Un destacado experto en Irán y ex funcionario de la administración Trump, Gabriel Noronha, declaró que es “bienvenido, aunque tardío” el reconocimiento de las operaciones de influencia política de Irán por la administración Biden, que por lo demás ha tratado de complacer a Teherán.
La revelación se produjo el 9 de julio en un inusual comunicado de prensa. La directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, informó: “Hemos observado que actores vinculados al gobierno de Irán se hacen pasar por activistas en línea, buscan alentar las protestas e incluso brindan apoyo financiero a los manifestantes”. Esto, dijo Haines, se produjo en el contexto de que personas vinculadas al régimen iraní se aprovechan “de manera oportunista” de las protestas.
También indicó que esta declaración es “la primera de varias actualizaciones periódicas” sobre las amenazas de interferencia electoral en EEUU por parte de otros países.
Los líderes de Irán han aplaudido abiertamente al movimiento estudiantil antiisraelí que creó “campamentos” en numerosos campus universitarios, incluyendo la Universidad de Columbia, durante la primavera pasada. Las protestas incluyeron el uso de lenguaje antisemita, y llamados a “globalizar la intifada”.
El brutal dictador de Irán, ayatolá Alí Jamenei, dijo que los manifestantes están “del lado correcto de la historia”, e incluso llegó a afirmar que forman parte de las ambiciones de Irán para una revolución islamista global. «Ahora han formado una rama del eje de la resistencia y han comenzado una lucha honorable frente a la presión despiadada de su gobierno, que apoya abiertamente a los sionistas», publicó Jamenei en la red X. Jamenei y los demás funcionarios de su régimen califican a la red global de grupos terroristas que financia Irán como “eje de la resistencia”, y ese mensaje del “líder supremo” sobre los manifestantes estadounidenses implica que vincula sus acciones con las operaciones de Hamás, Hezbolá y otros proxies iraníes.
Los republicanos del Congreso estadounidense han iniciado varias investigaciones sobre el financiamiento de las manifestaciones.
Haines también señaló que la financiación de las protestas por parte de Irán no significa que todos los participantes estén vinculados a Teherán. “Quiero dejar claro que sé que los estadounidenses que participan en las protestas están expresando, de buena fe, sus puntos de vista sobre el conflicto en Gaza; esta investigación no indica lo contrario. Además, la libertad de expresar opiniones diversas, cuando se hace de forma pacífica, es esencial para nuestra democracia; pero también es importante advertir sobre actores extranjeros que buscan explotar nuestros debates para sus propios fines”.
El brutal dictador de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, dijo que los manifestantes están “del lado correcto de la historia”, e incluso llegó a afirmar que forman parte de las ambiciones de Irán para una revolución islamista global
Agregó que los participantes en las protestas tal vez no sepan que están relacionándose con un régimen extranjero, y que deberían “permanecer alertas al interactuar en línea con cuentas y personas a las que no conocen personalmente”.
La declaración de Haines es significativa, porque es la primera vez que el gobierno de Estados Unidos confirma que Irán ha tenido una participación directa en la promoción del movimiento universitario. «El mensaje de Haines es un bienvenido punto de inflexión, aunque tardío, en la administración Biden, cuyos funcionarios inicialmente repitieron y amplificaron las narrativas del Estado iraní, pero ahora están cada vez más conscientes de las muchas amenazas que plantea ese régimen», comenta Noronha, quien trabajó en la política sobre Irán en el Departamento de Estado, y ahora es miembro del Instituto Judío para la Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Noronha también señaló los esfuerzos de influencia iraníes de larga data que buscan moldear la opinión pública occidental y la toma de decisiones de las élites: “Esto ha sido conocido y expuesto durante mucho tiempo por observadores cercanos de Irán, mientras que lo negaban aquellos que acogieron con agrado las narrativas iraníes”.
El enviado especial del presidente Biden para Irán, Robert Malley, estuvo vinculado a una red de influencia iraní que fue expuesta por los medios de comunicación el año pasado. Según se informó, Malley fue suspendido en medio de una investigación del Departamento de Estado sobre su manejo de materiales clasificados, una investigación que ha involucrado al FBI
El enviado especial del presidente Biden para Irán, Robert Malley, estuvo vinculado a una red de influencia iraní que fue expuesta por los medios de comunicación el año pasado. Según se informó, Malley fue suspendido en medio de una investigación del Departamento de Estado sobre su manejo de materiales clasificados, una investigación que ha involucrado al FBI.
La comunidad de inteligencia había advertido previamente sobre los esfuerzos iraníes para influir en las elecciones estadounidenses como parte de su evaluación anual de amenazas, y señaló en 2020 sus actividades para robar información de los votantes, promover la desinformación electoral y enviar “correos electrónicos amenazantes”. Ese informe concluyó: “Los iraníes han evolucionado en sus actividades y han desarrollado un nuevo conjunto de técnicas, combinando capacidades cibernéticas y de influencia, que Irán podría desplegar durante el ciclo electoral estadounidense de 2024”.
*Corresponsal de seguridad nacional de la revista National Review.
Fuente: National Review (nationalreviews.com).
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita
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