«Israel tiene que pensarlo muy bien, pero tiene que responder a Irán», afirma una exanalista del Mossad

Sima Shine es probablemente la investigadora israelí que más a fondo se ha adentrado en el tema de Irán.

No solo lo investiga en el marco del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS), donde dirige el Programa Irán, sino que también lo siguió muy de cerca en sus años como directora de la División de Investigación y Evaluación en el Mossad.

Ello deja en evidencia con mayor potencia aún el grado de efectividad del sistema antiaéreo israelí, de varias capas, ya que según Shine, de los 120 misiles balísticos menos de 10 cayeron en territorio israelí, de los 130 misiles crucero y 170 drones, ninguno cruzó las fronteras de Israel.

A ello aportaron también, considerablemente, Estados Unidos, Reino Unido y Jordania, y al parecer también otros países árabes de la región.

Pero para Sima Shine, este éxito operativo israelí no puede hacer olvidar el mensaje enviado desde Teherán.

«Desde un punto de vista estratégico, los iraníes han fijado un paradigma completamente nuevo: decidieron lanzar una guerra contra Israel», recalca.

«No hay otra palabra para describirlo, una guerra, ya que en las últimas tres o cuatro décadas, esto jamás había ocurrido».

Shine recalca que Irán no sorprendió a Israel. «Irán había advertido que se vengaría», recuerda en referencia al ataque en Damasco que atribuyó a Israel, en el que fueron eliminados siete altos oficiales de la Guardia Revolucionaria de Irán, que estaban abocados «día y noche a preparar actividades terroristas contra Israel».

Esta experta israelí analiza otro aspecto del ataque y sus entretelones, que deben encender luces rojas en Israel y Washington: «La decisión de Irán de lanzar este ataque directo es muy interesante si tomamos en cuenta la actitud norteamericana y el hecho que el Presidente Biden y toda su administración trataron de impedirlo, tanto hablando con los iraníes a través de mediadores como también exhortando a otras partes en Europa y la región a hablar con los iraníes, pero eso no funcionó».

El resultado, más allá del hecho que el 99 % de las amenazas fueron interceptadas, es que «Irán decidió ignorar cualquier tipo de disuasión que podrían creer llegaría desde Estados Unidos».

Shine estima que «eso se habrá basado en la suposición de Teherán de que Estados Unidos no quiere una guerra».

Está claro que uno de los elementos que permitiría a Israel abstenerse de una reacción inmediata fuerte al ataque iraní, es el hecho que no hubo en efecto serios daños ni víctimas mortales. Una niña de 7 años de una aldea beduina israelí en el sur del país resultó gravemente herida.

Desde su posición como investigadora muy cercana al tema de Irán y conocedora de la dinámica regional e internacional, Sima Shine recalca, al preguntársele cómo cree que Israel reaccionará:

«No lo sé, no sé qué hará Israel, pero sí puedo dar una recomendación, diría que espere y piense».

Y agrega: «Está la respuesta automática que todos quisieran lanzar, para mostrarle a Irán lo que Israel puede hacer. Pero creo que hay que pensarlo con mucho cuidado. Sí creo que hay que responder, pero pensándolo muy bien».

Una de las consideraciones al respecto puede ser no arruinar la coalición que reaccionó al ataque interceptando amenazas en camino a Israel, en la que participaron también países árabes.

Jordania lo confirmó oficialmente, aunque aclaró que su intención es «proteger nuestro territorio».

«Esto es parte de la guerra regional en varios frentes en la que nos hallamos. Y el gran fracaso estratégico de Irán podría ser que la cooperación regional encabezada por Estados Unidos que vimos durante el ataque iraní, en apoyo a Israel, para que pueda protegerse, es la gran pesadilla de Irán».