entre los asesinados había muchos activistas por la paz, por la convivencia, también gente que vivía en su pueblo, Netiv Haasará.

R: Así es. Lo que siento es principalmente un dolor muy grande y una tristeza enorme. Una gran desilusión, una gran furia. A veces, el enojo es conmigo mismo, por la ilusión en la que vivía.  También enojo porque lo que hizo el Hamás el 7 de octubre, es una furia no sólo por haber asesinado a 21 personas de mi población…  El Hamás no sólo se llevó a mis vecinos y a mis amigos, sino también mi compasión. Yo perdí parte muy importante de mi compasión, y eso que yo soy, diría, tipo “budista”  en mi alma.

 

P: Entiendo que esto que usted dice pasa por algo que va más allá de lo que hizo Hamas.

R: Por supuesto.  Yo observo y veo encuestas que se publican ahora (no sé cómo las hacen) que muestran que el 70% de la población de Gaza apoya al Hamás, en particular, ante la percepción de su gran “victoria”.

 

P: Fuentes militares israelíes han revelado que palestinos con permisos de trabajo en Israel, entregaron información y que también civiles entraron a saquear , algunos a matar y secuestrar. 

R: En nuestro pueblo, por lo menos un trabajador de Gaza que era como un miembro de la famili, que trabajó en todas las casas del lugar, no me cabe duda alguna que él fue quien transmitió la información. Es que los terroristas llegaron con mapas muy detallados, de cada casa, cada espacio protegido, de cada familia, dónde hay perro y dónde no….

P: ¿Eso le resulta desgarrador, habiendo dedicado buena parte de su vida a proyectos de coexistencia?

R: Así es, sin duda alguna.

P: ¿ Y el 7 de octubre , cuando la masacre, alguien de todos aquellos con quien ustedes estaban contacto, que usted conocía y a los que les había ayudado, se contactó para decir “estoy consternado”?

R: No, nadie se contactó y tampoco esperé que se contactaran, porque estaría muerto.

 

 

Una dura mirada al futuro

 

P: ¿Cómo ve ustedel futuro? ¿Cómo hace frente usted a esta nueva era? 

R:  Los primeros días después del sábado negro, estaba muy ocupado, día y noche, pensando acerca de lo sucedido y cómo puede ser que sucedió. Llegué a la conclusión que no entiendo, no tengo respuestas y decidí dejarlo de lado. No me ocupo de este tema, supongo que algún día sabremos, o quizás no, no lo sé. En esta etapa, no quiero ocuparme de ver a quién le creo y a quién no… no hay respuestas, por el momento y no vale la pena dedicarle energías.

P: ¿Y usted quiere regresar a Netiv Haasará?

R: Obviamente.Vivimos allí hace 35 años. Es un lugar hermoso y  muy especial, en el que viven 70 famillias de las originales y otras 140 en dos zonas de ampliciones de la localidad, y también jóvenes. Hace muchos años yo fui durante seis años el médico del Consejo Regional Zikim

 

P: ¿Pero en qué condiciones volvería?

R: La condición es que nos permitan reconstruir nuestra vida allí y hay que invertir no poco para construir una vida, en particular, de los agricultores. Eso tal vez es lo fácil, hay que también recuperar nuestra alma, lo que no será sencillo. Habrá que recuperar, transformar la ilusión de seguridad en una sensación de seguridad, lo que no estoy seguro que sea posible hacer, al menos no a corto plazo. Todo depende de lo que suceda al otro lado de la frontera.

P: ¿Usted puede imaginarse que Hamás se rinda? La ideología no se destruye pero al menos la capacidad militar sí…

R: Estoy seguro que destruirán la capacidad militar, pero la ideología permanecerá, no es algo que se puede matar.. Por lo tanto, aunque eliminen al Hamás por completo, no tenemos la seguridad de que aquí a 3, 5, 10 años no surja un nuevo movimiento, sea cual sea su nombra, que en realidad sea ese mismo Hamás.

 

P: Muchas gracias.

 

R: A usted.

 
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