Estupor e incertidumbre en Hezbolá, por ataque poco común atribuido a Israel

Israel no confirma ni desmiente nada, pero desde Líbano se le atribuye automáticamente los eventos poco comunes registrados en varias partes del país, que terminaron con al parecer cerca de  1.000 terroristas de Hezbolá heridos al estallar los beepers que llevaban consigo. Y ahora se informa que también en Damasco, capital de Siria, hubo explosiones en manos de miembros de Hezbolá . Se estima que Israel logró, con una tecnología de avanzada y muy inteligente, “instalarse” en dichos aparatos, que los terroristas portaban seguramente en sus bolsillos o atados a sus cinturones, y detonarlos a la distancia.

Se trata de un verdadero drama que ha provocado caos en Líbano. Originalmente se informó que se trataba de un incidente puntual con algo más de diez heridos en la zona de la Dahia, el bastión de Hezbolá en Beirut. Pero poco después quedó claro que se trata de algo mucho más extendido, con cientos de terroristas heridos en Beirut, Tiro, Nabatíe, AlBeqa, Bint Jbel y muchos sitios más.

Hay informaciones segùn las cuales uno de los heridos es el embajador de Irán en Líbano.

En las redes sociales libanesas están circulando numerosos videos captados al parecer por las  cámaras de seguridad de los locales en los que los terroristas se hallaban. Nada en su aspecto podía revelar que se trataba de miembros de Hezbolá. Iban de civil, uno en un mercado, otro comprando frutas, y súbitamente, se oye una  explosión que los desploma y hace que la gente alrededor salga despavorida, aunque también hay quienes no parecen muy espantados.

Si en efecto fue Israel el responsable, está claro que se recurrió a una táctica muy poco común que tiene un gran valor agregado. Esto no destruye a Hezbolá, ni sus túneles ni misiles, pero cabe suponer que  transmite a la organización terrorista un mensaje claro no sólo sobre la capacidad tecnológica de Israel en la guerra anti terrorista sino también sobre lo que Israel puede hacer para llegar a Hezbolá y en la práctica infiltrarse en sus filas de modo que pueda eliminar o herir a sus miembros. Y esto, sin lanzar aviones contra las bases de Hezbolá.Es un enorme logro desde el punto de vista tecnológico y de Inteligencia.

Es ineludible recordar que el 5 de enero del 1996, Israel eliminó a Yehia Ayyash, conocido como «el ingeniero» de Hamas, responsable de todas las cargas explosiva preparadas para los numerosos atentados suicidas cometidos esos años, detonando explosivos en su teléfono celular.

Casi un año después del 7 de octubre, uno de cuyos mensajes fue la percepción de Israel a ojos de sus enemigos como débil y fracturado, eventos como el de este martes en Líbano tienen un gran significado. No es que Hezbolá vaya a izar ahora bandera blanca, pero esto le recuerda que Israel no es una “teleraña” como dijo una vez su jefe Hassan Nasrallah.

En la organización terrorista esto se percibe como la mayor brecha de sus sistemas de seguridad. Es que estos sucesos son propios de una película de espionaje o de acción: en numerosas zonas de Líbano, casi al mismo tiempo, estallan pequeños aparatos que los terroristas llevaban consigo en su propio cuerpo, entre sus ropas. Quizàs se planeó de modo que el aparato sonó, el terrorista llevaba su mano al bolsillo para atender y leer el mensaje que pensó estaba entrando, y entonces estallaba.

Al parecer no es casualidad que justamente hoy se revelara en un comunicado del servicio de seguridad Shin Bet que Israel logró frustrar a tiempo un planeado atentado de Hezbolá que iba a ser cometido en los próximos días para asesinar a una alta figura del sistema de seguridad israelí, que ya no está en funciones. No se reveló su identidad. Israel logró llegar a la carga explosiva Klimagor que iba a ser usada en el ataque.

Ahora falta ver si este singular operativo contra Hezbolá es el comienzo de una nueva etapa en la guerra de Israel destinada a frenar los ataques de Hezbolá contra la Galilea desde el 8 de octubre, o algo original, potente, pero aislado, que no conducirá a ningún cambio estratégico. El gran desafío es terminar con la amenaza de Hezbolá y permitir que los 60.000 israelíes evacuados de sus casas en el norte, puedan volver a ellas y a vivir con normalidad.

Y la gran pregunta es si esto mejora la situación o desata una guerra de gran envergadura.

Pero inclusive sin llegar a una guerra regional, cabe suponer que Hezbolá no podrá permitirse no reaccionar ante un ataque de tal envergadura. Por lo tanto, no es casualidad que haya gran alerta en Israel.