Trabajando en el empaquetamiento de limones en el Moshav Shuva
En el año 2000 Joseph Gitler, judío de Nueva York, inmigró a Israel.
En un evento al que fue invitado en un salón de fiestas notó que mucha comida que no se había consumido iba a la basura.
Informado acerca de la cantidad de gente necesitada a quien esa comida podría ayudar en cantidad y calidad, decidió empezar un proyecto que ayudara a personas de un nivel socio económico humilde, entre ellos ancianos, sobrevivientes del Holocausto, madres solteras, huérfanos y otros.
Inauguró un proyecto llamado “ De mesa a mesa” en el que consiguió que comida sobrante de algunos salones de fiestas fuera donada para gente necesitada.
El proyecto tuvo éxito y en el año 2003 fundó la asociación “Leket Israel”. Leket es el término en hebreo que se refiere en la tradición judía a la parte de la cosecha que se deja en la tierra para los más necesitados.
En tan solo 20 años la institución creció enormemente convirtiéndose en una de las principales organizaciones filantrópicas en la sociedad israelí, siendo reconocida como Banco Alimenticio a nivel mundial.
En el año 2014 comenzó la cooperación con hoteles y bases militares que entregaban comida en buen estado que no había sido consumida y que Leket con supervisión bromatológica pasaba a las instituciones y personas que necesitaban.
También comparaba producción sobrante a los agricultores israelíes.
En 2023 ya ayudaba a 270.000 personas, contando con 55.000 voluntarios ,en cooperación con 296 organizaciones de ayuda.
Tras el ataque de Hamas el 7 de octubre del 2023 y el comienzo de la guerra, aumentó la cantidad de gente necesitada a cerca de 330.000, entre ellos algunos de los 120.000 israelies que vivían cerca de la frontera y tuvieron que ser evacuados de sus casas por los ataques, tanto de Hezbolá en la frontera con el Líbano como los evacuados del sur por los ataques de Hamas desde Gaza.
A eso se sumó una nueva necesidad: la enorme mayoria de la mano de obra en la agricultura eran empleados palestinos de Gaza y empleados tailandeses.
A los palestinos les fue prohibida su entrada tras el comienzo de la guerra, ya que hubo muchos casos que se confirmó que los mismos empleados dieron información al Hamas sobre las comunidades israelíes donde trabajaban, proporcionándole datos, mapas y fotos que permitieron el ataque exacto el 7 de octubre.
Los tailandeses abandonaron el país por el miedo a la guerra.
Para resolver el problema aunque sea en forma parcial , aparte de iniciativas de diferentes grupos en la sociedad israelí , Leket organizó un proyecto en el que ellos conectan comunidades que necesitan mano de obra para la cosecha y el empacado de la producción con interesados a voluntarizarse a registrarse, cubriéndolos con seguro laboral a través del BPS israelí (Bituaj Leumi), pagando el alquiler del transporte necesario y también guías de la organización Moreshet de guias que se encarguen de la parte logística de coordinación.
Desde el comienzo de la guerra se anotaron 25.000 voluntarios, tanto jóvenes estudiantes como gente mayor jubilada.
La energía y el espíritu que encontré acompañandolos como guía, fue realmente algo admirable: gente que preferia venir a colaborar con los agricultores, con la sociedad y la economia del país, levantándose a las 5 de la mañana, yendo a lugares con cierto riesgo junto a la frontera con Gaza, en lugar de sus actividades personales.
Aparte de eso Leket Israel junto con el Bank Leumi hicieron un proyecto de becas a estudiantes universitarios que trabajen 160 horas durante un mes recibiendo el pago de un año de estudios en la universidad.
También ayudaron a 850 agricultores en todo el país con el pago directo de bonos de 1400 dólares para compra de productos básicos y a 4000 familias de zonas fronterizas.
Para agricultores cuyos campos, invernaderos o maquinarias fueron dañados en la guerra, también estableció con la compañía de alimentos Strauss un fondo de casi 4 millones de dólares para brindar ayuda para préstamos.
El reparto de comidas calientes se amplió a familias que fueron evacuadas al comenzar la guerra y también repartieron 32.000 canastas de productos básicos que incluían alimentos para bebés y productos de higiene.
La ayuda y solidaridad popular fueron mucho más efectivas y rápidas que la del gobierno.
Todos los fondos de Leket Israel provienen de donaciones, desde grandes empresas hasta donaciones personales de ciudadanos.
Todas estas muestras de solidaridad ayudaron mucho a los agricultores y a las familias que necesitaron de ese apoyo, así como también al espíritu nacional.
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