¿Cómo la estrategia, la imaginación e inteligencia militar pueden llegar a cambiar el rumbo de la guerra entre Israel y Hezbollah?

Ante un hecho sin precedentes como el ocurrido el 17 de Septiembre del presente, cuando  sin explicación alguna miles de dispositivos electrónicos de comunicación Beepers (Pagers) utilizados por muchos de los miembros de Hezbolla, comenzaron a estallar al “unisono” en diferentes localidades del Libano,que surgen diferentes sensaciones de desconcierto e impotencia por parte del grupo terrorista y población civil de ese territorio.

Este hecho demuestra que las formas en que se puede desarrollar y ejecutar una guerra no tienen limite, o más bien, el mismo está en la imaginación de cada quien, y que el factor sorpresa puede ser un elemento que ayude a tomar ventaja de la misma a una de las partes. Y es que esta situación, que definitivamente se puede decir, a nadie se le hubiese podido ocurrir, o mejor aún, ser capaz de llevar a cabo, definitivamente tomó por sorpresa a la contraparte Libanesa.

Pero, ¿por que en pleno siglo 21 Hezbollah utiliza Beepers como medios de comunicación? ¿y como este ataque les puede llegar a afectar en el corto, mediano y largo plazo? Como es conocido por muchos, en el mundo de la inteligencia y contrainteligencia militar, la interceptación de las comunicaciones es de vital importancia para estar un paso adelante del enemigo, y los dispositivos de comunicación son los objetivos principales por asediar en busca de información relevante que pueda ayudar en la toma de decisiones sobre el tablero. En este sentido, el grupo terrorista Hezbollah, al ver que Israel tiene una vasta experiencia y capacidad en esta materia, dispuso hace un tiempo y con ocasión de la guerra que se desató después del 7 de Octubre, utilizar Beepers. Estos antiguos elementos de comunicación utilizados en los años 90, fueron reemplazados por los teléfonos celulares como una alternativa en el desarrollo de las comunicaciones internas entre sus miembros para así evitar la infiltración o fuga de información que pudiese caer en manos del gobierno de Israel. Y es que si bien, estos dispositivos no son los más prácticos y agiles para intercambiar información. También es cierto que pueden llegar a ser mas discretos y menos vulnerables, por lo que para los lideres de Hezbollah claramente esta opción se consideró como viable y segura, lejos de imaginarse el tipo de daño que recibirían al tomar esta decisión.

Con este ataque, que dicho sea de paso, hasta el momento no se ha oficializado o atribuido su ejecución al gobierno de Israel, se asestó un duro golpe a la confianza militar de Hezbollah a nivel de todas sus esferas, y obviamente a sus comunicaciones internas en el desarrollo de la guerra Esto que seguramente los pondrá a repensar nuevas opciones de interacción entre ellos, temores por posibles espías o traidores al interior del grupo, disminución en su capacidad de ataque, falta de confianza en sí mismos, y sobre todo, el descontento por parte de la población civil libanesa que definitivamente no quiere inmiscuirse en una guerra que sume una desgracia más a su anaquel de problemáticas que vienen cargando desde hace muchos años.

Sin lugar a dudas, más que el hecho de ver a muchos de los miembros de Hezbollah heridos y otros tantos muertos con ocasión de este evento, es definitivamente el factor sorpresa e imaginativo con que se ejecutó este ataque lo que puso al descubierto una nueva opción de estrategia militar y la gran debilidad de Hezbollah. Ver y escuchar miles de pequeñas y medianas explosiones suceder al mismo tiempo en diferentes localidades, hospitales colapsados por personas heridas llegando una tras otra en búsqueda de ayuda, escuchar las sirenas de las ambulancias por doquier, y en general, ver el estupor de los miembros de Hezbollah y su orgullo herido difundirse por todo el mundo a través de las redes sociales y medios de comunicación, es en definitiva un duro golpe para el enemigo del Norte que permitirá al gobierno Israelí tomar una ventaja en aras de apropiarse y entregar nuevas victorias militares que permitan en algún momento acabar con esta guerra, o siquiera comenzar a despejar el camino.