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| viernes septiembre 13, 2024

“La trama”: la historia secreta de Los Protocolos de los Sabios de Sión

Will Eisner, el padre judío de la novela gráfica en cómic, dejó para la posteridad un aporte en la lucha contra el antisemitismo, que hoy resurge con fuerza inusitada


Pionero del cómic y la novela gráfica: Will Eisner

Uno de los paneles más interesantes de la reciente Comic Con (Convención de Cómics) de San Diego, California, fue una conversación sobre el icónico autor judío Will Eisner, uno de los primeros dibujantes que trabajaron en la industria del cómic estadounidense, quien a menudo escribía y dibujaba novelas gráficas sobre personajes judíos.

Habiendo lidiado con el antisemitismo durante su infancia y a lo largo de su carrera, Eisner se preocupó constantemente por el aumento del odio antijudío.

Su última novela gráfica, The Plot: The secret story of the Protocols of the Elder of Zion (La trama: La historia secreta de los Protocolos de los Sabios de Sión), la terminó poco antes de su muerte en 2005. El libro es un relato provocador sobre la creación y refutación de esa infame farsa antisemita, un texto que pretendió detallar un imaginario complot judío para la dominación global. Publicado originalmente en 1905, Los Protocolos sigue siendo un éxito de ventas mundial que fomenta el odio a los judíos.

Portada de The Plot, novela gráfica que hoy adquiere más relevancia que nunca

El panel fue idea de Danny Fingeroth, historiador de cómics de larga trayectoria y autor de Disguised as Clark Kent: Jews, Comics and the Creation of the Superhero (Disfrazados como Clark Kent: los judíos, los cómics y la creación de los superhéroes). También es presidente de la Semana Will Eisner, celebración anual internacional dedicada al trabajo y legado del célebre dibujante.

Aunque no pudo participar en la Comic Con debido a padecer covid, Fingeroth apareció en una entrevista en video pregrabada con Nicolas Meyer, escritor y director de la película Star Trek II: The Wrath of Khan.

Meyer, autor de la novela de Sherlock Holmes The Adventure of the Peculiar Protocols, citó a La trama como una fuente importante en su investigación para el libro.

Eisner fue pionero de la novela gráfica moderna con su icónico personaje The Spirit, un cómic sobre un luchador enmascarado contra el crimen que apareció en periódicos de todo Estados Unidos entre 1940 y 1952, señala Fingeroth. “The Spirit fue conocido por su arte innovador inspirado en el cine negro, y por sus historias y diálogos, dramáticos pero irónicos. El legendario dibujante y guionista Jules Feiffer comenzó su carrera trabajando para Eisner”.

Las historias de The Spirit a menudo contenían idishismos, así como personajes y escenarios sacados directamente del Bronx judío, dice Fingeroth. “Por ejemplo, una historia presentaba a un personaje llamado Slim Mazel, un juego de palabras con la expresión idish shlimazel, alguien que atrae la mala suerte”.

“Con su revolucionaria novela gráfica de 1978, A Contract with God and Other Tenement Stories (“Un contrato con Dios y otras historias de viviendas marginales”), así como con muchas otras novelas gráficas completadas durante los siguientes 25 años, Eisner a menudo trató la vida judía en Estados Unidos durante el siglo XX, incluyendo los conflictos entre los padres inmigrantes y sus hijos nacidos en el país”.

Fingeroth considera que Un contrato fue uno de los primeros cómics de larga duración que abordó temas judíos. “Muchos lectores, y el propio Eisner, lo vieron como el equivalente en novela gráfica de obras de autores judíos Saul Bellow, Bernard Malamud y Philip Roth”.

Durante el panel, Karen Green, de la Universidad de Columbia, la moderadora Miriam Mora (directora académica del Centro de Historia Judía), N. C. Christopher Couch (Universidad de Massachusetts en Amherst, quien colaboró con Eisner con The Plot) y Roy Schwartz (co-curador y consultor de programación de JewCE: Jewish Comics Experience), hablaron sobre la historia de Eisner en los cómics, su uso de narrativas judías y su influencia en esta forma de arte.

Mora comentó que aprovechó esta oportunidad para volver a poner a Eisner, y a este trabajo suyo en particular, en discusión. “La trama no solo sigue siendo importante, sino que es un recurso tan valioso para la educación como lo ha sido siempre”. Mora, curadora del Museo y Laboratorio de la Experiencia Judía del Cómic, dice que al leer el libro recordó haberse sorprendido por la forma en que Eisner eligió presentar su narrativa. “Esta no es la historia presentada en los falsos Protocolos, sino la historia detrás de los Protocolos. Desde el momento en que lo leí supe que era un trabajo de determinación de toda la vida para defender la verdad, y refutar el tipo más peligroso de desinformación”.

Mora destaca la relevancia del libro en 2024. “No solo porque continúa siendo traducido, impreso y difundido en tantos idiomas alrededor del mundo. Es relevante porque lo que promueve Los Protocolos es una forma específica de antisemitismo, que acusa a los judíos de mantener un poder oscuro, global y malévolo. Es una narrativa particularmente peligrosa, porque se autocumple: si alguien cree en una malévola conspiración global judía, cualquier argumento tiende a reforzar esa creencia, utilizando la negación judía como evidencia de su perversidad”.

The Spirit, personaje fundamental en la historia del género

Mora continúa: “Al señalar el verdadero origen del texto original, Eisner intenta cortar la mentira antes de que pueda enconarse, señalando cómo se publicó originalmente sobre la base de una acusación completamente diferente en Francia, no relacionada con los judíos”.

Mora espera que los asistentes a la convención se hayan marchado “ansiosos por leer por primera vez o releer el libro”, y “con una nueva apreciación por el tremendo trabajo que esto fue para Eisner”. “Creo que muchos pueden no haber considerado el viaje personal que no solo lo llevó al proyecto, sino que incorporó en la novela gráfica, dibujándose a sí mismo en su lucha contra la desinformación y tratando de hablarle racionalmente a lo irracional”.

Schwartz, historiador y crítico de la cultura pop en CNN, describe a The Plot como una novela gráfica emblemática, y una lectura obligada para cualquier fanático serio del cómic, sea judío o no. “Desafortunadamente, con el antisemitismo siendo hoy en día casi tan alto en Occidente como en vísperas del Holocausto, generar conciencia sobre este odio y combatir los libelos de sangre y la desinformación sobre los judíos es más importante que en muchas décadas”, afirma.

“En particular Los Protocolos, que es el tema de The Plot, está experimentando un resurgimiento gracias a internet y a su difusión deliberada por parte de los gobiernos de algunos países como Egipto, Siria, Líbano e Irán”, señala Schwartz.

Los Protocolos también han mutado en diferentes vertientes, ya que varias teorías conspirativas que involucran a Israel, AIPAC, George Soros, Mark Zuckerberg, etc., que provienen de todo el espectro social y político, comparten la idea de que los judíos están manipulando secretamente al mundo entero para sus propios fines nefastos”.

Schwartz espera que los asistentes a la conferencia también hayan adquirido una mayor apreciación por Eisner y su “legado eterno” en los cómics. “Eisner no fue solo un pionero de la industria del cómic, sino un precursor de esta forma de arte. Incluso le dio su nombre: arte secuencial”, explicó durante el panel. “Él originó o ayudó a desarrollar gran parte de su lenguaje visual. Mucho de lo que vemos en los cómics de hoy, y en la cultura pop en general, se lo debemos a él”.

Portada de la trilogía de The Contract with God, llena de referencias a la vida judía en el Lower East Side de Nueva York

En respuesta a una pregunta de la audiencia, Schwartz respondió que el trabajo de Eisner nunca fue ajeno al judaísmo. “Incluso cuando hizo The Spirit estaba impregnado de judaísmo. The Spirit corría por lo que obviamente era el Lower East Side, con sus estrechos callejones llenos de tendederos y bobes (abuelas) gritándose unas a otras con acento idish. Su nombre era Denny Colt, pero probablemente era Coltowitch o algo así”.

A medida que Eisner envejecía, su obra se hizo cada vez más personal y explícitamente judía. “Desde Un contrato con Dios en adelante —que, por cierto, generalmente se considera la primera novela gráfica, por lo que a Eisner se le suele llamar el padre de ese género—, casi toda su obra fue autobiográfica en distintos grados, o al menos sobre temas judíos”.

Cuando se le preguntó qué espera que los lectores obtengan de la lectura de La trama, Schwartz reflexionó: “Espero que se inspiren para enfrentar el antisemitismo y los conceptos erróneos sobre los judíos cuando los encuentren, utilizando todas las herramientas a su disposición, tal como Eisner utilizó su arte”.

*Veterana periodista sobre temas de entretenimiento.
Fuente y fotos: aish.com.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.

 
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